viernes, 24 de marzo de 2017

Anastasia - Capítulo 7 - De Portland a Seattle

Al entrar en casa me he quedado de una pieza, y creo que Christian también. ¡ Kate y Elliot revolcándose ! Me ha dado vergüenza, máxime cuando acabamos de tener el nuestro en el ascensor del hotel.  Él también se muestra incómodo, y reclama a su hermano el tener que marcharse.

- Acuérdate de nuestra cita.  A las siete estará Taylor  a recogerte.- me dice bajito

Yo asiento con la cabeza, mientras una corriente interna recorre mis venas.  Este hombre ha puesto mi vida patas arriba ¿ por qué ? ¿ Será verdad lo que dice Kate de que le gusto? No entiendo lo que persigue conmigo.  Por un lado pienso que estaría muy bien tener un romance con él. Me gusta, me gusta muchísimo ¿ Hasta dónde llegaría si volviera a repetirse la escena del ascensor? ¿ Hasta las últimas consecuencias? No me lo había planteado hasta ahora, pero creo que Grey está entrando en mi vida , y de repente me digo que sí que con él dejaría de ser inocente.  Me sonrojo con la sola idea de pensarlo.


La imaginación vuela libre y me imagino a los dos besándonos nuevamente, recorriendo sus bonitas manos mis mejillas y pasando suavemente su dedo índice por mis labios, por esos labios que cuando estoy insegura me muerdo, y que él dice que ese gesto le excita.  ¿¿Cuándo me ha dicho eso? No recuerdo, porque cuando estoy con él pierdo no sólo la serenidad, sino también el sentido común .  Seguro que me invita a una copa, o como mucho a cenar ¿ sólo eso? Creo que va buscando algo más, y ese algo es acostarse conmigo, porque no tiene sentido salir a dar un paseo. Pero tampoco es lógica la forma de comportarse conmigo. Hemos dormido juntos y ni siquiera me ha rozado un pelo de la ropa.¿ Me mentiría en la entrevista? ¿ y si es gay? No creo.  La forma en que me ha besado ha sido...  ¡ndescriptible !  Además su cuerpo le delataba,  y ¿ mi reacción ?  Nunca he sentido nada parecido..  En unas horas lo sabré.  Caeré en sus redes, o tomaremos una copa y me dirás adiós muy buenas.


El tiempo se me hace interminable.  Estoy nerviosa y deseando que den las siete para reunirme nuevamente con él. Y el reloj anuncia que es hora de salida. Y el mencionado Taylor aguarda paciente en el aparcamiento de Clayton's. ¿ Dónde nos reuniremos? El chófer habla lo justo y es muy educado; me muero por preguntarle, pero seguro que él acatará las órdenes de su jefe.  Me lleva a un edificio de los más altos de Portland, y ante mi sorpresa, me anuncia que iremos en helicóptero pilotado por Christian.

¿ En helicóptero? ¿ A dónde demonios va a  llevarme ? ¿ Debería sentirme alarmada?  No creo. Si tuviera intención de hacerme daño lo hubiera hecho anoche, recuerdo cuando me libró de José. No, seguramente querrá mostrarme una vista nocturna de la ciudad.  En fin, pronto lo sabré, de lo que estoy segura es de que me muero de ganas de volver a verle. ¿ Sentirá él la misma ansiedad que yo?  Seguro que no; está acostumbrado a alternar con mujeres de clase alta, de su misma escala social y para esas personas no representa nada especial un viaje en helicóptero.  Par mi es la primera vez y además ¡pilotando él !



Al salir del ascensor en la terraza, lo primero que veo es un enorme helicóptero con la palabra Grey en su costado y esperándome un Christian sonriente aguardando mi llegada.  Debo llevar cara de susto porque al verme llegar sonrie más abiertamente.  Me ayuda a subir y a acomodarme en el asiento contiguo al suyo.  Me ajusta al máximo los cinturones que impiden me mueva ni un milímetro.  Me entrega unos cascos y él procede a hacer lo mismo.

Revisa el panel que tiene delante y establece contacto con la torre de control, y a través de los cascos me entero que vamos a volar hasta Seattle.  Debo haber gritado el nombre del lugar de forma más alta de lo normal, porque él gira su cabeza y se rie.  Hacemos el trayecto  cuando ya es noche cerrada, y me asombro lo diferente que puede ser la ciudad  por la noche.  Es una vista fantástica que nunca hubiera imaginado.  Me muestro asombrada ante las indicaciones que él va haciéndome, participando ambos de la belleza del paisaje. Me dice algo que por un lado me enorgullece, pero por otro me intranquiliza un poquitín

- Nunca he subido a una mujer en el helicóptero

¿ Qué ha querido decir con eso? También es la primera vez que yo subo, pero él es el dueño y seguramente alternará con chicas, de eso estoy segura. ¿ Qué habrá querido decir?  Es todo un personaje misterioso y enigmático.  Comienza una frase, la deja a medias, pero sabes que se está refiriendo a algo que esta ocurriendo en ese momento. ¿ Por qué no se define más?  Y recuerdo, de nuevo, algo que me dijo en la entrevista

-Soy muy celoso de mi vida privada


En un momento dado, me señala con su dedo unas luces que se ven parpadeantes en el horizonte: Seattle.  Y en ese momento siento un poco de opresión en el pecho y una sensación extraña en el estómago.  Mis nervios están empezando a desatarse ante la proximidad de nuestro destino, y ante la inseguridad de lo que vamos a hacer. Vuelve a conectar con la torre de control y antes de que pueda darme cuenta, nos posamos en la terraza del edificio donde vive: Escala. ¿ Vamos a su casa?  Y entonces comienzo a vislumbrar el propósito de su invitación y yo empiezo a pensar en lo que tendría que decirle si llegara el momento, que imagino, y seguro que llegará.  Su propósito está claro: acostarse conmigo. ¿ Yo estoy dispuesta a seguirle?  Y de repente lo veo claro en mi mente: si, estoy dispuesta a seguirle y a perder mi virginidad,.Por otra parte, creo que ya tengo edad para ello. ¿ Y por qué he esperado tanto tiempo, cuando la mayoría de las chicas a los dieciséis o máximo dieciocho, la pierden ? Y la respuesta que yo misma me doy es: esperaba a Christian Grey.


No hay comentarios:

Publicar un comentario