martes, 28 de marzo de 2017

Anastasia - Capítulo 11 - La sorpresa de Grace

Miro con espanto el rostro de Chrisitan ¿ por qué exclama tan sorprendido? ¿ Qué ocurre, qué le alarma?  Debe haber visto en mi rostro algo extraño porque inmediatamente me aclara que se trata de la visita inesperada de su madre. ¡ Por Dios, estoy sin ropa y él igual.  En la cama y a punto de....!

- Vístete rápido
-Pero no tengo la ropa, está en mi cuarto
- Es igual, ponte mi camisa aunque sea.

Él se incorpora y se viste rápidamente. Me ha amenazado que si no salgo en cinco minutos vendrá a buscarme y me sacará como esté.  Quiere que conozca a su madre. ¡ A su madre ! Es un poco pronto y no puedo imaginar cómo hará la presentación ¿ qué dirá ?  " Te presento a Anastasia Rose Steele, mi futura sumisa.  Esa palabra me quema en los labios.  Me gusta lo que hemos hecho, pero sólo el sexo, el resto de las implicaciones que lo conducen a ello, no me hacen ninguna gracia, es más, creo que no serviré y él se hartará de mi y me dejará.  Sencillamente eso es lo que ocurrirá.


Me pongo una camisa de Christian, que es muy grande.  Me sobra espalda , pero al menos me cubre casi hasta las rodillas. Arreglo un poco mi despeinado cabello y salgo encomendándome a la corte celestial.  Nunca en mi vida había vivido algo semejante. ¡ Casi nos pilla en la cama!   Siento que me pongo roja.  ¡Menuda vergüenza ! Bueno, estoy lista.  Vamos allá Ana.

La cara de su madre es un poema cuando me ve y Christian nos presenta.  No sabe qué decir, la pobre mujer. Algo que encuentro ridículo, porque él es lo suficientemente mayor como para tener encuentros como los que acabamos de tener. ¡ Qué raro !, pienso. . Será algo que tendrá que explicarme, a no ser que su familñia no tenga ni idea de cuales son sus experiencias amorosas.  Si, seguro que es eso, porque de lo contrario no me explico la cara de sopresa de Grace.


Es doctora en pediatría y su padre abogado.  me acabo de enterar por la charla que tenemos en las presentaciones. Ella está tan violenta como yo. Se marcha enseguida; venía con idea de comer con Chritian, pero al conocerme , se ha excusado y se marcha ya.  Yo respiro aliviada, porque lo cierto es que ha sido un momento de mucha violencia por prte de ambas.  Sin embargo a Christian no le ha alterado en lo más mínimo y eso me confunde.  Espero que me dé la oportunidad de averiguar por qué.

Subo a mi habitación mientras se despide de Grace, que amablemente me ha invitado a una cena  como bienvenida de su hija que llegará de Paris.  Christian no ha dicho ni que sí ni que no. No me extraña.  Posiblemente para esa fecha lo nuestro haya finalizado a penas haber comenzado.  Es todo tan extraño, tan misterioso...  Y el caso es que todo es muy sencillo, pero claro lo que no es tan corriente es el cuarto de arriba y que una chica de mi edad haya perdido la virginidad con su hijo recién habernos conocido.  No no es normal, nada en esta historia es normal.


Y sin embargo me siento encantada de la vida.  Ha ocurrido como yo quería y con quién quería, es así de simple.  Estoy vestida y arreglada y bajo hasta la planta principal.  Está sentado en el mostrador de la cocina.  Al verme sonrie y yo también lo hago, divertida por la escena que acabamos de vivir.  No me atrevo a preguntarle nada, no tengo la suficiente confianza con él. Está relajado y satisfecho, y me pregunto ¿ de qué ?  Todo ha sido de lo más surrealista .  Al fin comienza a hablar

- Le has gustado a mi madre, y puedo asegurarte que se ha marchado encantada de la vida
- ¿ Por qué ?
-Porque es la primera vez que me ve con una mujer. ¿ Puedo confesarte algo?
- Desde luego.  De hecho tengo muchas cosas que preguntarte, pero empieza tú
- Aunque nunca me han dicho nada, ni siquiera una pequeña insinuación, en el fondo mi familia cree que soy gay.  Nunca me han visto con ninguna mujer.  Tú eres la primera.  Estás siendo la primera en muchas cosas

Le miró extrañada de esa explicación, y es ahora cuando comprendo algunas actitudes.  No saben el tipo de vida que lleva ¿ cómo lo ha podido ocultar sin que nada trascendiese?

- Voy a llevarte a casa, pero ésta vez iremos en coche.
- De acuerdo -respondo.

Me gusta estar con él, por eso me alegro de que al menos durante un par de horas pueda disfrutar de su compañía, aunque a veces tiene cambios de humor muy drásticos.  Por ejemplo ahora. Se me ha quedado mirando con tal intensidad, que ha hecho que tenga que bajar la cara porque siento que el rubor colorea de nuevo mis mejillas.

Me abre la puerta del coche galantemente. Es un coche fuera de serie.  Salimos del aparcamiento y hace un sol radiante. Ha bajado la capota y el aire nos da de pleno en el rostro. Conecta un botón e inmediatamente una dulce música  ocupa el ambiente.  No hablamos ninguno de los dos.  Le pregundo el título y me responde que es  El Duo de las flores de un compositor extranjero.  Nunca lo había escuchado, pero es preciosa.  Me escurro un poco en mi asiento hacia adelante y reclino la cabeza en el cabezal, entornando los ojos.  El me mira de reojo y sonríe. No duermo, no tengo sueño, y debiera estar cansada, muy cansada.  La noche ha sido muy especial, y el despertar no se queda atrás.  Pero lo he vivido intensamente y quiero guardar en mi memoria cada uno de esos momentos, porque probablemente no vuelvan a ocurrir.  Tendré suerte si alguna vez me topo con un chico que se aproxime mínimamente a la sensualidad de Christian.  Se nota que ha vivido la vida.  Es un amante muy experimentado que conoce perfectamente el cuerpo de una mujer y los resortes que debe tocar para hacerla enloquecer.

La música ha terminado y Christian detiene el coche. Me dice que es la hora de comer y que lo haremos en un restaurante muy especial que hay entre los árboles de esta especie de bosque maravilloso al que hemos llegado.  Estamos a mitad de camino; no tenemos prisa, es temprano y deseo apurar al máximo todos los momentos que pase con él.

Me toma de la mano y paseamos entre los árboles que rodean el restaurante . Hemos comido venado y sopa de ortigas.  No lo había probado en mi vida.

Envalentonada por la copa de vino, decido iniciar nuestra conversación preguntándole cómo y por qué se inicio en sus prácticas sexuales.  Con horror descubro que fue seducido por una mujer mayor, que para colmo es amiga de su madre.  Le miro asombrada  preguntándome como su madre lo ha permitido.  Me confiesa que nadie de su familia lo sabe,, ni siquiera las sumisas que ha tenido


- ¿ Has tenido muchas ? - le pregunto
-Han sido quince- me responde sin rodeos.

¡ Cielo santo ! Han desfilado quince mujeres por la habitación del dolor y han dormido en la misma cama que pretende duerma yo, si es que acepto .  Las dudas y la decepción se apoderan de mí.  Verdaderamente Christian no tiene ni pizca de romanticismo.  Es una máquina sexual.

Sin querer vuelvo con la imaginación a nuestra primera noche, a la bañera, y a lo que íbamos a hacer cuando Grace nos interrumpió. Y a las sensaciones por mi vividas y que estaría dispuesta a volverlas a sentir, pero con ningún otro: sólo con Grey.

Volvemos de nuevo al coche en silencio. Sus miradas a hurtadillas me dicen que algo le intranquiliza.  Quizás esté pesaroro de haber soltado la lengua en algo que lo lleva totalmente en secreto. ¿ Estoy dispuesta ser la número dieciséis?  Tengo que meditarlo.  En mi bolso llevo una copia del contrato de confidencialidad y de las normas que he de seguir.  Hay cosas que me espantan y que no estoy dispuesta a hacer.  Creo que no vamos a volver a vernos, pero por otro lado un pizca de alegría se instala en mi, al pensar que es posible que nuevamente tengamos otro encuentro , porque sino ¿ para qué me ha dado el contrato ?




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