Le he enviado a Anastasia un correo larguísimo en respuesta al suyo.Ella se ha abierto en varios aspectos y yo he hecho lo mismo. La extraño y la necesito.Luego de enviarlo me he sentido raro. Una especie de vacío, de angustia, de duda por no saber qué pensará al leerlo.Anastasia es imprevisible con respecto a sus acciones. Y su inseguridad también juega en contra, ya que en lugar de demostrar lo que realmente piensa o siente, a veces se lo guarda para ella y luego se enfada.No quiero que se sienta una prostituta porque yo pague para mejorar su calidad de vida. No quiero que tenga dudas con respecto a lo estoy dispuesto a hacer por ella.Yo también quiero más y se lo he demostrado.
Quiero ir a Georgia, pero sé que será peor. Ella necesita tiempo con su madre para poder pensar.
Me doy una ducha, me visto y me dispongo a salir hacia la oficina. Tengo muchos asuntos por resolver así que será mejor que me concentre en ellos. Esta vez no puedo dejar actuar solo a mis asesores, hay casos que me necesitan en persona.
En la oficina las cosas parecen encaminarse. He llegado temprano y, de repente, tuve la extraña sensación de que todo andaría bien. Las reuniones de la mañana fueron satisfactorias y a pesar de que algunos conflictos continúan, las cosas parece que van tomando forma.Al mediodía llamo a Elena y le propongo que nos encontremos a cenar. Sé que ella sabrá escucharme y aportar su visión inteligente y sagaz sobre lo que me pasa. No le adelanto el asunto y eso la preocupa. La tranquilizo y le explico que es algo que me ha sucedido y que, en principio, parece bueno.
—¿No se tratará de la señorita esa con la que apareces en las fotos de los periódicos?—me dice sarcástica. Me encanta el humor de Elena. Ha pasado por cosas horribles sin perder la compostura.
Además es una gran amiga. Siempre me ha ayudado mucho.
—Algo de eso hay—asumo derrotado. Es difícil no decirle la verdad.
—Oh, oh, Christian Grey…¿enamorado? Vaya, eso sí que no me lo esperaba.
—Deja que te cuente y luego saca las conclusiones. No te anticipes—le respondo entre risas.
Acordamos horario y lugar.
Cuando corto la comunicación, me siento aliviado. Sé que Elena sabrá ayudarme mejor que nadie. Eso me pone optimista. Después del almuerzo comienzo otra serie de reuniones algo más aburridas y rutinarias. Reviso el correo, pero no hay novedades de Ana.Vuelvo al trabajo algo desilusionado por no saber nada de ella. La imagino tal vez en la playa, disfrutando de la compañía de su madre, la que seguramente preguntará por mí.Me encantaría saber qué cuenta Anastasia sobre mí cuando no estoy. Qué le dice a su familia, cómo responde a sus preguntas. Es evidente que no dirá nada sobre nuestra intimidad, pero me da curiosidad saber qué detalles narra sobre mi forma de ser en general. Sería divertido escucharla. O, tal vez, no.
Al término de la primera reunión de la tarde, vuelvo a los mails y encuentro su correo.Un vez más, lo abro excitado por saber qué dirá.
De: Anastasia Steele
Fecha: 31 de mayo de 2011 19:08 EST
Para: Christian Grey
Asunto: ¿Elocuente?
Señor, eres un escritor elocuente. Tengo que ir a cenar al club de golf de Bob y, para que lo sepas, estoy poniendo los ojos en blanco solo de pensarlo. Pero, de momento, tú y tu mano suelta estáis muy lejos de mí. Me ha encantado tu correo. Te contesto en cuanto pueda. Ya te echo de menos.
Disfruta de tu tarde.
Tu Ana
Una sonrisa se instala en mi cara. Esto trae buenos augurios. Esa manera desenfada y dulce al mismo tiempo que tiene para dar ciertas respuestas.Mi mano suelta…Por supuesto que en este momento mi mano suelta daría todo lo posible y más para estar palmeando su hermoso trasero. La recuerdo excitada, con su culo colorado por los azotes y me encanta.Respondo rápidamente.
De: Christian Grey
Fecha: 31 de mayo de 2011 16:10
Para: Anastasia Steele
Asunto: Su trasero
Querida señorita Steele:
Me tiene distraído el asunto de este correo. Huelga decir que, de momento, está a salvo.
Disfrute de la cena. Yo también la echo de menos, sobre todo su trasero y esa lengua viperina suya.
Mi tarde será aburrida y solo me la alegrará pensar en usted y en sus ojos en blanco. Creo que fue usted quien juiciosamente me hizo ver que también yo tengo esa horrenda costumbre.
Christian Grey
Presidente que acostumbra a poner los ojos en blanco, de Grey Enterprises Holdings, Inc.
Sé que va a reírse con la respuesta. Me gusta cuando entramos en esta zona de juego.Prefiero este tono para los correos. Las cosas importantes siempre es mejor solucionarlas en persona.Los correos sirven para la burla, la seducción y el divertimento. Nadie puede resolver su vida a través de comunicación virtual.Pienso en su cara de niña traviesa cuando pone los ojos en blanco y sonrío como un tonto. Decididamente Anastasia Steele ha provocado un cambio en mi vida. Ahora vivo bajo su hechizo y espero ansioso cada una de sus respuestas.
Quiero ir a Georgia, pero sé que será peor. Ella necesita tiempo con su madre para poder pensar.
Me doy una ducha, me visto y me dispongo a salir hacia la oficina. Tengo muchos asuntos por resolver así que será mejor que me concentre en ellos. Esta vez no puedo dejar actuar solo a mis asesores, hay casos que me necesitan en persona.
En la oficina las cosas parecen encaminarse. He llegado temprano y, de repente, tuve la extraña sensación de que todo andaría bien. Las reuniones de la mañana fueron satisfactorias y a pesar de que algunos conflictos continúan, las cosas parece que van tomando forma.Al mediodía llamo a Elena y le propongo que nos encontremos a cenar. Sé que ella sabrá escucharme y aportar su visión inteligente y sagaz sobre lo que me pasa. No le adelanto el asunto y eso la preocupa. La tranquilizo y le explico que es algo que me ha sucedido y que, en principio, parece bueno.
—¿No se tratará de la señorita esa con la que apareces en las fotos de los periódicos?—me dice sarcástica. Me encanta el humor de Elena. Ha pasado por cosas horribles sin perder la compostura.
Además es una gran amiga. Siempre me ha ayudado mucho.
—Algo de eso hay—asumo derrotado. Es difícil no decirle la verdad.
—Oh, oh, Christian Grey…¿enamorado? Vaya, eso sí que no me lo esperaba.
—Deja que te cuente y luego saca las conclusiones. No te anticipes—le respondo entre risas.
Acordamos horario y lugar.
Cuando corto la comunicación, me siento aliviado. Sé que Elena sabrá ayudarme mejor que nadie. Eso me pone optimista. Después del almuerzo comienzo otra serie de reuniones algo más aburridas y rutinarias. Reviso el correo, pero no hay novedades de Ana.Vuelvo al trabajo algo desilusionado por no saber nada de ella. La imagino tal vez en la playa, disfrutando de la compañía de su madre, la que seguramente preguntará por mí.Me encantaría saber qué cuenta Anastasia sobre mí cuando no estoy. Qué le dice a su familia, cómo responde a sus preguntas. Es evidente que no dirá nada sobre nuestra intimidad, pero me da curiosidad saber qué detalles narra sobre mi forma de ser en general. Sería divertido escucharla. O, tal vez, no.
Al término de la primera reunión de la tarde, vuelvo a los mails y encuentro su correo.Un vez más, lo abro excitado por saber qué dirá.
De: Anastasia Steele
Fecha: 31 de mayo de 2011 19:08 EST
Para: Christian Grey
Asunto: ¿Elocuente?
Señor, eres un escritor elocuente. Tengo que ir a cenar al club de golf de Bob y, para que lo sepas, estoy poniendo los ojos en blanco solo de pensarlo. Pero, de momento, tú y tu mano suelta estáis muy lejos de mí. Me ha encantado tu correo. Te contesto en cuanto pueda. Ya te echo de menos.
Disfruta de tu tarde.
Tu Ana
Una sonrisa se instala en mi cara. Esto trae buenos augurios. Esa manera desenfada y dulce al mismo tiempo que tiene para dar ciertas respuestas.Mi mano suelta…Por supuesto que en este momento mi mano suelta daría todo lo posible y más para estar palmeando su hermoso trasero. La recuerdo excitada, con su culo colorado por los azotes y me encanta.Respondo rápidamente.
De: Christian Grey
Fecha: 31 de mayo de 2011 16:10
Para: Anastasia Steele
Asunto: Su trasero
Querida señorita Steele:
Me tiene distraído el asunto de este correo. Huelga decir que, de momento, está a salvo.
Disfrute de la cena. Yo también la echo de menos, sobre todo su trasero y esa lengua viperina suya.
Mi tarde será aburrida y solo me la alegrará pensar en usted y en sus ojos en blanco. Creo que fue usted quien juiciosamente me hizo ver que también yo tengo esa horrenda costumbre.
Christian Grey
Presidente que acostumbra a poner los ojos en blanco, de Grey Enterprises Holdings, Inc.
Sé que va a reírse con la respuesta. Me gusta cuando entramos en esta zona de juego.Prefiero este tono para los correos. Las cosas importantes siempre es mejor solucionarlas en persona.Los correos sirven para la burla, la seducción y el divertimento. Nadie puede resolver su vida a través de comunicación virtual.Pienso en su cara de niña traviesa cuando pone los ojos en blanco y sonrío como un tonto. Decididamente Anastasia Steele ha provocado un cambio en mi vida. Ahora vivo bajo su hechizo y espero ansioso cada una de sus respuestas.
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