lunes, 3 de octubre de 2016

La liberación de Christian - Liberación 18 - Un enfado para dos

  Yo sigo impávido, aparentemente, aunque  tengo ganas de formar una bronca descomunal, pero mi control funciona, y sigo tomando mi copa como si tal cosa.  Se refriega los ojos para aclarar más su visión.  No Anastasia, no estás soñando, soy yo en persona que ha tenido que salir precipitadamente de Nueva York, porque tú desobedeciste mis órdenes y  te empeñaste en ir a un bar a tomar copas, a pesar de las advertencias de los guardaespaldas. Que tuve que dejar, casi con la palabra en la boca a unos futuros clientes de Elliot, por el mismo motivo.Y que cuando llegué,  me encontré con la sorpresa de que Hyde había invadido nuestra casa.



Estoy furioso, y la sangre me hierve porque no sé cómo descargar toda la rabia que siento en mi interior.  Porque la preocupación por su seguridad me está consumiendo, y parece ser que se lo toma muy a la ligera, desoyendo todas las indicaciones.  Tendrá que plantearse, al menos una vez, que cuando se lo exijo, es porque tengo algún motivo para ello. Que no deseo prohibirle nada, pero en cuanto a su seguridad, soy muy estricto, cosa que  no parece darse cuenta.

De nuevo sorbo un poco de whisky y en un segundo, la tengo sentada sobre mis rodillas, apoyando su cabeza en mi pecho. Su proximidad, hace que me desarme por completo y correspondo a su abrazo, y en contra de mis deseos me muestro frío, algo que estoy muy lejos de estar.

- Ya estás aquí - me dice
-Asi es - le respondo con la misma frialdad con que la he abrazado
-¿ Hace mucho que has llegado?- vuelve a preguntar
-El suficiente- respondo- ¿ Qué hacías en mi lado de la cama y con mi camiseta?
-Te echaba de menos y de esta forma me hacía sentirme más cerca de tí. ¿ Estás enfadado?
-¿ Enfadado?  Estoy furioso, Anastasia. Siento en mi interior toda la furia del mundo, y temo que no pueda controlar
-Supongo que te habrán puesto al corriente de todo lo ocurrido.  La policía quiere hablar contigo
- Estoy seguro
- ¿ Por qué me hablas así ? Ya ha pasado todo
- ¿ Qué es lo que ha pasado, Anastasia?
- Estás enfadado, ya veo
-¿ Crees que no tengo motivos ? ¿ Crees que esta noche ha sido de juerga para mi ? Sólo porque a mi mujer se le ocurre la genial idea de ir a tomar unas copas a un bar, desoyendo todas las advertencias, y haciendo caso omiso del guardaespaldas. ¿ Te parece que eso es aceptable?



Ella se queda callada por un momento y al final me dice que lo siente, y me besa en el cuello. Dios mio, qué esfuerzos tengo que hacer para no responder a sus caricias. Han estado a punto de hacerla daño, yo estaba ausente y aún estoy enfadado con ella por haber salido con su amiga.  La cabeza va a estallarme y deseo castigarla y lucho contra ese sentimiento porque lo que querría sería abrazarla y besarla .  Ella insiste y me suelta a bocajarro que ella también lo está ¿ Por qué ? Yo no he hecho nada para contradecirla, pero en lugar de aclarar las cosas me dice que cuando me calme ya me lo explicará.

Tiene una habilidad extraordinaria para cambiar de tema y me anuncia que Jack está a disposición judicial. Le doy a entender que ya lo sé, y que es gracias a su insensatez. No habría entrado en casa si ella no se hubiera movido de aquí, porque al salir fuera , tuvo que ser reforzada la seguridad.  Pero ella me vuelve a descolocar con un comentario, que en ese momento no analizo, pero que un rato después, comprendo que no le falta razón

- La verdad es que estaba más segura fuera que en casa  No debieron dejarle entrar
- Mereces un castigo y deseo hacerlo. Acabas con la paciencia de un santo y la mía tiene un límite.  No juegues con ella Anastasia
-¿ De qué estamos hablando Christian? ¿ Me estás amenazando? ¿ Por qué, con qué? Sé que no me harás daño; se te va la fuerza por la boca, Christian. Insistí ante Kate de que no fuéramos al bar, que nos quedáramos en casa, pero ella insistió, y a mi me apetecía salir, y charlar con ella y contarnos nuestros cotilleos. Eso ha sido todo. ¿ Te imaginas si nos hubiéramos quedado lo que podría haber pasado?  Porque ese tío estaba dentro del edificio; nadie le abrió la puerta para que entrara.

Reflexiono sobre sus palabras y veo claramente que tiene razón. ¿ Cómo entró? Nuestro circuito de seguridad es inexpugnable, desde el garaje mismo ¿ Entonces? He de averiguarlo inmediatamente.
- Tengo cosas urgentes que hacer
- Y yo me dormiré de nuevo

Se acurruca nuevamente en mi lado y la ternura me invade nuevamente.  La veo pequeña, menuda, como si fuera una niña, pero sin embargo es fuerte y templada. La tapo con cuidado y ella entorna los ojos, sin duda agotada por la noche pasada.  Salgo de la habitación y voy al despacho de vigilancia.  Quiero analizar todas las cintas de video y hablar con mis empleados y con  Taylor sobre lo ocurrido. Es algo inadmisible,, de lo que no se puede culpar a nadie.  No obstante tendremos que analizar todo el proceso con lupa; es algo que no puede repetirse.  Al menos Jack Hyde no lo repetirá , porque el juicio que va a caerle es para unos cuantos años de cárcel.


Hemos analizado las cintas y comprobamos algo sospechoso. A un hombre que ha entrado en el aparcamiento con una furgoneta de mudanzas.  A mi memoria viene el vecino nuevo. Ryan me resalta lo que le hizo sospechar: llevaba guantes, guantes gruesos de piel, y estamos en verano.

- Eso me puso en alerta.  Lo primero que hice, y puesto que la señora no estaba aquí, ni Sawyer tampoco , fue llevar a Gail a la habitación del miedo; ella estaría a salvo.  Después le permití entrar y le esperé.  Era la oportunidad que tenía de acabar con la pesadilla de ese hombre.  Es un hueso duro de roer y me costó mucho someterle.  Destrozamos medio vestíbulo, pero al fin pude con él.  Cuando la señora regresó ya le tenía inconsciente.  Después,  por orden de su esposa, avisamos a la policía, y fue una buena orden.  Se presentaron aquí enseguida.  Nos hicieron varias preguntas a todos, analizaron los daños, y al fin,  de madrugada,  se fueron.  El resto ya lo sabe.

- Está bien Ryan. Ve a descansar. Descansemos todos nosotros un poco, si es que podemos.  Yo estaré en la oficina, si me necesitan. Tengo que ir a hablar con el inspector Clarck; creo que tenderemos una charla muy provechosa, porque le llevaré las pruebas que tenemos de Hyde y creo que unirán las piezas de todo lo que nos ha ocurrido, y no habrá ninguna duda al respecto.

Antes de ir al dormitorio y comprobar que Ana sigue durmiendo, le llevo un zumo con unos análgesicos.  Los deposito en su mesilla, y me dispongo a ducharme.  La ducha caliente me relaja, sobretodo cuando el agua cae sobre mi nuca. Me está empezando a doler la cabeza y es debido a toda la tensión acumulada.  En ello estoy, cuando siento un cuerpo, por mi conocido, que me abraza y besa mi espalda.  Sé de sobra quién es, y sonrio levemente, aunque ella no me ve.  Me da repetidos besos  y me acaricia, y en un  momento dado su mano baja hacia mi vientre y continúa bajando.  Se a donde quiere llegar, pero no estoy para juegos, así que de una manera brusca, detengo su mano en ese camino.  Aunque no le veo la cara, imagino que estará sorprendida ante mi negativa rotunda " No "..  Es la primera vez que la rechazo, y no por mi gusto, pero si por la gravedad del asunto que tenemos entre manos.  No estoy para bromas.  Ahora no.

Ella se queda quieta, y a continuación salgo de la ducha y del baño, dejándola sola.  Supongo que no esperaba esa respuesta por mi parte, que ha sido difícil la contención y no responder.  En otra ocasión, estaríamos ahora haciendo el amor en la ducha, pero hoy no, ahora no. Sigo muy enfadado con ella, aunque no tuviera la culpa de las intenciones de ese canalla.  Pero es tal el laberinto de cabeza que tengo, que percibo que a alguien he de culpar y de rebote pienso en Anastasia.


Ella tarda en salir de la ducha, posiblemente sorprendida por mi reacción.  Me dirijo a mi estudio y al cabo de bastante rato, vuelvo de nuevo  al mostrador de la cocina para desayunar.  Ana ya ha terminado , y está dispuesta para ir a trabajar ¿ A trabajar después de lo sucedido ? Sigo furioso, y pienso que tardará en desaparecer la rabia que siento. Siempre he tenido todo  bajo control, menos esto y a demás atañe a lo que más me importa: la seguridad de Ana.   Me pregunta si puede conducir su coche, y ante mi negativa, decide no replicar. Además irá con Prescott, una fortachona guardaespaldas que he agregado para su vigilancia:. No termina de entenderse con ella, pero Taylor  dice que es muy profesional, así que tendrá que acostumbrarse .  Se baja de la banqueta y me dice apenada y confusa que no la odie por haber faltado a su promesa y salir de copas
¿ Odiarla? Antes se secarían los mares ¿ Cómo se le ocurre decirme eso? ¿ Acaso cree que no la quiero ? Me deja perplejo y tomo su cara entre mis manos dándole un beso fuerte, profundo que me sale del alma.  Es la persona que más amo y por ella doy mi vida, ¡ cómo voy a odiarla por algo, que aunque no debió hacer, pero que,  en  realidad el suceso no ha sido por su culpa ! Ella se sorprende y se marcha  rumbo a SIP
-

No hay comentarios:

Publicar un comentario