Anastasia me ha enviado un correo intentando darme celos. Ha dicho que un joven le ha dado un masaje muy placentero gracias a que yo he conseguido que la pasaran a la primera clase.
Me divierte su intento de hacerme enfadar y disfruto de responder en un tono ambiguo para dejarla pensando.

De: Christian Grey
Fecha: 30 de mayo de 2011 22:25
Para: Anastasia Steele
Asunto: Disfruta mientras puedas

Querida señorita Steele:

Sé lo que se propone y, créame, lo ha conseguido. La próxima vez irá en la bodega de carga, atada y amordazada y metida en un cajón. Le aseguro que encargarme de que viaje en esas condiciones me producirá muchísimo más placer que cambiarle el billete por uno de primera clase.
Espero ansioso su regreso.

Christian Grey
Presidente de mano suelta de Grey Enterprises Holdings, Inc.

Me río con solo pensar su cara de asombro cuando lea el mensaje. Hasta espero que se asuste un poco. Me encantaría que se imaginara atada y amordazada dentro de un cajón. Es cierto que, a pesar de estar bromeando, yo disfruto de esa imagen en mi cabeza. Lo que siento por Ana es difícil de clasificar y casi imposible de equiparar a cualquier otro sentimiento que me haya sucedido con otra sumisa. Pienso en que hablar con Elena me haría bien. Ella sabría escucharme y hasta, tal vez, guiarme en qué debo hacer. Lo verdadero es que la sola idea de perder a Anastasia me angustia de una manera desconocida para mí.Cinco minutos después, entra su mensaje.

De: Anastasia Steele
Fecha: 30 de mayo de 2011 22:30
Para: Christian Grey
Asunto: ¿Bromeas?

¿Ves?, no tengo ni idea de si estás bromeando o no. Si no bromeas, mejor me quedo en Georgia. Los cajones están en mi lista de límites infranqueables. Siento haberte enfadado. Dime que me perdonas.
A

Empiezo a reír desde la primera frase. Vaya si se lo ha tomado en serio, mucho más de lo que yo imaginaba.  De todas formas, el avión debe estar despegando. ¿Y ella está escribiendo con su BlackBerry? Debería regañarla por eso. Debería estar al tanto de que pone en riesgo a todo el vuelo, ¿no?

De: Christian Grey
Fecha: 30 de mayo de 2011 22:31
Para: Anastasia Steele
Asunto: Bromeo

¿Cómo es que estás mandando correos? ¿Estás poniendo en peligro la vida de todos los pasajeros, incluida la tuya, usando la BlackBerry? Creo que eso contraviene una de las normas.

Christian Grey
Presidente de manos sueltas (ambas) de Grey Enterprises Holdings, Inc.

No llegan más correos de Anastasia. Me impacientaría si no fuera porque sé, en efecto, que está en un avión por despegar.Debe haber respirado cuando ha leído mi mensaje. Se la notaba nerviosa y preocupada.Imágenes de Anastasia se cruzan por mi mente. Su sonrisa. La amabilidad con que ha tratado y ha sido tratada por mis padres. El día en que la conocí. El día de su graduación (ese vestido que tanto quería sacarle y finalmente lo conseguí). La primera vez que la ha azotado. Las bolas chinas. Sus orgasmos. El sexo sorpresivo en escritorio.

Cada instante tiene algo que me reconforta. Más de una vez he intentado no recordarlo. He reprimido esos recuerdos para no darme cuenta lo mucho que la necesito.No sé en qué instante ha sucedido. Desde que la primera vez me ha resultado sexy y atrevida. Y con ese deje de inocencia que combina perfecto. Luego, vinieron los primeros asombros. Su virginidad, en especial. Puede que ahí algo haya cambiado para los dos.Verla con mis padres. Sus negativas, su lengua viperina…Por primera vez en mi vida, yo también quiero más.Me siento al piano. La noche se ve bellísima. Me siento fuerte.
Toco hasta que el cansancio me derrumba. La melodía que ha salido de mis dedos ha sido despareja. Por momentos, calma y placentera, por otros, dulce y melancólica.Me acuesto con ella en mi cabeza.
La mañana siguiente me sorprende con un nuevo y extenso mensaje de Anastasia.

De: Anastasia Steele
Fecha: 31 de mayo de 2011 06:52 EST
Para: Christian Grey
Asunto: ¿Te gusta asustarme?

Sabes cuánto me desagrada que te gastes dinero en mí. Sí, eres muy rico, pero aun así me incomoda; es como si me pagaras por el sexo. No obstante, me gusta viajar en primera —mucho más civilizado que el autocar—, así que gracias. Lo digo en serio, y he disfrutado del masaje de Jean-Paul, que era gay. He omitido ese detalle en mi correo anterior para provocarte, porque estaba molesta contigo, y lo siento. Pero, como de costumbre, tu reacción es desmedida. No me puedes decir esas cosas (atada y amordazada en un cajón; ¿lo decías en serio o era una broma?), porque me asustan, me asustas. Me tienes completamente cautivada, considerando la posibilidad de llevar contigo un estilo de vida que no sabía ni que existía hasta la semana pasada, y vas y me escribes algo así , y me dan ganas de salir corriendo espantada. No lo haré, desde luego, porque te echaría de menos. T e echaría mucho de menos. Quiero que lo nuestro funcione, pero me aterra la intensidad de lo que siento por ti y el camino tan oscuro por el que me llevas. Lo que me ofreces es erótico y sensual, y siento curiosidad, pero también tengo miedo de que me hagas daño, física y emocionalmente. A los tres meses, podrías pasar de mí y ¿cómo me quedaría yo? Claro que supongo que ese es un riesgo que se corre en cualquier relación. Esta no es precisamente la clase de relación que yo imaginaba que tendría, menos aún siendo la primera. Me supone un acto de fe inmenso.Tenías razón cuando dijiste que no hay una pizca de sumisión en mí , y ahora coincido contigo. Dicho esto, quiero estar contigo, y si eso es lo que tengo que hacer para conseguirlo, me gustaría intentarlo, aunque me parece que lo haré de pena y terminaré llena de moratones… y la idea no me atrae en absoluto.Estoy muy contenta de que hayas accedido a intentar darme más. Solo me falta decidir lo que entiendo por «más», y esa es una de las razones por las que quería distanciarme un poco. Me deslumbras de tal modo que me cuesta pensar con claridad cuando estamos juntos.Nos llaman para embarcar. Tengo que irme.Luego más.

Tu Ana

Mierda, pareciera que solo puede abrirse y confiar en mí cuando estamos lejos. Quisiera que eso se modificara. Deseo que entienda por fin cuánto la necesito.