miércoles, 29 de junio de 2016

Las obsesiones de Christian - Obsesión 13 - Algo nuevo para dos

Me levanto temprano. A penas apuntan las primeras luces del día.He pensado darle una sorpresa. La contemplo una vez más  mientras duerme: Me da pena tenerla que despertar, pero he de hacerlo para mostrarle uno de mis "intereses" predilectos. Por unos instantes, contemplo su rostro relajado, esbozando a veces una débil sonrisa: "está soñando", me repito y la digo en voz baja como si pudiera escucharme " sueña conmigo, nena ".


La agito suavemente hasta que entorna los ojos, pero ella interpreta que la estoy despertando, porque deseo tenerla de nuevo.  Y no se equivoca; deseo tenerla siempre, pero ahora es por otro motivo.  Beso sus labios entreabiertos y con los míos los mordisqueo. Deliciosos como fruta madura y dulce. Entonces ella abre los ojos y me sonríe.

- Me gusta que me despiertes siempre así. ¿ Pero no podrías esperar a que fuera de día ?.- Lo sabía, cree que deseo hacerle el amor.¡ Hum ...!, no me tientes Anastasia
- Vamos dormilona, se nos hace tarde
- ¿ Vamos a algún sitio ? - gira la cabeza hacia la ventana y comprueba que a penas hay luz de día- ¡ Pero si aún no ha amanecido !- me responde mientras se despereza.
- Vamos perezosa. He de mostrarte algo, y se nos hace tarde.

Hemos tomado un frugal desayuno y no la he permitido siquiera ducharse, pero ella ha insistido en que se sentía incómoda sin lavarse, y lo ha hecho rápidamente. Estoy contento, muy contento.  Voy a mostrarle algo que me satisface plenamente; casi tanto, como hacer el amor con ella.Tengo la sensación mas extraordinaria que pueda sentir cuando estoy allí arriba: sólo el cielo y yo. Nunca antes  he llevado a nadie; ella será la primera, pero deseo enormemente que me acompañe.  Ya en el coche pongo una música suave no muy alta, y conduzco feliz y satisfecho hasta el destino que nos aguarda.  Ella me pregunta una y otra vez que adónde vamos.

- Es una sorpresa. Te lo dije en la entrevista: uno de mis placeres-.Ella se muestra juguetona, a pesar de lo temprano de la hora, y me dice sonriendo picaronamente

- Creí que yo era tu placer
- Y lo eres señoritta Steele ¡ Vaya si lo eres !  Mira ya llegamos


Muestra su extrañeza al comprobar que vamos a un angar en el que hay varios aviones de vuelo sin motor, y entonces gira su cabeza rápidamente y con una amplia sonrisa, recuerda lo que la conté de mis aficiones

- ¡ Christian !, me lo dijiste, es cierto.  Pero entonces no tenía ni idea de que te acompañaría en ello
- Yo tampoco Ana. Yo tampoco, pero mira, así son las cosas.
-Es la primera vez que me llamas Ana
-¿ Si ? A mi me gusta llamarte por tu nombre completo, sin embargo a ti te gusta el mas corto, y me propongo complacerte, nena
- Y me complaces, Christian.   Siempre.

Tras parar el coche a las puertas del angar, la beso en los labios ligeramente y le tiendo la mano para salir.  Nos dirigimos hacia el avión que ha de elevarnos al cielo.  Taylor, tan eficiente, se ha encargado de todo, y todo está a punto.  Un señor de edad madura se dirige hacia nosotros.  hacemos las presentaciones y nos tiende los arneses que coloco a Anastasia.  No permito que unas manos ajenas a las mías, se posen en el cuerpo de mi chica. Sólo yo.  La ayudo a instalarse, y ella  da grititos y palmaditas de excitación ante la aventura que va a vivir.  Es igual que una criatura ante un juguete nuevo e inesperado.  Verla reír me llena de satisfacción, y que sea yo el que la produzca la alegría,  más aún.




Y ya estamos arriba, dentro de esa especie de burbuja que es la cabina, solos ella y yo.  Y jugueteo con su nerviosismo y doy vueltas con la nave, y nos ponemos boca abajo y ella ríe, ríe excitada, no se si es porque le gusta o porque está nerviosa.  Creo que es por ésto último. Y al fin hemos de tomar tierra nuevamente. Al ayudarla a bajar la tomo  por los brazos y vuelvo a besarla.  Nunca me canso de hacerlo y la estrecho contra mi cuerpo y la acaricio el cabello recogido y desordenado. Ella me agarra fuerte de los brazos; no va más allá, sabe que no quiero que lo haga, y respeta, a regañadientes, mis reglas impuestas.



Después de desayunar la llevo a su casa y me despido hasta que de nuevo acuda para cenar con sus padres.  Me cuesta dejarla; querría que estuviera conmigo las veinticuatro horas del día.  Ella debe estar cansada y yo también, aunque con pocas horas de sueño yo me mantengo.  He de atender asuntos de la oficina.  La beso como despedida y nuevamente me encamino al hotel. Ya el sol brilla en el cielo y comienza a sentirse el calor húmedo y pesado de Savannah.  Cuando entro en mi habitación me dirijo al baño para ducharme, y allí rememoro lo vivido hace a penas pocas horas con Anastasia. Nuestras diferencias, han quedado resueltas,  por fortuna. Y somos felices, pero estoy deseando que volvamos a encontrarnos en Seattle y pueda llevarla a mi habitación del placer; deseo que ella lo sienta tan intensamente como lo ha sentido aquí, en este mismo lugar,  anoche.

Me dispongo a contactar con Ross, cuando me entra una llamada de la oficina, y no es Ross, precisamente, es Welch ¿ Qué querrá ahora ?.  Al mismo tiempo siento unos golpes en la puerta, voy a abrirla y veo que es Taylor, que con el rostro descompuesto entra en la habitación y cierra la puerta tras de sí

- Espera un momento Taylor, me está entrando una llamada
- Lo sé, es Welch
-¿ Cómo que lo sabes ? ¿ Qué ocurre ? ¿ Mis padres ?
- No, no, señor Grey.  Ellos están bien
-Pues habla de una vez
- Se trata de la señorita Williams
- ¿ Qué pasa con Leila ?
- Ha entrado en el apartamento cuando estaba Gail sola, y ha intentado cortarse las venas. La llevó al hospital.
-¿ Cómo dices ? ¿ Leila ? Pero... ¿ Por qué a mi casa?
- No lo sé, señor Grey, pero se ha llevado un susto de muerte
- ¿ Pero Jones está bien ?
- Si, está bien. la señorita, se ha quedado ingresada en la planta de psiquiatría
-¡ Cielo santo ! ¡ Está loca !.  Está bien, tenemos que regresar. Ponte en contacto con Stephan.  Deseo salir lo más rápidamente posible.

 Mientras Jason realiza las gestiones, llamaré a Anastasia que me espera para cenar esta noche. Todo iba demasiado bien. Maldita sea...

- Anastasia, he recibido una llamada de la oficina, he de regresar inmediatamente.  Han surgido problemas.  Dile a tus padres que me perdonen, que ya será en otra ocasión.  Salgo para Seattle dentro de media hora.
- Está bien. Deseo que tengas un buen viaje y que puedas solucionar lo que ocurre. Lo siento muchísimo Christian-. Me repite con voz lastimosa.  No tiene idea de lo que yo lo lamento y el motivo que me lleva nuevamente a Seattle.

Le lanzo un beso y me despido de ella.  Tardaré en volver a verla un día más. Pensaba que hiciéramos el viaje de vuelta juntos, en mi avión, pero Leila ha fastidiado todo.  Ella me devuelve el beso y comienzo a recoger las cosas en la maleta.

domingo, 26 de junio de 2016

Las obsesiones de Christian - Obsesión 12 - Amor no declarado

Doy paso a Anastasia mientras sigo dictando  instrucciones a la oficina en Seattle. La observo, la miro, está hermosa, pero tiene un rictus de enfado, y francamente, me esperaba otro recibimiento de su parte.  Las palabras de Elena resuenan en mi cabeza. ¿ Es el final, me abandona por miedo ?. Mientras hablo, ella da una vuelta por la habitación observando todo, hasta el más mínimo detalle. Cuando termino , yo también estoy de mal humor.  No termino de entender la animadversión que siente por Elena. Es simplemente una amiga que me da buenos consejos siempre que los necesito.  Estuve unido a ella con una relación devastadora, pero eso ya quedó atrás.


 Se lo he explicado una y mil veces, pero insiste siempre en lo mismo.  La palabra pederastia lastima mis oidos ¿ es eso lo que la incomoda ? Es cierto que me inició siendo yo muy joven, pero también me hizo un favor enorme, por lo que la estoy agradeido,  y todo eso ya pasó. ¿ Por qué no puede admitirla como amiga mia ? Yo ad...

 Me detengo en mi pensamiento, porque iba a decir como yo admito al fotógrafo, pero no es cierto no le admito.  Ella me razona que es un amigo y que nunca ha tenido relaciones sexuales con él, y yo en  cambio si las mantuve con Elena, , y además siendo un adolescente.

Anastasia, ¡ eres muy terca !.   La ofreceré algo de beber si lo desea. La desilusión que me he llevado ha sido grande; quizá me precipité al iniciar el vaje.  A mi me ha valido la pena, la he visto, pero no estoy tan seguro que ella haya sentido lo mismo que yo.  Me acepta la copa y la voy a hacer unas preguntas algo delicadas para ella, que creo son naturales, dada la clase de intimidad que tenemos, pero sé que a ella le va a fastidiar.  Lo siento nena, tengo que saberlo, es necesario para que todo vaya con normalidad y quedarme tranquilo

- ¿ Quieres algo más ?- la pregunto antes de abordar en   lo que estoy interesado
- Naturalmente que quiero algo más. Te hice una pregunta que no has respondido. Y no sé si ha sido porque no quieres contestar, o es que no estás seguro de lo que vas a decirme
- Te la respondí abajo
- Pero yo necesito saber algo. ¿ Qué tipo de relación..., aparte de la que tuvístéis, existía entre vosotros, ¿ os amabais ?  ¿ aún la amas ?
- Te lo he dicho mil veces: no la amo, me une amistad y algún que otro negocio, simplemente eso
- ¿ Y mi otra pregunta ? ¿ Por qué eres tan pesado en responder? La amáste si o no


- No, Anastasia, no la amaba. Simplemente era joven, inexperto y tenía atracción sexual. Simplemente eso¿ Conforme ? ¿ Por qué no te das cuenta que eres tú a quién deseo?
- Es que... tengo dudas
-¿ Dudas? ¿ De qué tienes dudas ? Te he dicho que puedes preguntarme todo lo que quieras; siempre seré sincero contigo.  Por cierto necesito sabes si ya has tenido la regla, la tienes, o vas a tenerla en breve
-¡ Por Dios Christian ! ¿ Cómo se te ocurre preguntarme esas cosas ?
- Porque tengo que saberlo. Sé que a vosotras os incomoda que un hombre os lo pregunte, pero yo necesito saberlo. ¿ Tomas los anticonceptivos que te recetó Green ?
- Si, los estoy tomando. Y si tengo la regla  Me creas bastante violencia, lo sabes ¿ no ?
- ¿ Con molestias ?- Ella niega con la cabeza
- Perfecto. No me gustan los preservativos. Voy a preparar un baño. ¿ Necesitas algo?
- No, no necesito nada- me responde algo sofocada.

Dejo correr el agua sobre la bañera, vierto sales y las agito para que formen espuma. Hace un calor sofocante en el cuarto de baño.  Ella permanece en el salón. Está cortada, nerviosa.  Yo también me siento incómodo. Sé que no va a gustarla lo que la voy a hacer a continuación, pero deseo tener sexo con ella, piel con piel, pero antes ha de deshacerse de un molesto tampón que me impide el paso a su interior.. No la diré nada, simplemente me desharé de él.  Posiblemente su reacción sea desmedida, como casi siempre. ¿ Pero de qué siente vergüenza ? A estas alturas de lo nuestro, debería estar relajada cuando hablamos de estas cosas.  Claro que yo también me pongo de los nervios cuando menciona malamente algo de Elena.


 No quiero pensar en ella ahora; me recuerda su vaticinio y no es eso lo que deseo. Pero me tiene confundido.  Aún no ha mencionado ninguna palabra que me haga saber sus sentimientos hacia mi.  Yo tampoco la he dicho lo que representa , así que estamos a la par. Creo que vamos a tener una noche muy alejada de lo que había planeado. En fin, Anastasia, siempre será una caja de sorpresas.

La ayudo a entrar en la bañera, pero no la atraigo hacia mi.  Ambos estamos molestos el uno con el otro.  Simplemente nos miramos; ella juguetea con la espuma de la bañera, yo la miro, queriendo transmitirla todo el cúmulo de sentimientos que tengo guardados en mi interior, y que no llegan a la garganta, no salen de mi boca. ¿ Será eso lo que espera ? ¿ Por qué no me lo dice ? ¿ También le da vergüenza ?  Pero... ¿ qué hace ?
Se ha aproximado a mi y me besa con pasión en los labios.  Me agarra del pelo y me sujeta la cara.  Yo la abrazo fuertemente. ¡ Cómo he echado de menos  estas caricias!  Parece que hace un siglo que no la tengo, y sin embargo han pasado unos pocos días. Me está siendo difícil seguir mi vida adelante, sin tenerla a ella cerca.

Levanta una mano, y entonces mis músculos se tensan ¿ Va a tocarme ?.  Por si acaso la doy una órden tajante:

- No me toques, por favor. Es algo que no puedo soportar
 -No iba a hacerlo, pero ¿ me explicarás algún día el por qué ?
- No preguntes, no lo hagas y en paz.
-¿ Por qué estás tan frio y distante conmigo?
-Eres tú la que estás distante. He venido hasta aquí con la ilusión de verte, creyendo que te daría una sorpresa, y fíjate cómo estamos: enfadados y sin a penas dirigirnos la palabra. Nunca había hecho esto por nadie, sólo por ti.  Aún no te das cuenta de lo que representas para mi, y eso me duele y me hace desconfiar
- ¿De qué desconfias, de mi ? - me pregunta perpleja
- A veces, si. Tienes unas reacciones un tanto extrañas, y eso me preocupa
- Pienso que no soy lo bastante para ti. Que  buscas otra clase de mujer que no soy, y que presiento nunca seré.  Eso me destroza, porque yo quiero una relación más normal porque tu también representas mucho para mi, más de lo ue te imaginas. Y me duelen los celos



-Celos ¿ de quién? No estoy más que contigo y lo sabes; solo tú
-Celos de ella. Porque se llevó lo mejor de ti, y porque pienso que sigues atado a ella y que no puedo evitar el pensar que hagas comparaciones.  Porue ella tiene experiencia y te da lo que tu deseas, y yo no puedo.  Por eso tengo celos. Porque todavía no entiendo por qué te has fijado en mi
- ¿ Que por qué me he fijdo en ti ?  Porue eres mi diosa, porque te necesito a mi lado, porque deseo cuidarte, porque me hechizaste desde el primer momento en que te vi.  Ella significó mucho en miv vida, pero se acabó. Ya no existe nada entre nosotros como no sea algo de tipo comercial. Nada más, y no voy a volver a reptirlo.

¡ Me quiere !.Acaba de decírmelo, pero ¿ por qué yo no la he dicho lo mismo ? Es como si me diera miedo pronunciar esa palabra, y sin embargo daría mi vida por ella.  La quiero, si la quiero, pero algo me impide confesarlo.  La atraigo hacia mi y vuelvo a besarla. La siento en mi regazo Ella se agarra al borde la bañera y me mira directamente a los ojos con ternura, pidiéndome algo  ¿el qué?  Las palabras no salen de su boca, que yo beso apasionadamente.Y entre caricias y espuma de sales, hacemos el amor. Y ambos suspiramos al unísono, y yo invoco su nombre como una plegaria, porque es mi diosa del amor, Afrodita. Cómo convencerla que no necesito más.  Que ella me satisface en todo. Que el sexo con ella es extraordinario, especial, y yo sé que siente lo mismo que yo. Dulce Anastasia, no sientas celos de nadie porque mis ojos, mi corazón, mi cabeza , son absolutamente tuyos y de nadie mas. Y llegamos al clímax y el éxtasis es enorme.  Anastasia grita y yo jadeo fuerte una vez y otra y por fin con un suspiro largo y profundo, ella cae rendida entre mis brazos.  Yo la aprieto contra mi pecho con todas mis fuerzas.  No quiero que se me escurra, que se me vaya, no quiero perderla.  Es mia y siempre lo será. Y yo soy suyo, suyo de verdad como no lo he sido de ninguna otra.

 ¡ Ana, mi Ana !, la susurro al oido . Ella con los ojos entornados, posa su mano en mi mejilla acariciándome. Trato de retirarle la mano, pero no lo hago; me complace esa caricia suave sobre mi cara. y la dejo hacer.  Y esa dulce caricia, ha  sido suficiente para que de nuevo la desee; y vuelvo a colmarla de caricias,  de besos,  de deseos ocultos de pertenecerla y nuevamente nos estimulamos el uno al otro. Y nuevamente vuelvo a acariciar su cuerpo maravilloso y nuevamente le hago el amor, y nuevamente ella me responde de la misma manera, hasta quedar rendidos y exhaustos. Y sólo puedo pronunciar su nombre ¡ Oh Ana !

Al salir de la bañera, la seco como si de una niña se tratara.  deseaba hacerlo, mimarla, adorarla. Los días que no la había tenido se me hicieron insufribles. ¿ Tanto la necesito ? ¿ Cómo es posible  que sienta este "algo" que me está ocurriendo, y que nunca había sentido ? Es una dulce y a la vez desgarradora sensación de no llegar a alcanzar ese sueño tan deseado. ¡ Oh Anastasia, eres una luz cegadora que deslumbra mi alma oscura, y sin embargo ni siquiera deseo parpadear, porque si lo hiciera, tengo la sensación de pérdida, otra vez,  como cuando era niño y me sentí abandonado y solo.  No quiero esa soledad, quiero tu cuerpo y el mio juntos, para siempre.

Pero a pesar de mis sentimientos hacia ella, hay algo que me impide decírselo.  ¿ Es miedo, vergüenza o ignorancia? O quizá todo junto.  Pienso que ella necesitará saberlo, al igual que yo  he necesitado saber que me quiere. Buscaré la ocasión , pero ahora deseo disfrutar de ella. La veo relajada tumbada sobre mi pecho tranquila después de haber hecho el amor, y siento que me pertenece y que yo la pertenezco a ella, y que no existe nada ni nadie sobre la Tierra, que sólo estamos ella y yo para amarnos y adorarnos mutuamente.  Que ésto nuevo y desconocido, me desborda, me empuja hacia ella y no me importa. No me importa que mi vida dependa de una palabra tuya, mi dulce Anastasia.


jueves, 23 de junio de 2016

Las obsesiones de Christian - Obsesión 11 - Cosmopolitan

Bien, pues ya hemos tomado tierra en Savannah. Ya respiro el mismo aire que ella. Sólo nos separa una rato más y en cuanto me cambie de ropa y me refresque, la tendré a mi lado. Ha sido un largo viaje, pero merece la pena con tal de estar junto a Anastasia. Taylor, tan eficiente como siempre lo tiene todo dispuesto y organizado. Ha alquilado un coche que recogemos en el mismo aeropuerto y ha reservado habitación en el mejor hotel.  Espera mis órdenes:


- Vamos al hotel Taylor. Hace un calor agobiante. ¿ Te alojas en el mismo hotel que yo?
-Si señor Grey.  Creí que era lo más conveniente para estar más cerca por si me necesita para cualquier gestión.
-Bien hecho, Jason, bien hecho.  No sé lo que haría sin ti
-Seguir adelante, señor Grey, seguir adelante. He de decirle que estoy muy satisfecho de estar a sus órdenes. Es usted un magnífico jefe, espléndido y muy considerado con sus empleados
- Es una visión egoísta.  Si estáis contentos, trabajaréis perfectamente.  Ese es el resultado de la ecuación, Jason. Una transacción; por un trabajo un salario suficiente para que la gente viva bien, sin agobios, porque todo ello redunda en el servicio. Soy un jefe afortunado, todos mis empleados son magníficos.  Y ahora lleguemos al hotel de una vez

Me ducho con el agua casi fria. A pesar de ser muy confortable la habitación, fuera, en la calle, hace un calor húmedo bastante molesto.  El hotel es bonito, pero demasiado recargado para mi gusto.  A mi me gustan más funcionales, no tan rococó y recargado, pero bueno..., si a ellos les gusta...Dejo correr el agua sobre mi cuerpo, que a pesar de no haber dormido casi, de tantas horas de avión y tanta excitación vivida, me siento bien, eufórico.  Desde que sé el significado de lo que me ocurre, me siento contento, y nada preocupado.  Tendremos que aclarar algunos puntos, porque tengo una duda ¿ sentirá ella lo mismo ? ¿ se conformará con cenas, cines, o paseos? ¿ la tendré los fines de semana en exclusiva? ¿ Y si cuando trabaje conoce a algún chico que le ofrezca todo lo que yo no estoy dispuesto a darle? Para, para, Grey. Primero tienes que saber si Elena tiene razón o no. Si sólo ha venido aquí para ver a su madre, o es que tiene miedo de lo que la estás ofreciendo y no es lo que ella esperaba. Esta bien, pronto saldré de dudas.

Ya vestido y arreglado de forma informal, se dirige a la cafetería del hotel. Consulta su móvil y comprueba que el GPS sigue conectado al teléfono de Anastasia. Pide un refresco y sentado en la barra mira a su alrededor, más por curiosidad que por otra cosa, pero la sorpresa es grande cuando...

-¡ Anastasia ! ¡ Qué bonita es ! Ese color tostado le sienta de maravilla. Supongo que con quién está es Carla. parecen dos amigas,  más que madre e hija. Menos mal que desde este sitio no puede descubrirme. Aguardaré unos instantes y haré acto de presencia. Lo que no me gusta es que tengan la mesa con bastantes copas, y ahora el camarero les sirve otra tanda que apura casi de un trago. Tiene un gesto... Yo diría que está enfadada.  De vez en cuando mira como a escondidas algo que tiene en el bolso.  ¡ Qué raro ! Ahora pasea la mirada por el lugar como buscando ¿ qué ?, pero al mismo tiempo pone un gesto de disgusto. Es todo un enigma señorita Steele. ¡ Por Dios ! ¿ Busca emborracharse de nuevo? Ha terminado con la copa de antes y ya están pidiendo otra. He de intervenir si no quiero verla como en determinada ocasión. Está enfadada, no me cabe la menor duda.  La enviaré un mensaje, y a ver qué pasa



"¿ Cuántos Cosmos vas a beber? "

Eso le dará qué pensar, pero ahora voy a su encuentro.  Ha leído mi mensaje y se ha dado cuenta perfectamente de que estoy aquí. Estoy deseando verla, tomar su mano y acariciarla. Si no fuera porque está su madre delante, la cogería, la abrazaría y la besaría como un loco. Tres días son demasiados para no estar con ella. Mi diosa se ha apoderado de mi totalmente.  Tengo que averiguar lo antes posible, qué sentimientos la mueven hacia mi.

- ¡ Hola !
-¡ Christian !. Pero... pero... qué haces en Savannah
-Te echaba de menos, tu me echabas de menos...  Lo justo es acortar distancias, y para mi era más fácil que para ti. Bien aquí estoy.

Me presento a Carla, que me resulta simpática y sorprendida, es decir las dos están sorprendidas  de mi presencia allí.  No entienden que para mi es muy fácil; sólo tengo que dar una orden y ponerme en movimiento. Se levanta y nos deja a solas, algo que yo estaba deseando.  Anastasia me mira con esos ojos insoldables a veces,  mitad enfado, mitad alegría. La beso en la mejilla y acaricio suavemente su cara y su cabello.  Necesitaba sentirla, necesitaba verla desesperadamente.  Ha hecho que crecieran en mi unos sentimientos que hasta hace un día ni siquiera sospechaba que tuviera.  Si esto es estar enamorado, bendito sea, porque llena mi corazón y mi espíritu de algo puro y limpio por esta mujer, que ha hecho el milagro de despertar en mi algo que nunca antes había sentido.  ¿ Elena me inspiraba lo mismo cuando comenzamos la tormentosa relación que tuvimos? Si comparo las dos, rotundamente no. Con ella era sexo, atracción sexual.  Con Anastasia es algo sutil pero grande: deseo de estar con ella, aunque sea sin sexo, sólo por verla, por cuidarla, por protegerla.

-¿ Estás enfadada conmigo? - la pregunto porque presiento que la cosa va por ahí
-¿ Crees que debo enfadarme ? - me pregunta irónica
-Creo que no. ¿ Qué motivos te he dado para ello ? He recorrido una gran distancia sólo por verte, para estar contigo. ¿ No es suficiente?
- A ver. Déjame pensar... ¡ Ah, si ! Esperaste que me viniera para salir de copas, de cena o de algo más con esa mujer.  Con Mrs Robinson, por si estás algo despistado y no sabes a quién me refiero.
Doy por sentado que si el Amo incumple una norma, a pesar de que me asegura que es monógamo, la sumisa también puede hacerlo




Al escuchar esta última frase, se me hiela la sangre. está claro, ha conocido a otra persona. Me lo temía, me lo temía: Anastasia no me quiere; sólo se siente atraída por el placer que puedo proporcionarle.  Pero es un placer, que aunque diferente, también puede dárselo otro hombre.  He de aclarar ésto inmediatamente.

- Anastasia, sólo fue una cena, nada más, porque es una amiga y socia. La relación sexual hace tiempo que no existe, ya te lo he dicho. Además suelo consultarle cosas que me inquietan y ella, que me conoce bien, me aconseja lo que debo hacer. Sólo me atraes tú, deberías saberlo.
-¿ Has necesitado consejo en esta ocasión? ¿ No podía habértelo dado tu madre ?
- No Anastasia,sobre el tema a consultar, mi madre no podía dármelo
- ¿ Y puedo conocer qué consejo te ha dado? ¿ Tenía yo algo que ver ?
-En efecto, pero la verdad es que tu siempre tienes algo que ver conmigo, de un tiempo a esta parte
-¿ Y que te ha dicho ?
- ¿ No te basta verme aquí ?

¡ Vaya hombre, qué oportuna !. Su madre ha vuelto, y en el aire ha quedado pendiente la pregunta, pero la respuesta la obtengo de los ojos de Anastasia, que se han dulcificado y sonríe muy levemente, pero sonríe. ¡ menos mal !, parece que las cosas se van arreglando.

- Bien señora, señorita- la digo haciéndola un guiño- ustedes tiene mucho de qué hablar y yo he de conectar con la oficina. Me retiro con vuestro permiso
-Christian - me dice Carla- Bob desea conocerte. Ana nos ha hablado mucho de ti
- Espero que bien, Carla, y si, me encantará saludarle- respondo
-Bien.  ¿ Mañana a cenar, entonces?
- Desde luego.  Será un placer. ¡ A propósito ! me hospedo aquí en la 612
- ¡Qué casualidad! - me dice Anastasia todavía con enfado - Te has hospedado en el mismo sitio en el que estamos tomando unas copas. ¡ Qué coincidencia ! ¿ no ?
- Anastasia, pura casualidad, nada más ¿ Qué otro objeto crees que hay ?



Ella no me responde y su madre nos mira como no entendiendo nada , o entendiéndolo todo.  Espero que no todo entienda.  Confío en Anastasia y creo que no le ha comentado nada sobre el tipo de relación que deseo tener con ella; si no fuera así, creo que no me habría invitado a cenar y  me hubiera echado con cajas destempladas de su mesa.   Creo que mi secreto está bien guardado por mi chica, que por muy enfadada que esté conmigo, nunca me perjudicaría.

Me despido y voy directo a mi habitación.  Consulto mi reloj y llamo a Ross que aguarda mis órdenes. A los cinco minutos, unos golpecitos discretos en la puerta, me indican que Anastasia será mi huésped esta noche.


lunes, 20 de junio de 2016

Las obsesiones de Christian - Obsesión 10 - Elena

Quedamos en Canlis a las ocho de la tarde. Siempre acostumbro a llegar antes de la hora citada, máxime si es con una dama...,  con Elena. . Me he comunicado con Anastasia; estaba contenta.  se iba de cena con su madre y padrastro

- Yo también saldré a cenar con una amiga
- ¿ Con una amiga ? ¿ Con... ?
-Si, Anastasia, con ella. He de consultarla algo
- Está bien. Es tu derecho, es tu amiga y tu vida, al fin y al cabo yo no soy más que tu amante
-¿ Mi amante ? No eres mi amante en el sentido que le das. ¿ Por qué te enfadas? Es sólo una amiga y desde hace mucho no tenemos ninguna otra conexión. Somos socios; tenemos que discutir sobre el negocio.
-Está bien.  No tienes que darme explicaciones. Tengo que irme: Que te vaya bien en la cena.


¡Vaya por Dios, se ha enfadado ! ¿ Por qué no soporta a Elena?, ni siquiera la conoce. No entiende que la debo mucho y que siempre me ha atendido en cuantas dudas deseara consultarla. Nunca pensé encontrarme con este dilema.  Nunca me ha ocurrido que se enfrentara mi vida pasada a la futura ¿ futura ? Lo tienes mal Grey, pero al menos con la actual.  Cuando regrese trataré de hablar con ella a ver si llegamos a un acuerdo respecto a Elena.

 Ella suele ser puntual, y efectivamente, a las ocho y un minuta entra buscando la mesa que siempre reservamos.  Las miradas de algunos hombres la siguen. Está espléndida, atractiva y segura de su encanto que la permite juguetear con los admiradores.  Pedimos sendas copas de vino e inicio la conversación peguntándola por el negocio, y la reforma que está emprendiendo en un local nuevo que hemos adquirido para  nuestra sociedad.  La impaciencia me consume, así que sin más preámbulos voy derecho a lo que ha motivado nuestra cita.

- Te noto preocupado ¿ Te ocurre algo ? - me pregunta mientras aprieta mi mano
- Verás. Ocurrirme, ocurrirme... he conocido a una chica, no a una sumisa, al menos de momento, porque lo que pretendo es que lo sea, pero no pertenece a nuestro mundo.  Es una joven inexperta que me hizo una entrevista para la Universidad y desde entonces me tiene obsesionado.  No se si es porque es distinta a todas las chicas con las que he tratado, o qué. Me tiene fascinado. Cuando la vi, no sé qué es lo que me atrajo de ella, porque la verdad es que iba vestida vulgarmente, sin orden en la ropa ni en los colores y además al entrar en mi despacho, se cayó de bruces, con lo que puedes imaginarte la comicidad de lo sucedido. Pero...
- Pero  ¿qué Christian ? No te detengas ahora, me tienes en ascuas
.-Me miró de una forma extraña con unos ojos claros, transparentes como el mismo mar, como queriendo desnudar mi alma. Y entonces me reté a mi mismo que la conocería mejor y trataría de hacerla sumisa.
- Bueno, eso es lo que quieres. ¿ Lo vas consiguiendo, la has vuelto a ver ?


- A  ambas preguntas te respondo que si; pero tengo muchas dudas. La he presentado el contrato y las normas no las quiere aceptar.  A regañadientes he conseguido que siga algunas, pero se muestra reticente respecto a ello.
- Déjala.  Olvídate de ella, te traerá problemas. acude a la fuente de siempre.  Saben a lo que van y lo que hacer.   Te irá mejor.  Hasta ahora no has tenido problemas.
-Si, pero...  Todo eso me lo he dicho a mi mismo cientos de veces, pero el caso es que me gusta, me gusta muchísimo y yo a ella también.  Es algo testaruda y tiene las ideas muy claras de lo que desea, y lo que quiere, no coincide,  exactamente,con lo que quiero yo. Eso me hace estar inseguro, porque es algo que nunca se me había planteado; sabía exactamente lo qué hacer en cada momento.  Pero lo de Anastasia es diferente.  Me es difícil renunciar a ella.  Está en Georgia: ha ido a visitar a su madre, y la echo de menos muchísimo.  Y no sé explicar qué es lo que me pasa. Tú me conoces bien, y sabes mi actitud referente a las mujeres.  No lo sé, Elena, lo que me está ocurriendo, pero sea lo que sea es la primera vez que me sucede.
- Christian ¡ Cómo no lo ves ! Nunca te ha pasado, porque nunca has estado enamorado. Si, si, es lo que te pasa: te has enamorado perdidamente de esa muchacha.  Por cierto ¿ cómo se llama?
- Anastasia.¿ Dices que me he enamorado de ella ? ¿ Cómo ?
- Pues como todos. La ves, te gusta y tienes una cita.  Es así como se forman las parejas. Hasta ahora no te habías cruzado con la chica que te hiciera tener mariposas en el estómago, pero alguna vez tendría que ser, y esa vez te acaba de llegar.  Deduzco que, al menos, le has explicado lo que quieres de ella. Dices que ha viajado hasta Georgia para ver a su madre ¿ no habrá sido una excusa para alejarse de ti ?  Si no pertenece a nuestro mundo, es posible que le hayas asustado y haya salido huyendo.
- No, no creo.  Ella sabe que no le haré ningún daño
- No te fíes Christian. Eres un gran hombre de negocios, un amante extraordinario, pero eres un recién nacido en los afectos.  Siempre te has reservado de cara al amor; nunca has permitido que nadie traspasara esa barrera, hasta ahora. Y te enamoras de una chica totalmente ajena al mundo que tu frecuentas y al que quieres que ella pertenezca.  está muy claro: ha salido huyendo. ¿ Sabes lo que debes hacer para salir de dudas? Ve a buscarla, y verás que ella no piensa en volver contigo.  De esta forma te desengañarás y será más fácil el olvido.

¿ Olvidarme de Anastasia ? Hoy por hoy, me parece imposible no volverla a ver. Dice que lo que me ocurre es que me he enamorado de ella, luego entonces... ¡ soy su novio !. Kate tenía razón. Y en el fondo esa certeza me tranquiliza más que las palabras de Elena.  Ella no sabe la intensidad de nuestra relación, lo que sentimos ambos.  Tomo una decisión

-Discúlpame, Elena.  he de hacer una llamada urgente.  Enseguida vuelvo.

Me levanto de la mesa y voy al fondo del restaurante, y me vuelvo de espaldas a Elena.  No deseo que entienda lo que voy a hablar; conoce a la perfección el movimiento de mis labos.

-Taylor, por favor ponte en contacto con Stephan y di que prepare el avión rápidamente. Volamos a Georgia esta misma noche. Tu vendrás conmigo.
-Enseguida, señor. ¿ Cuántos días vamos a estar fuera? lo digo por la maleta
-Estaremos hasta el viernes. Pon algo cómodo, allí hace más calor y humedad que en el infierno
-¿ Voy a buscarle ?
- No es necesario. Salgo ahora mismo para casa. He de cambiarme de ropa, la que tengo puesta ahora es más incómoda para un viaje tan largo y para un lugar con tanto calor. En quince minutos estaré ahí. Arréglalo todo, Taylor, tengo mucho interés en ello.
-Descuide señor Grey. Ahora mismo lo gestiono todo..

Vuelvo con Elena y la digo que tenemos que despedirnos, que me ha surgido algo urgente que no tiene demora. Ni se imagina que voy a seguir sus consejos, pero no con la intención que ella cree, sino por todo lo contrario.  Ni se me pasa por la cabeza dejar a Anastasia.

Hacemos una escala.  El tiempo pasa lento y yo doy paseos de un lado para otro. Taylor ha ido a comprar revistas.  Miro a mi alrededor. Hay poca gente en la sala del aeropuerto. Veo a una mujer muy atractiva que me mira descaradamente; conozco lo que significan esas miradas, y sonro para mi, al tiempo que me digo : " llegaste tarde nena, estoy pillado y tengo una novia preciosa a la que voy a buscar".  Desde que Elena me descubrió la verdad de lo que siento por Anastasia, no hago más que repetirme "estoy enamorado, estoy enamorado".  es una letanía  que me repito una y otra vez tratando de convencerme y saber cuán profundo es el significado de esas palabras. Me gustan; es un sentimiento que me une a Anastasia ¿ Estará ella enamorada de mi , o simplemente lo que la une a mi es atracción sexual ?.   Una experiencia que ella desconocía y que ahora sabe lo que se siente , y he sido yo quién se lo ha descubierto. Tengo que averiguarlo, en Savannah, en cuanto llegue.


sábado, 18 de junio de 2016

Las obsesiores de Christian - Obsesión 9 - Dudas

Nuevamente dormimos juntos.  No en la habitación de huéspedes, sino en mi cama. Nunca antes que Anastasia, una mujer había dormido, no sólo conmigo, sino en mi cama, y mucho menos practicar sexo en ella.Nunca, nadie,,,,sólo Anastasia.  Ella era ...algo especial que tendría que definir. ¿ Cuáles eran los sentimientos que en verdad albergo hacia ella ?  Era la primera vez en mi vida que sentía algo así. tendría que consultarlo con Elena, hablar con ella de lo que me está ocurriendo y que es algo totalmente desconocido para mi. La beso cuando nos despertamos y acaricio su cuerpo, y el pensamiento de que voy a tardar en tenerla nuevamente así, hace que me abalance sobre ella, que por otra parte la sorprende bastante mi reacción. No sabe lo que la necesito, lo que sería capaz de hacer por ella de lo que estoy siendo capaz de hacer.  El hombre frío y rígido hasta hace poco tiempo, se deshace como gelatina ante esa mirada de ojos claros y transparentes que me miran de una forma que no sabría definir, pero que me gusta.  Si me gusta mucho.


Desayunamos juntos y la acompaño hasta su casa. Antes de salir del coche, la beso y la abrazo con desesperación, y por última vez la pregunto si es imprescindible que tenga que viajar, a lo que ella me responde afirmativamente. A regañadientes, la suelto y me doy por vencido. Tengo que hablar con alguien de las aerolíneas y reservarla el billete en clase VIP, ó mejor dicho, dos billetes, uno al lado del otro.  Así evitaré que cualquier latoso entable conversación con ella durante todo el viaje, e intente ligársela.  Después voy a mi despacho, dispuesto a enfrentarme a un lunes monótono aburrido y gris.  Todo es brillante cuando está Anastasia, pero sin ella todo está carente de color, sin vida.  Solamente escuchar sus risas es una música celestial. Tendré paciencia, al fin y al cabo va a ver a su madre; es justo,yo también veo a la mía de vez en cuando, e incluso la invito a comer a un buen restaurante.

Grace, es punto y aparte.  Otro punto y aparte en mi vida. ¡ Mi madre ! Cariñosa, abnegada y me quiere.  Lo descubrí al poco tiempo de llegar a la casa Grey.  Ella siempre estuvo a mi lado; no reclamaba nada, respeta mis reglas sin decir nada, aunque yo se que le agradaría abrazarme, pero es algo superior a mis fuerzas, no puedo, no puedo soportarlo.

Cuando la vi por primera vez, en aquella cama de hospital, triste y sin comprender muy bien por qué me encontraba allí, quién me había llevado, y  por qué  mi mami no estaba a mi lado, me pareció un angel. Miraba fijamente su fonendo que llevaba colgado al cuello, y por eso deduje que era médico y que me estaba cuidando. Tenía una via puesta por la que pasaba el suero que me haría mejorar de la desnutrición que padecía.  Después cuando me llevaron a casa, fue ella la que poco a poco se entendía conmigo; no hablaba,  no tenía palabras con las que agradecerla los desvelos que sentía por mi causa.


 Agradecí al Cielo que no llegara a enterarse de lo mio con Elena, una de sus mejores amigas.  No sé cómo hubiera reaccionado.  Me volvería loco si la ocurriera algo malo. La quiero, la quiero de verdad, la adoro. Adoro a mi familia; ellos representan todo para mi: mis padres, mis hermanos y ahora Anastasia. ¿ Qué lugar ocupa ella en mi escala ? creo que la pondría a la par que a Grace ¿ Tanto ? No, no es posible. Anastasia es...no lo sé.  La echo de menos, pero el lugar de mi madre...no en su lugar no, a la par que Grace.

¿ Por dónde irá ? ¿ Qué estará haciendo ? ¿ Por qué te has ido, Anastasia? No debo ser egoista.  Ella también quiere a su familia, como es lógico.  Ha tenido una infancia feliz, normal, pero la mía no lo fue hasta que llegué a los Grey, y después fuí perverso con ellos, en lugar de agradecerles todo, me revolví contra sus normas, y las necesitaba ¡ vaya si las necesitaba ! Menos mal que ella apareció en mi vida. También le estoy muy agradecido, pero creo que se enfrentan Anastasia y Elena. Ella no lo entendería por mucho que se lo explicara. No comprendería que a ella la debo lo que soy y que posiblemente de no haber sido así, hubiera terminado sabe Dios cómo.

Me entra un correo y con alegría compruebo que es Anastasia ¿ Por qué se conecta ahora ? Miro el reloj y veo que posiblemente estén haciendo alguna escala, y no me equivoco. Siempre me riñe por lo que hago por ella. Me reclama que el billete en turista, fuese cambiado por un VIP. No sabe que todo se me hace poco por proporcionarle un mayor bienestar. Que para mi es muy fácil conseguirlo, y que no representa nada, no significa nada, excepto ella, que se ha vuelto importante para mi. Se cree una mantenida por estos pequeños detalles, cuando todo lo que quiero es complacerla sin otra intención de que esté bien y protegida.  Aún le quedan algunas horas hasta llegar a Georgia, hasta estar más lejos de mi.  Mañana tengo una reunión importante a la que debo asistir sin falta, pero pasado llamaré a Elena para ver si nos vemos.  he de explicarle todo ésto que siento y que no se catalogar.  Ella, que me conoce,, sabrá aconsejarme qué debo hacer respecto a todo, a mi relación con Anastasia. ¡ Dios mio  !  Acaba de marcharse y ya la echo de menos
.

Llamo a Elena, hacía tiempo que no hablábamos, desde que Anastasia se coló en mi cabeza. Me lo reprocha, pero le doy una excusa pueril.  No soportaría que me haya alejado de ella  por otra mujer. Quedamos para después de la reunión.  Con ella puedo hablar de todo lo que me ocurre; es mi confidente, la que entiende hasta el más escondido pensamiento.  me ayudará a definir lo que quiero con Anastasia.  Desde luego mi intención, lo que más deseo es hacerla mi sumisa, pero va a ser una labor harto difícil; Anastasia es de todo menos sumisa. Al colgar el teléfono, apunto en mi agenda el día, la hora y el lugar donde hemos quedado.  No se me olvidará.  Me interesa mucho despejar de una vez esta especie de zozobra que me mantiene en vilo. Kavanagh lo definió como noviazgo ¿ es eso en realidad? ¿ deseo ser novio de mi chica? No creo.  El noviazgo ata, crea lazos, y yo no deseo atarme a nada ni a nadie ¿ pero qué digo ?  a Anastasia ¿ tampoco ? "No tienes ni idea Grey, claro que quisieras atarla a ti, y no en el cuarto de juegos precisamente. La deseas en exclusiva, porque en el fondo tienes miedo de que se te escape entre los dedos, de que conozca a otro hombre que no le ponga tantas trabas para estar con él.  Ella es preciosa, y seguro que no le faltarán pretendientes. Aclara tus ideas de una vez y decídete.".

Mi conciencia me habla claro, es en realidad lo que necesito que alguien me hable con claridad y me haga ver lo que siento. No tengo la suficiente confianza para confiárselo a mi madre; tendría que dar muchas explicaciones referente a muchas cosas, y no estoy dispuesto a ello. Deben estar al margen de mi vida, que es absolutamente mía y de nadie más.


viernes, 17 de junio de 2016

Las obsesiones de Christian - Obsesión 8 - La habitación secreta

Me echo hacia atrás en mi sillón, descanso por unos momentos del trabajo, entorno los ojos y sin querer, vuelvo a la primera noche que dormí con compañía, junto a Ana.  Por primera vez en mucho tiempo mi sueño fue largo y tranquilo; lo achaco a los excesos de aquella noche.  Cuando regresé la compensé por el mal rato que la hice pasar al ausentarme y dejarla sola. Deseaba dormir conmigo, y yo no lo entendí. Mi compensación fue marca Grey, pero algo especial para ella, aunque puede que lo hiciera con alguna de las otras chicas. Creo que fue con Leila, a quién le di a beber vino frio de mi boca.  Pero el resultado con ella, no ha tenido nada que ver con el que Anastasia me ha dado, que vibraba y gemía cuando recorría su cuerpo con un cubito de hielo entre los dientes. Efectivamente, nada que ver.  Me desperté a su lado, pero ella me observaba sonriente.

-¿ Has dormido bien ? - me preguntó con su voz dulce y su gloriosa sonrisa



Hoy la tendré cerca, más cerca.  A pocos pasos de mi casa. Por fin el traslado a Seattle, y mañana la tendré para mi solo. Al fin la doctora Green vendrá y allanaremos el camino hacia la desaparición de los condones a los que odio. Siento algo de pudor al tener que deshacerme de ellos delante de la chica de turno, por eso entiendo perfectamente a Anastasia cuando se ruboriza si la menciono algo de su intimidad.  Señorita Steele, me has hechizado.  Siento que hay algunos conceptos que antes tenía muy claros, y sin embargo ahora, con ella, percibo que ya no los veo lo mismo.  Mañana, si acepta quiero llevarla al cuarto del placer, aunque ella piense que es el cuarto de la tortura.  Estoy deseando empezar a jugar con ella.  Será una experiencia nueva para ambos.Para ella porque se verá ante lo desconocido, y para mi, porque tendré que instruirla, cosa que nunca he hecho con nadie.  Todas las que han estado allí, eran expertas.  Tendré que elegir cuidadosamente los juegos que vayamos a hacer, no quiero asustarla.  Tendré paciencia y poco a poco la iré introduciendo y pulsando el grado de dolor que soporta, y el de placer también.  Estoy impaciente por  que pase el sábado y amanezca un nuevo día, nuevo de verdad, sobretodo para Anastasia.  Se me hará interminable la tarde, creo que es mejor, para acortarla, que me dedique un poco a trabajar. Estoy nervioso, expectante ¿ cómo reaccionará ella ante el ritual que la tengo preparado ?

Después de un examen, la doctora Green, al fin se ha marchado después de recetarle la píldora. Dentro de unos días perderé de vista esa molesta protección que me desagrada, pero que es necesaria..

-¿ Quieres jugar conmigo ?- la pregunto, pero ella sarcástica me responde con una evasiva, a pesar que sé que ha entendido mi pregunta
- Aquí sólo estamos tu y yo, ¿ con quién iba a jugar? ¿ A cartas quieres decir ?
- No Anastasia, y tú lo sabes. Deseo que juguemos arriba en el cuarto del placer
- No termino de entender que sea del placer con esos cachivaches que me horrorizan
- Hoy no vamos a usarlos. Iremos poco a poco. Hoy será tu primera vez. No, hoy no; serán simplemente juegos sexuales para el placer tuyo y mio
- De acuerdo. Si no vas a torturarme , de acuerdo
- Nunca te haré daño, y lo sabes. Además sabes que puedes cortar mi intervención siempre que quieras, para eso te di unas palabras claves
-Si, si, ya lo se. Y me negaré si te extralimitas; podré hacerlo porque aún no he firmado "tus normas"
- Cierto, pero de eso ya hablaremos más adelante.  Hoy estoy impaciente por tenerte allí. Llevo esperándolo desde ayer, y francamente no puedo ni quiero tener más demoras. Vamos

La tomo de la mano para inspirarla tranquilidad, ella, aparentemente está tranquila.  No sabe a lo que va,  ni lo que va a sentir; tiene que experimentarlo por si misma.  Por mucho que la diga que sentirá un gran placer, no me creerá, así que no la comento nada más y abriendo la puerta, entramos en el cuarto, que según ella le llama es la habitación de la tortura.  Cumplo con todo el ritual al que estoy acostumbrado: trenzo su cabello, la desnudo, y la tumbo en la cama atando sus brazos y sus piernas.





  Compruebo que las ligaduras no estén fuertes para que no dañen su inmaculada y preciosa piel.  Abre mucho los ojos ante la expectación de lo que vendrá a continuación.  Y lo que siguió la hizo vibrar nuevamente, retorciéndose en el lecho, jadeando y suplicándome que terminase con aquella sucesión de deseos. Deseaba que los aliviase, y yo respondí , y la hice mía suavemente al principio, después más rápido hasta que la hice gritar de placer.  Cuando terminamos, tras diversas repeticiones, la llevé en brazos para que descansara.  Quedándose dormida inmediatamente.



La dejé descansar, ni siquiera la desperté para comer; ya lo haríamos cuando se recuperase, pero fue tan agotador para ella, que tuve que despertarla a media tarde. Ibamos a cenar a casa de mis padres; conocería a las personas más importantes de mi vida: a mi familia, algo que jamás había hecho anteriormente. Y sonreí al incluir a Anastasia entre las que consideraba importantes.  Ninguna otra había tenido ese privilegio anteriormente, Nunca.

Entre plato y plato Carrick, unas veces, y Grace otras, deseaban saber  ó conocer, a quién había sentado a la mesa para compartirla con ellos. Estaban alucinados; nunca antes me habían visto con una chica.  Era un interrogatorio a dos o tres voces, puesto que mi hermana también intervenía. Anastasia, nerviosa al principio, poco a poco se fue afianzando y respondía con la mayor naturalidad y sinceridad. Eso me enorgullecía.  Me agradaba que mi familia diera el visto bueno a mi chica. Pero algo cambió mi expresión satisfecha, cuando a una pregunta de mi madre, Anastasia respondió que al día  siguiente,  lunes,  iría hasta Georgia a visitarla y a su esposo que estaba en reposo por una lesión en un pie.


 Creo que el color huyó de mi cara ¿ Cómo es que yo no lo sabía ? ¿ Cómo es que no he sido yo el primero en saberlo?  La furia me ganaba por momentos; no me podía creer que estuviera lejos a tantos kilómetros, durante varios días sin verla, sin tenerla ¿ por qué no lo he sabido ? Si a duras penas contenía mi impaciencia cuando vivía en Portland, ¿ cómo voy a resistirlo a miles de kilómetros?  Mi enfado subió de enteros, pero con mi habitual control, nadie percibió el descomunal enfado.  Tenía que castigarla; había cometido una infracción grave.  No podía pasarlo por alto.  Con la excusa de enseñarle la casa, me alejé de allí con ella de la mano. Tenía que escarmentarla, ¡ y vaya si lo hice en la caseta de los aperos de las embarcaciones! la tumbé en una lona y esta vez no tuve miramientos. Lo hice a mi manera, mientras ella protestaba quejándose, no sé si porque le hacia daño, o por no encontrar la liberación que la estaba provocando.  Fue rápido.   La ayudé a incorporarse, y cuando la tuve frente a mi, ella protestó

- Has sido injusto. ¿ Por qué te has enfadado?
- Yo debía  haber sido el primero en saberlo, y me he enterado de pasada, por casualidad. ¿ Te parece poco ?
- ¿ Así van a ser tus castigos?
-No tienes ni idea de cómo puedo castigarte-   La voz lejana de mi hermana buscándonos hizo que nos recompusiéramos inmediatamente.
-Toma- la dije alargándole las braguitas que le había quitado en el cuarto del placer y que ella no me había reclamado.  Se con qué intención lo hizo. Pensé que me las pediría, pero no, Anastasia, una vez más, se había salido con la suya.

Nos reunimos con Mia y a su pregunta, respondí que enseñaba a Anastasia mis trofeos de vela. Ninguno de los dos dimos a entender lo que acababa de ocurrir en ese cuarto, pero mi enfado aún perduraba.  A nuestro regreso a Escala, la pedí que se quedara conmigo esa noche, ya que tardaría tiempo en volver a estar con ella. Aceptó y mi enfado se desvaneció  en el acto.


domingo, 12 de junio de 2016

Las obsesiones de Christian - Obsesión 6 - ¡ Vale !

Y llegó el gran día para Anastasia. Había conseguido lo que cuatro años atrás se había propuesto. Mi chica, inteligente, trabajadora y absolutamente genial, ha conseguido el título de editora. tengo que ayudarla a conseguir sus sueños; es importante para mi que sea feliz.  Me preparo para acudir a la Universidad: daré un discurso. Cuando entro en el auditorium veo sentados a chicos y chicas que hoy culminan sus sueños, sus inquietudes y comienzan una nueva etapa en sus vidas.  Todos parlotean alborozados; hoy es un día grande para todos ellos, también para mi, aunque no sé muy bien porqué.  Taylor irá a recoger el magnífico coche que he comprado para Anastasia.  Anda circulando en una lata del año de la polka, y temo por su integridad.  En cualquier momento la dejará tirada o lo que es peor puede provocarla un accidente.  Mi conciencia no me lo permite, he de protegerla a como de lugar.






 Es curioso el efecto que ha causado en mi ¿ será en todos igual?  Me gustaría saber, cuando conoces a una chica y te gusta, si es lógico sentir lo que yo siento por ella.  Nunca me había pasado.  Estoy permanentemente nervioso y deseando verla, y cuando estoy a su lado, todas las inquietudes desaparecen; es mi bálsamo.  Nunca me había pasado con ninguna otra, ni siquiera con Leila, que ha sido la más duradera de mis relaciones. Creo, deseo,  que la guste el automóvil, es la misma marca y color que les he comprado a todas, porque por todas  cuidaba de su seguridad.  Me gusta complacer a la gente, tenerla contenta a mi alrededor.  Todos mis empleados están satisfechos de trabajar para mi, y ellas, todas, eran empleadas a tiempo parcial  los fines de semana. Las cuidaba bien. No quería que les ocurriera nada, pero todo eso, alguna lo interpretaba a su manera, y tenía que ponerle coto; las despedía y encargaba otra.  Me molesta hablar de ellas de este modo, por amor de Dios,¡ no eran mercancía!.

Busco entre los muchachos a Anastasia.  Están todos sentados con sus birretes y togas, todos iguales; es difícil distinguir desde aquí, porque además no paran de moverse. ¿ Por qué sentirán tanto entusiasmo por la Universidad ? Yo estaba deseando dejarla, y me importó un pimiento no graduarme. Sólo lamento el disgusto que provoqué en mis padres por esa decisión. Ahora sin embargo se sienten orgullosos de lo que he conseguido.  Y mira que se lo dije a Carrick, pero él no tenía idea de lo que bullía en mi cabeza.


Anastasia ¿ por dónde andas? Ah si, ya la he visto.  Se encoge en su asiento, no quiere que la vea, pero es inútil mi dulce niña, mis ojos te persiguen siempre.  Haré una señal para que sepa que la he localizado, que me he puesto la corbata con que la até a la cabecera de su cama, el día que me gastó la broma tan pesada en que me rechazaba.  Claro que lo que vino después fue altamente satisfactorio para los dos. ¡ Ay pequeña mía ! aún no sabes de lo que soy capaz cuando algo se me antoja, no lo dejo escapar.  Tú eres mi actual presa, pero me estás empezando a cansar con tanta demora ¿ qué demonios tiene que pensar?  Yo lo tendría claro, pero en el fondo la comprendo: no conoce nada de este mundo y está aterrorizada ¿ Me cree capaz de hacerla daño ? Si sólo deseo su felicidad que se sienta cómoda, que esté relajada y tranquila.  Quizá es que no me he explicado bien.

¡ Ah ! ya está el Rector abriendo el acto. Para ya Grey, deja a Anastasia a un lado y céntrate en lo qeu vas a decir a estos chicos.  Tu vas después de la Cavanagh.

Los discursos han estado bien.  Kate parece muy inteligente, aunque el cuestionario que me envió a través de Anastasia, no era muy novedoso, que se diga.  Ahora viene la entrega de  ¿trofeos? No lo son, pero para ellos si.  Si van por órden alfabético, aún me queda un buen rato para saludar a Anastasia.  Espero que todo este protocolo se aligere.  Estoy impaciente por estrechar su mano, claro que lo que me gustaría sería besarla y abrazarla pero hay que guardar las formas, naturalmente no lo haré.  Rozaré su mano brebemente, y después a ver si consigo que pasemos la noche juntos, o al menos parte de ella.  Creo que iban a venir sus padres, pero al final sólo lo ha hecho su padre, porque Carla tenía que cuidar de su marido que está accidentado. Ha sido muy oportuno el hombre ¡ con la ilusión que les hacía !, pero bueno, lo importante es que se recupere pronto.

¡ Dios mio, la espera es eterna ! Pero ya la veo subir al escenario.  Es cuestión de un momento y la tendré frente a mi.  Ya llega.

-Enhorabuena señorita Steele
-Gracias señor Grey.  El discurso ha sido genial. Han aplaudido muchísimo y todos estaban entusiasmados
-¿ Tienes ya la respuesta?
- No creo que sea el momento más oportuno para discutir eso ahora.  Se está formando cola detrás de mi. Hay que ser breves, Grey
- Dime si o no. Me consume la incertidumbre
-No le creía tan impaciente. Vale
- ¡ Vale ! ¿ Que significa  ese vale ?
- Pues eso, que vale, que si, que lo intentaré...,  al menos

Y desaparece de mi vista, a pesar de que de soslayo en cuanto tengo ocasión la persigo con la mirada para ver si la encuentro. Estoy deseando que termine la ceremonia.  Deseo que estemos a solas, y de una vez me explique lo que significa ese "vale ".  Aunque creo lo sé, no quiero hacerme ilusiones, con ella nunca se sabe.  Me lo dijo sonriendo, y eso significa que acepta. ¡ Dios mio ! estoy tan contento que me pondría a dar saltos de alegría. Anastasia, no sé que me has dado, ni lo que haces para que me sienta tan contento como ahora.  Te ha bastado una simple palabra que abarca un universo de emociones y promesas.  Desde ahora la adopto para mi afirmación que siempre será "vale" en lugar de okay.

La fiesta está en todo su apogeo.  Las familias se muestran orgullosas de sus hijos por el título obtenido. Mantengo una charla con el rector y los profesores, sobre la brillantez de acto, y disimuladamente busco con la mirada a Anastasia.  La veo que está contenta; charla animadamente con Kate, el hermano y,  un señor de edad madura que supongo será el señor Steele. Buena ocasión para conocerle.  Me desharé de la Junta  e iré en su busca.

Al fin consigo avanzar hacia ella. Kate se está despidiendo del padre de Anastasia y se quedarán lo dos solos.  Llego hasta ellos. Kate susurra unas palabras que me dejan de piedra ¿ su novio, qué novio ? ¡ ay Kate no sabes en el lio que nos has metido !  Miro a Anastasia y la noto violenta, nerviosa.  La presencia de un fotógrafo hace que se relaje el ambiente cuando me solicita una foto. ¡ Vaya, su novio ! ¿ Novio, qué novio ? Una relación amo y sumisa, eso va a ser todo. Aunque no estaría nada mal: ella estaría contenta y se relajaría, pero sería una locura porque seríamos los novios eternos, o quién sabe, duraríamos un suspiro.  De momento dejemoslo estar.

- ¿ Nos perdona un momento, Ray ?
- Por supuesto. Haced lo que tengáis que hacer




Tengo que tomar de la mano a Anastasia; quería quedarse con su padre, pero yo deseo que esté conmigo y la sujeto contra mi mientras el fotógrafo tira la foto. Nos pide una sonrisa y la verdad es que no hago ningún esfuerzo por sonreír. En todas las fotos  estoy muy serio; en cambio Anastasia pone una cara rara, como  asustada, y a penas si esboza una sonrisa..  No entiendo porqué. ¿ Será por la indiscreción de Kate? En ese caso, el asustado debiera ser yo.

Las obsesiones de Christian - Obsesión 5- Respuesta demorada

Habíamos quedado citados para discutir la parte del contrato en el que las normas eran algo a respetar estrictamente, pero Anastasia, ¡ cómo no ! diría la última palabra. En un principio parecía una mujer dócil, manejable, pero estaba visto que mi ojo clínico había errado con ella. Era una mujer de fuertes convicciones de las que no se apartaba nunca si creía que llevaba razón.Estoy siendo demasiado transigente con ella, y la verdad,  yo mismo me desconozco: siempre he sido implacable y a una orden mía, todo se ha cumplido a rajatabla.  Estuvo indagando, y había algo que la desagradaba.  Como siempre, se comunicó conmigo y me rechazó, algo que me sentó francamente mal.  Una vez más me repito ¿ qué me está pasando con esta cría ?  Tuve que demostrarle que no soy un hombre difícilmente rechazable, que cuando voy tras de algo, no paro hasta que lo consigo.  Y ella, claro, no fue una excepción.  Jugué mis armas de seducción, y la pobre,  inocente mía, cayó sin remedio.  El rechazo se tornó en una cita para discutir algunos puntos. Quedamos en cenar.  ¡ Estupendo, pasaremos una noche gloriosa !




- ¿ Ha quedado todo claro ?
-Si y no.  Algunas cosas no las tengo muy claras. Tu manejas la situación mejor que yo. Te aprovechas de que no tengo experiencia e ignoro todo esto.  Lo revisaré concienzudamente y te responderé dentro de algún tiempo
-¿ Algún tiempo? ¿ Qué más necesitas saber ? Creo que he sido sincero y muy claro contigo.  Incluso te he hecho algunas concesiones, de las que no estaba dispuesto a renunciar, y aún así no estás conforme.  Eres muy difícil de tratar; eres muy buena negociadora, he de reconocerlo, aunque sea yo el perjudicado en esta ocasión
-¿ En qué te perjudico yo ? Si no te interesan mis condiciones, te repito lo que me dijiste: déjalo y no ha pasado nada
- Pero el caso es que si ha pasado, Anastasia. Me siento muy atraído hacia ti, me has dado a beber algún brebaje que me ha hechizado.  Nunca he sido tan condescendiente como lo estoy siendo contigo. Ahora mismo esta conversación me está poniendo a cien, así que vámonos ¿ a tu casa o arriba a mi habitación ?
- Me voy, Christian.  Estoy cansada y mañana es un día importante para mi. He de relajarme, porque aunque no lo creas, cierro una etapa importante de mi vida y comienza otra totalmente diferente y desconocida, y es algo que me tiene preocupada
- ¿ Lo dices por lo nuestro ?
- No seas tan arrogante. Lo digo porque tengo que encontrar un trabajo, nos cambiamos de domicilio y también está lo tuyo, claro
- Lo has puesto en último lugar ¿ Es que no te interesa? Te lo repito: puedes dejarlo en cualquier momento. Nuestra relación no será convencional, ya lo sabes. No tengo los idealismos que tu, soy más práctico, o si quieres, piso más la tierra.  Tú estás influenciada por los personajes de los libros que te han fascinado, pero créeme, la vida real es otra cosa.


- Pero a mi me gusta ese tipo de vida.  Tu eres frío, todopoderoso, que consigue lo que deseas con el chasquido de un dedo, pero a mi me ha costado cuatro años de mi vida de no salir y disfrutar con amigos como lo hacen todos los jóvenes. No tienes ni idea de lo duro que es estudiar y trabajar al mismo tiempo.  Me he privado de muchas cosas porque quería hacer lo que por fin he conseguido. Es importante para mi, pero no estoy entrenada para un cambio tan radical de vida como el que voy a tener.Y eso me perturba.
- En ningún momento has mencionado lo nuestro, y eso me preocupa a mi también, porque yo me lo tomo muy en serio. ¿ Deseas que te envíe flores o bombones?  Por eso no sufras, el día de tu cumpleaños tendrás rosas y bombones exquisitos. Si es eso todo lo que deseas, por mi no hay inconveniente; los tendrás
- No es eso Christian: ¿ Qué tipo de relación vamos a tener? Seré tu amante ocasional los fines de semana. ¿ Sabes en que me convierte eso? Pues es algo que no entra en mis cálculos, la verdad
- Erres una mujer muy difícil, Anastasia Steele, y estoy comenzando a impacientarme ¿ Aceptas la relación si ó no ? Es muy sencillo.  Quiero una respuesta y la quiero ya
- Pues lo siento, señor Grey. En este momento no te la daré. Si no te conviene, lo dejamos y en paz. Tengo que madurar todo lo que me has expuesto y entonces te responderé. Podemos dejarlo aquí y ahora, pero reconoce que es algo que he de meditar
- Está bien Anastasia. No quiero que lo dejes; lo deseo muchísimo, pero contigo. Y tal y como estoy en este momento te necesito aún más.  Y te recuerdo que no me has respondido:  en tu casa, o en el hotel ?
- En ningún sitio Christian. Te he dicho que me voy. Ya te daré una respuesta
-Por Dios santo ¿ cuándo ?
- No lo sé.  Estudiaré las rectificaciones y entonces te lo haré saber.
- Está bien. Sea como quieras.

Anastasia, Anastasia...  Eres tozuda y difícil.  Sabes my bien qué cartas jugar. Eres lo mismo que ese caramelo que se le pone a un niño en la boca y cuando va a deleitarse con él, se lo quitan. Te he explicado todo, he sido sincero contigo porque deseo que lo nuestro funcione, pero tu,  erre, que erre, sigues en tus trece.  Y a ti Grey  ¿qué narices te pasa con esta chica? Debería hablar con Elena. Ella me aconsejaría; tiene más experiencia que yo, es decir yo no tengo ninguna más que con las sumisas. Pero Steele es diferente, muy diferente, y la verdad es que cada vez deseo más estar con ella y si he de hacer concesiones, las haré. Tampoco sería un sacrificio salir a cenar alguna noche; lo hago muy a menudo con Elena y no pasa nada.  Pero, Elena es un punto y aparte.  Ella me conoce, sabe del pié que cojeo. La llamaré un día de éstos y hablaré con ella de todo lo que me está pasando.  A ver qué me dice.  Seguro que ella me aclara las ideas.  Aunque, algunas veces, me insinúa algo  en lo que no quiero pensar.  Presiento que está empeñada en que volvamos a ser algo más que amigos, es decir amigos pero de otro calibre, como antaño, y yo no estoy dispuesto a ello.  Ella es mi mejor amiga, la debo mucho, pero también es muy absorbente.  No, ni hablar, no sería buena idea. Además está Anastasia.  tendría que cortar con ella, y a eso no estoy dispuesto, ni hablar.  Aprecio a Elena, pero no estoy enamorado de ella. Lo de entonces fue algo especial porque la circunstancia era especial, pero ahora no quiero atarme a nada ni a nadie. Seguiré siendo libre, volando a mi aire .  Iré con quién quiera y cuando quiera; Elena querría algo fijo y no estoy dispuesto a ello.


 Rotundamente no.  Mi objetivo es otro, que por ahora me entusiasma; ya veremos lo que  dura la novedad. La pequeña Steele es exquisita y el sexo con ella es especial, pero veremos lo que nos dura esta relación.  Durará lo que todas: cuando se instale la rutina y me canse corto y adiós muy buenas.  Pero de verdad lamentaría que fuera breve. Con ella todo es distinto.