Jack acaba de anunciarme que los viernes tienen por costumbre ir a una cafetería cercana a tomar una cerveza, con los compañeros del departamento. Desea que yo también vaya. Me apetece, quiero confraternizar con ellos, aunque por otro lado retrasará el encuentro con Christian , y estoy ansiosa por verle de nuevo. Me siento renovada y feliz. Le comunicaré que me retrasaré algo en nuestra cita. Creo que no va a gustarle la idea, si se siente como yo, pero me parecía una descortesía decir que no.
Le pongo un correo y parece que no está disgustado, probablemente el deseo de encontrarnos de nuevo aliviará un poco su contrariedad. He de decirle el lugar y la hora. Me río cuando conozco que la cafetería se llama Fifty Shades de Lori's. Mi compañera más cercana me mira sorprendida, porque tengo delante un manuscrito en el que trabajo y debe pensar que se trata de algo gracioso. La miro de reojo, y dejo su
curiosidad en el aire. Y por fin dan las seis; es hora de recoger la mesa y prepararme para la salida. Entro en el baño y retoco mi aspecto, y allí mismo comunico a Christian el lugar.
Cuando salgo a la calle miro al cielo: hace una tarde preciosa de primavera, o ¿ soy yo que me siento eufórica ?. Una chica me para mencionando mi nombre, no la conozco pero parece que tiene algo que decirme. Me excuso con mis compañeros con los que me encontraré cuando haya atendido a la joven que me retiene
¿ La conozco? ´. La pregunto y ella me dice que no con la cabeza. No sé porqué su aspecto me produce repeluses. Se la ve algo descuidada y con el semblante demasiado pálido, pero ha debido ser muy bonita, porque aún, a pesar de todo, lo sigue siendo.. Y sigo mi interrogatorio tratando de averiguar lo que la conduce hasta a mi. ¿ Quién eres ? . Vuelvo a preguntarle, y su respuesta me sacude y al instante pienso que tiene algo que ver con él. Es una corazonada, pero es como si tuviera un sexto sentido que me lo avisa. "No soy nadie", me responde, dando media vuelta y desapareciendo de mi vista. Me deja algo preocupada, pero a paso ligero me dirijo a reunirme en Loris y olvido al instante a la chica misteriosa que me ha abordado.
Pido una cerveza y me integro en la tertulia que han formado todos los chicos y chicas de los distintos departamentos. Paseo la mirada por el entorno buscando algo que justifique ese nombre, pero no lo encuentro por ningún lado. Es una cafetería corriente de las que hay muchas, con fotografías de deportistas, alguna copa ganada en cualquier campeonato, banderines de clubes de deporte... en fin lo clásico de un lugar corriente cercano a las oficinas. Me disgusta que Hyde esté tan cerca, pero observo que es un modo de comportarse, porque también lo hace con Elizabeth en la oficina, pero francamente, te hace sentir molesta y un poco abrumada. No me atrevo a lanzar una indirecta, aún no, pero creo que más adelante, cuando tengamos más confianza, he de darle un toque y hacerle ver que ese atosigamiento no me agrada.
Sé que está cerca, lo presiento y miro, pero no le veo, y sin embargo noto una especie de alborozo en mi interior que me hace sentir su presencia. Dirijo la vista hacia la entrada, y ahí está él, entrando en la cafetería. Sonrío al verle e inmediatamente inspecciona el lugar para localizarme. ¡Me ha visto! y también sonríe. Pero de pronto tuerce el gesto y creo que sé por lo que es : la proximidad de Hyde. Trato de separarme, pero me lo impide la espalda de otro compañero. Antes de lo que recuerdo, siento los labios de Christian en mi mejilla y el apretón cariñoso de su brazo en mi cintura.
He de presentarles, es lo que manda la buena educación y lo hago: " Christian , Jack Hyde " " Yo el novio ", responde. Y en su mirada hay firmeza y en la del editor desafío al responder " Y yo el jefe ". Entonces me siento violenta y con ganas de marcharme de allí inmediatamente. He podido notar en esos saludos como si fuera un reto, algo que no me gusta. ¿ Por qué los hombres actúan de esa manera siempre tan competitiva? No lo entiendo, entre otras razones porque Hyde es mi jefe, y no necesita hacerlo notar, y Christian, no debió provocarle.
No obstante, Jack quiere que nos quedemos un rato más. Pellizco con disimulo a Christian para marcharnos cuanto antes. No me gusta lo que acabo de ver; no soy ningún trofeo ni campeonato a ganar. Me siento muy incómoda, pero a la vez más tranquila cuando Christian rechaza la invitación alegando que ya tenemos nuestros planes de fin de semana. Salimos de allí inmediatamente.
Creo que me he ruborizado. Lo he pasado francamente mal, y se lo hago notar a Christian:
- ¿ Por que os habéis convertido en chiquillos?
- ¿ A qué te refieres?
-Sabes muy bien a lo que me refiero. Os habéis retado a ver quién era más poderoso para llevarse el pañuelo de la dama. Ha sido todo un duelo de Titanes, y no soy ninguna recompensa ¿ sabes? Tenéis demasiada testosterona. Me ha parecido ridícula esta situación
- No no lo ha sido. Sólo tendrás que decirme si no se comporta como es debido contigo, nada más
- ¿ Qué quieres decir? Se trata de mi jefe y sólo ha tratado de ser amable
- Me alegro infinito. Pues que siga así más le vale
¿ Qué significa eso? ¿ No estarás interviniendo en mi trabajo?
Llegamos al coche, y Taylor solícito me abre la puerta. Pero me estoy poniendo nerviosa y de mal humor. Creo que he de decirle algo, que estoy segura que sabe, pero por si acaso lo advertiré
- Christian, es el trabajo que he soñado, me gusta. Tengo unos buenos compañeros, y un jefe competente del que puedo aprender mucho. Por favor no lo estropees
- No te preocupes. No pienso interferir en tu trabajo, pero no permitiré que nadie se propase contigo, no lo toleraré.
- Deja que yo solucione mis problemas. Puedo hacerlo perfectamente
- Si, ya vi en cierta ocasión cómo lo solucionaste con tu amigo...
- ¡ Basta ya !, por favor. Ambos habíamos bebido más de la cuenta y tú interviniste. No pasó nada
- De lo cual me alegro. Pero tú sólo dime se notas algo extraño en él
- ¿ Qué vas a hacer? ¿ Comprarás la editorial?
Le miro horrorizada cuando en su semblante noto su sonrisa de medio lado. Esa sonrisa irónica que dice muchas cosas. Y me enfurezco porque no ha dicho nada, y eso me confirma que no voy descaminada ¡ La ha comprado !
Retiro mi mano de las suyas que llevamos enlazadas y miro a través de la ventanilla retirándome un poco de su lado.. " Si la he comprado "-responde. " Quiero protegerte y no iba a dejar de hacerlo para que no te enfadaras"
Le miro furiosa. la sonrisa se ha borrado de su cara. No es lo que he estado esperando durante todo el día. No quiero discutir con él y menos por Hyde, es mi jefe, pero no me interesa lo más mínimo fuera del aspecto profesional.. Entonces corta mis reflexiones y me pregunta:
- Bien ¿ donde vamos ?
Creo que la noche no va a tener un buen comienzo por nuestra discusión, así que será mejor un terreno neutral, porque en su terreno estoy perdida y se saldrá con la suya. Y yo quiero tener mi espacio, en el trabajo, y ser yo quién resuelva mis conflictos, así que vamos a mi apartamento, que además aún no conoce. Estamos solos, sin problemas..
Salgo disparada del coche en cuanto para frente a la entrada del apartamento. Noto que Christian me sigue, pero no vuelvo la cabeza. Estoy furiosa con él. Muy enfadada. Me paro frente al portal y rebusco en mi bolso las llaves. El permanece callado detrás de mí, pero se aleja un instante y veo que a Taylor le hace una seña como "espera, no sé qué va a suceder ". Me giro para que no vea que me estoy riendo. En definitiva, no merece la pena por una tontería de chicos, que perdamos nuestra noche, la de la reconciliación. Lo he esperado durante todo el día, así que Ana, deja ya de hacer morritos y déjale entrar.. Le entrego las llaves y él solícito abre la puerta y me da un beso en la mejilla. Después se vuelve hacia Taylor, y le hace una seña con la mano, que le indica que debe marcharse.
Le pongo un correo y parece que no está disgustado, probablemente el deseo de encontrarnos de nuevo aliviará un poco su contrariedad. He de decirle el lugar y la hora. Me río cuando conozco que la cafetería se llama Fifty Shades de Lori's. Mi compañera más cercana me mira sorprendida, porque tengo delante un manuscrito en el que trabajo y debe pensar que se trata de algo gracioso. La miro de reojo, y dejo su
curiosidad en el aire. Y por fin dan las seis; es hora de recoger la mesa y prepararme para la salida. Entro en el baño y retoco mi aspecto, y allí mismo comunico a Christian el lugar.
Cuando salgo a la calle miro al cielo: hace una tarde preciosa de primavera, o ¿ soy yo que me siento eufórica ?. Una chica me para mencionando mi nombre, no la conozco pero parece que tiene algo que decirme. Me excuso con mis compañeros con los que me encontraré cuando haya atendido a la joven que me retiene
¿ La conozco? ´. La pregunto y ella me dice que no con la cabeza. No sé porqué su aspecto me produce repeluses. Se la ve algo descuidada y con el semblante demasiado pálido, pero ha debido ser muy bonita, porque aún, a pesar de todo, lo sigue siendo.. Y sigo mi interrogatorio tratando de averiguar lo que la conduce hasta a mi. ¿ Quién eres ? . Vuelvo a preguntarle, y su respuesta me sacude y al instante pienso que tiene algo que ver con él. Es una corazonada, pero es como si tuviera un sexto sentido que me lo avisa. "No soy nadie", me responde, dando media vuelta y desapareciendo de mi vista. Me deja algo preocupada, pero a paso ligero me dirijo a reunirme en Loris y olvido al instante a la chica misteriosa que me ha abordado.
Pido una cerveza y me integro en la tertulia que han formado todos los chicos y chicas de los distintos departamentos. Paseo la mirada por el entorno buscando algo que justifique ese nombre, pero no lo encuentro por ningún lado. Es una cafetería corriente de las que hay muchas, con fotografías de deportistas, alguna copa ganada en cualquier campeonato, banderines de clubes de deporte... en fin lo clásico de un lugar corriente cercano a las oficinas. Me disgusta que Hyde esté tan cerca, pero observo que es un modo de comportarse, porque también lo hace con Elizabeth en la oficina, pero francamente, te hace sentir molesta y un poco abrumada. No me atrevo a lanzar una indirecta, aún no, pero creo que más adelante, cuando tengamos más confianza, he de darle un toque y hacerle ver que ese atosigamiento no me agrada.
Sé que está cerca, lo presiento y miro, pero no le veo, y sin embargo noto una especie de alborozo en mi interior que me hace sentir su presencia. Dirijo la vista hacia la entrada, y ahí está él, entrando en la cafetería. Sonrío al verle e inmediatamente inspecciona el lugar para localizarme. ¡Me ha visto! y también sonríe. Pero de pronto tuerce el gesto y creo que sé por lo que es : la proximidad de Hyde. Trato de separarme, pero me lo impide la espalda de otro compañero. Antes de lo que recuerdo, siento los labios de Christian en mi mejilla y el apretón cariñoso de su brazo en mi cintura.
He de presentarles, es lo que manda la buena educación y lo hago: " Christian , Jack Hyde " " Yo el novio ", responde. Y en su mirada hay firmeza y en la del editor desafío al responder " Y yo el jefe ". Entonces me siento violenta y con ganas de marcharme de allí inmediatamente. He podido notar en esos saludos como si fuera un reto, algo que no me gusta. ¿ Por qué los hombres actúan de esa manera siempre tan competitiva? No lo entiendo, entre otras razones porque Hyde es mi jefe, y no necesita hacerlo notar, y Christian, no debió provocarle.
No obstante, Jack quiere que nos quedemos un rato más. Pellizco con disimulo a Christian para marcharnos cuanto antes. No me gusta lo que acabo de ver; no soy ningún trofeo ni campeonato a ganar. Me siento muy incómoda, pero a la vez más tranquila cuando Christian rechaza la invitación alegando que ya tenemos nuestros planes de fin de semana. Salimos de allí inmediatamente.
Creo que me he ruborizado. Lo he pasado francamente mal, y se lo hago notar a Christian:
- ¿ Por que os habéis convertido en chiquillos?
- ¿ A qué te refieres?
-Sabes muy bien a lo que me refiero. Os habéis retado a ver quién era más poderoso para llevarse el pañuelo de la dama. Ha sido todo un duelo de Titanes, y no soy ninguna recompensa ¿ sabes? Tenéis demasiada testosterona. Me ha parecido ridícula esta situación
- No no lo ha sido. Sólo tendrás que decirme si no se comporta como es debido contigo, nada más
- ¿ Qué quieres decir? Se trata de mi jefe y sólo ha tratado de ser amable
- Me alegro infinito. Pues que siga así más le vale
¿ Qué significa eso? ¿ No estarás interviniendo en mi trabajo?
Llegamos al coche, y Taylor solícito me abre la puerta. Pero me estoy poniendo nerviosa y de mal humor. Creo que he de decirle algo, que estoy segura que sabe, pero por si acaso lo advertiré
- Christian, es el trabajo que he soñado, me gusta. Tengo unos buenos compañeros, y un jefe competente del que puedo aprender mucho. Por favor no lo estropees
- No te preocupes. No pienso interferir en tu trabajo, pero no permitiré que nadie se propase contigo, no lo toleraré.
- Deja que yo solucione mis problemas. Puedo hacerlo perfectamente
- Si, ya vi en cierta ocasión cómo lo solucionaste con tu amigo...
- ¡ Basta ya !, por favor. Ambos habíamos bebido más de la cuenta y tú interviniste. No pasó nada
- De lo cual me alegro. Pero tú sólo dime se notas algo extraño en él
- ¿ Qué vas a hacer? ¿ Comprarás la editorial?
Le miro horrorizada cuando en su semblante noto su sonrisa de medio lado. Esa sonrisa irónica que dice muchas cosas. Y me enfurezco porque no ha dicho nada, y eso me confirma que no voy descaminada ¡ La ha comprado !
Retiro mi mano de las suyas que llevamos enlazadas y miro a través de la ventanilla retirándome un poco de su lado.. " Si la he comprado "-responde. " Quiero protegerte y no iba a dejar de hacerlo para que no te enfadaras"
Le miro furiosa. la sonrisa se ha borrado de su cara. No es lo que he estado esperando durante todo el día. No quiero discutir con él y menos por Hyde, es mi jefe, pero no me interesa lo más mínimo fuera del aspecto profesional.. Entonces corta mis reflexiones y me pregunta:
- Bien ¿ donde vamos ?
Creo que la noche no va a tener un buen comienzo por nuestra discusión, así que será mejor un terreno neutral, porque en su terreno estoy perdida y se saldrá con la suya. Y yo quiero tener mi espacio, en el trabajo, y ser yo quién resuelva mis conflictos, así que vamos a mi apartamento, que además aún no conoce. Estamos solos, sin problemas..
Salgo disparada del coche en cuanto para frente a la entrada del apartamento. Noto que Christian me sigue, pero no vuelvo la cabeza. Estoy furiosa con él. Muy enfadada. Me paro frente al portal y rebusco en mi bolso las llaves. El permanece callado detrás de mí, pero se aleja un instante y veo que a Taylor le hace una seña como "espera, no sé qué va a suceder ". Me giro para que no vea que me estoy riendo. En definitiva, no merece la pena por una tontería de chicos, que perdamos nuestra noche, la de la reconciliación. Lo he esperado durante todo el día, así que Ana, deja ya de hacer morritos y déjale entrar.. Le entrego las llaves y él solícito abre la puerta y me da un beso en la mejilla. Después se vuelve hacia Taylor, y le hace una seña con la mano, que le indica que debe marcharse.
Autoría: Relato libre de 1996rosafermu, basado en la trilogía de EL James, Cincuenta sombras de Grey
Editado: Año 2017
Ilustraciones - Cincuenta sombras / Grey Independent Press
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
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