lunes, 27 de marzo de 2017

Anastasia - Capítulo 10 - Seducción en la bañera

Sigo aún algo tímida, a pesar de nuestro encuentro sexual.  Supongo que es porque no estoy acostumbrada, y parece ser que él desea seguir conmigo.  Me dice, entre otras cosas agradables, que le tengo fascinado, que soy preciosa.   Yo ante estas palabras y con sus labios recorriendo los mios y mi cuerpo, no puedo por menos de perderme en el laberinto de sensaciones que me provoca Christian Grey.  Ha usado un preservativo, y como explicación me ha dicho que siempre los usa, que no quiere dejarme embarazada. ¿ Quién lo desea?  Desde luego una servidora no.  Estoy conociendo un mundo desconocido para mi, estoy sintiendo algo que hasta esta noche jamás había sentido, y deseo volver a vivirlo con él.


Estamos desayunando, y no cesa de mirarme inquisitivamente. ¿ Desea leer mi pensamiento, al igual que ha leído mi cuerpo? Me sonríe dulcemente; no se burla de mi timidez, muy al contrario creo que le agrada que sea así. ¿ Cómo no iba a estar tímida ante él? Me he acostado por primera vez con él. Él ha sido quién me ha desvirgado, quién ha posado sus manos sobre mi cuerpo desnudo.  Nunca antes otro ser sobre la tierra lo había hecho.  Probablemente piense que soy una lanzada, o una inconsciente.  Le he visto dos o tres veces en mi vida, y no he dudado en entregarme a él, es más, lo estaba deseando, pero que fuera él y no otro el que rompiera mi virtud.

Apila los platos del desayuno a un lado y me tiende la mano para que le acompañe. ¿ Qué quiere ahora?  ¿Dónde vamos?  Y como si leyera lo que pienso me responde con esa sonrisa de medio lado que me cautiva: " vamos a darnos un baño" ¿ Un baño...  los dos? ¡ Madre mía ! Este hombre es capaz de derretir el polo norte. Lo ha pronunciado de una forma tan seductora, que algo se ha removido en mi interior parecido a lo que sentí anoche por vez primera.  No, no es parecido, es lo mismo, lo que significa, que haré lo que me pida.

- Vamos a seguir con tu entrenamiento. Pero cambiaremos de táctica.  Supongo que no estarás para bromas, por eso desarrollaremos otro juego.


¿ Es que lo de anoche fue un juego?  Quizá para él, para mi fue el mayor placer de este mundo. Pero creo tiene un repertorio inagotable, al igual, al menos, como su resistencia.  Está llenando la bañera con agua caliente, muy caliente y vertido en ella unas sales muy olorosas.  El vapor del agua expande su aroma por toda la habitación; es un olor a jazmines, fresias, dama de noche... no sé exactamente, pero es muy agradable y relajante.

- Ven

Me tiende la mano cuando el agua ha llegado al límite.  Me ayuda a entrar y posteriormente lo hace él; le estoy dando la espalda, y suavemente pasa su brazo por mi cintura y me atrae hacia él.  Ver su cuerpo desnudo una vez más , es un deleite para la vista.  Este hombre es perfecto, pero dado que la perfección no existe, me pregunto si tendrá algo que no le haga diferente a cualquier otro.  Inmediatamente borro ese pensamiento de mi cabeza.  Estoy aquí con él, y se siente atraído por mi ¿qué más puedo pedir?




Reclino la cabeza sobre su hombro, mientras él  abraza mi cintura y con el otrobrazo, mediante una suave esponja, comienza a lavarme.  Despacio, suavemente echa chorritos de agua, estrujando la esponja sobre mi cuerpo.  Al mismo tiempo deposita besitos suaves en mi oreja y cuello.  Entorno los ojos porque estoy sintiendo lo mismo que anoche y creo que el placer nuevamente está llamando a mi puerta.  No quiero que ocurra aún, pero no puedo controlarlo, me es imposible, a pesar de que él con voz imperiosa me ordena que no me corra aún. ¿ Cómo evitarlo? Que pare de una vez con esas tácticas tan seductoras e irresistibles.  Pero es imposible, no puedo, y libero mi cuerpo con los ojos cerrados, con la cabeza apoyada en su hombro y con los labios entre abiertos en medio de un suspiro, un jadeo, y un pequeño grito de placer.

El detiene su rítmica sobre mi y noto que sonríe satisfecho con lo conseguido.  Si señor Grey, se está ensañando con esta chica que se somete sin protestar a su seducción.  Hace que me de la vuelta y le mire., después de un momento en que  aterrizo de nuevo a la realidad. Estrecha su abrazo sobre mi y sonríe satisfecho como el deportista que es premiado con un trofeo. ¿ Soy yo su trofeo?  Parece ser que sí. Que nunca ha vivido una situación semejante y se muestra encantado de la vida.

Estamos sentados uno frente al otro, y el agua no sé si continúa caliente, o es que mi placer vivido ha hecho que subiera la temperatura , el caso es que el vapor aún  flota en el aire.  Acaricia mi cara, y ese gesto hace que abra los ojos y le mire fijamente.  Ambos nos miramos;  sus ojos recorren  mi rostro y el resto de mi cuerpo, y se detiene en mi boca.

De pronto baja su mano hasta el suyo y dice que va a mostrarme la parte de su anatomía que más aprecia. y lo veo, lo veo sin parpadear. No puedo creer que haya estado dentro de mí.  Es..., bueno es .muy Grey. Se acaricia lentamente, al tiempo que me dice que "ese será un juguete que ha destinado para ahora, dado, que según él, debo tener el cuerpo dolorido. Y es cierto estoy molesta, pero no pienso por eso perderme nada de lo que me proponga.  Y lo que me propone, es otra cosa nueva para mí, y me enseña cómo debo actuar.

Sus ojos se han tornado grises como el plomo y su rostro ha cambiado de expresión.  Ahora es un rostro seductor y lascivo que busca mi complicidad y la tiene.  Me inclino hacia adelante y comienzo el ritual que desea tener y que me ha pedido.  Al principio algo torpe,  que hace que se revuelva dentro de la bañera exclamando la palabra Dios una y otra vez.  Pero no me indica que debo detenerme, por lo que interpreto estoy haciendo lo que quiere, aunque no creo sea lo correcto en mi primera experiencia sexual. Y noto que a mi también me gusta, que disfruto con ello al ver su cara transfigurada de placer,  y sigo , y sigo hasta que me avisa que está a punto de rendirse, pero no me importa, desoigo su advertencia hasta que siento algo así como un torrente correr por mi garganta.  El se ahueca un poco en su postura,  al tiempo que pronuncia mi nombre con admiración cerrando los ojos.  Permanezco en silencio frente a él, que poco a poco los abre  y veo que  han cambiado : ahora me mira de una forma muy distinta.  Ya no son lascivos, están como adormilados.  Después sonriendo me dice

. Es difícil entender que no tienes experiencia, aunque yo sé a ciencia cierta que es así. Salgamos de la bañera. Creo que he de compensarte ¿ seguro que no lo has hecho nunca?
 No Christian, ha sido mi primera vez.  Nunca..., sólo esta vez... contigo.


Con suma delicadeza, envuelve mi cuerpo con una toalla y con otra cubre su cintura.  Me encuentro atada por la toalla y por sus brazos.  Siento unas enormes ganas de besarle y acariciar su cuerpo, pero me lo impide.  El me sonrée y con eso me doy por satisfecha.  Dulcemente, con mucha suavidad, me tumba de nuevo en su cama dispuesto a pagar su deuda conmigo, a compensarme por mi felación. Sus caricias me envuelven nuevamente, pero unas voces extrañas para mi, nos llegan desde afuera y él interrumpe bruscamente su recorrido por mi, con una exclamación que muy a las claras me indica que ocurre algo que no espera.

- ¡ Mierda !


No hay comentarios:

Publicar un comentario