Me siento aliviado al verla, pero a la vez muy enfadado. ¿ Por qué una vez más hace lo que le viene en gana? Además ha estado bebiendo, y la noto triste y deprimida. Deseo preguntarle cómo se encuentra, pero creo que es mejor no decir nada. Pienso que debo ser yo, quién de alguna explicación, porque sé que eso es lo que le abruma. Deseo ir hacia ella, que permanece sentada, como indiferente, pero cuando hago el movimiento de acercamiento, ella retrocede. Eso me desconcierta ¿ me tiene miedo ? No creo. Sabe que soy incapaz de hacerle daño, entonces ¿ qués es ? ¡ No quiere que la toque ! Y eso me duele, porque tan solo deseo abrazarla para mitigar el espanto que he pasado esta tarde. No quiero ni pensar si no llego a tiempo y la lucura de Leila se hubiera descontrolado. Borro inmediatamente, ese pensamiento de mi cabeza, pero he de saber qué es lo que está pensando que la aleja de mi
- ¿ Qué te ocurre Ana ? - Ella me responde con otra pregunta. Quiere saber dónde está Leila
- ¿ Dónde está ? ¿ Has avisado a la policia? ¿ Qué has hecho con ella ?
- Te dije que necesitaba ayuda y eso es lo que he hecho. Flynn se ha hecho cargo de ella y está en una residencia donde se recuperará. No, la policia no ha intervenido. No es una delincuente y no es su intervención lo que ella necesita.
- Pero... se agredió así misma y me apuntó con un arma. Eso sin contar con la agresión a mi coche. Creo que si es algo delincuente
- No, no lo es. Está enferma, sólo eso - La respondo algo airado y ella baja la vista y hace un gesto extraño. Quizá piensa que estoy interesado en ella sexualmente, y eso no tiene nada que ver. Me siento obligado a ayudarla, porque ella y otras chicas fueron mis juguetes sexuales durante un tiempo. A todas las que quisieron irse, se fueron y las compensé, a todas, incluida Leila. Pero de ninguna de ellas he sabido nunca nada, sólo ella y no sé porqué. Es posible que desee recuperarme, algo ya imposible, porque nunca pensé en ella en el mismo sentido que Leila, ahí mi responsabilidad. ¿ Hice o dije algo que la hizo concebir algún remoto pensamiento de mi acercamiento a ella? Al verme con Ana, quizá fuera el detonante. No lo sé, pero no deseo seguir pensando en ese tema. Le daré mi ayuda y punto final. De repente Ana levanta su cabeza y, retorciéndose los dedos me dice algo que me deja petrificado.
- Os he visto, Christian, y en ese momento he tenido la certeza que yo no soy suficiente para tí. Te he visto como acariciabas su cabeza, cómo la mirabas, cómo la ordenabas, y ella, se transformó en ese momento. Era como si se hubiera transfigurado y toda su neura se hubiera borrado de una vez.
No Ana, no vayas por ese camino. No lo repitas de nuevo, no vayas a dejarme otra vez, porque no creo que pudiera resistirlo. ¿ Cómo decirte que eres todo y más cuanto yo deseo? No necesito otra cosa más que tu presencia, que estés siempre a mi lado, que Leila, Elena y todas son el pasado, y que no quiero volver a él. Quiero mi presente contigo. Deseo nuestras discusiones, nuestras reconciliaciones, nuestras charlas, nuestra intimidad, nuestra sensualidad increíble nunca antes vivida con nadie. Métete eso en la cabeza con NADIE antes que tú. ¿ Cómo decírselo y convencerla de una vez por todas ' Que lo que necesito es a ella, su voz, su presencia, sus caricias y sus miradas. A toda ella.
¿ Está decidida a marcharse otra vez ? Eso volvería a destrozarnos. Ella está llorando quedamente, sin aspavientos pero con dolor. ¿ Por qué quieres irte, cómo he de decírtelo No son suficientes mis palabras y la angustia que debe reflejar mi rostro. Ella ni me mira, no quiere mirarme. Nervioso comienzo a pasear por el apartamento buscando algo a lo que aferrarme. No, puede ser, no puede ser. Meso mis cabellos como si en ellos pudiera encontrar las palabras que mi boca no sabe pronunciar para disuadirla. Mi angustia crece por momentos, y entonces se me ocurre algo que es como una plegaria: la imploro ... me someto a ella... a su voluntad. Y me pongo de rodillas agachando la cabeza. Si. De repente he vuelto a ser un sumiso, pero no como en tiempos de Elena. No. Es que no se me ocurre nada para demostrarle que ella es el eje de mi vida y si la pierdo, perderé el rumbo.
Presiento que tiene los ojos muy abiertos ante mi de rodillas. Insiste, insiste en que me levante, pero no puedo hacerlo, no hasta que ella se de cuenta de lo que verdaderamente siento . Sin mirarla, sé que está llorando; me ordena que me levante y yo, levanto la cabeza y la miro. Tiene la cara lívida y actúa nerviosa, juntando sus manos como si rezara. Se muestra insegura ante mi no sabe qué hacer ni que decir. Me pide perdón por haberme hecho ésto ¿ Esto, a qué se refiere? ¿ Piensa que me ha sometido ?. No pequeña no me has destrozado, al contrario me has enseñado el camino que he de seguir y lo quiero recorrer contigo.
Cálmate, no me has hecho daño. Con sus manos levanta las mias y las aprisiona entre ellas y me suplica de rodillas también, que nos levantemos del suelo. No desea verme así, no conoce a este Christian, y sin embargo ha existido y aún existe por ella, pero no por su causa, porque sería capaz de hacer cualquier cosa con tal de no volverla a perder. Me repite una y otra vez que me quiere y que si la abandonase se quedaría a oscuras, sin luz en la vida. Eso lo conozco perfectamente, porque es así como me sentí cuando se marchó " No voy a dejarte, no voy a dejarte ", me repite insistentemente y esas palabras me hacen entornar los ojos y son un bálsamo para mi alma atormentada. Tenía tanto miedo de que me dejaras.
Comienzo a explicarla lo que sentí cuando vi a Ethan y comprendí inmediatamente que algo estaba ocurriendo y subí rápidamente . Cuando vi que te amenazaba, al instante supe lo que hacer para recuperar ese arma con el que te apuntaba . Estabas en peligro y yo podría ser el causante, de ello el desencadenante de ello. Y tu no te movías no querías irte, tozuda como siempre.
Toda la angustia vivida hace que de una vez por todas termine con una barrera, con una de mis sombras, por mucho que me cueste. Lo resistiré por ella . Tomo su mano, y la deposito sobre mi corazón. Mi respiración se acelera desbocada. Me falta el aire; respiro rápido, pero resisto. Ella retira su mano y me dice que no es necesario. Pero yo si lo necesito; deseo su contacto en mi pecho. Y lo vuelvo a intentar y esta vez aprieto su mano contra mi y reprimo unas lágrimas que suben hasta mis ojos, y ella se da cuenta y su llanto se hace más profundo. Se queja, se lamenta y no comprende quién me ha hecho eso que me traumatiza hasta el punto de no poderme tocar.. Ella se inclina y se que desea besarme, y yo respiro profundo y acepto sin palabras y ella deposita un suave beso sobre cada una de mis cicatrices, y esos dulces besos, son como agua de lluvia en terreno desierto y seco. Sus lágrimas mojan mi pecho, y entreabro los labios para respirar mejor, pero deseo que continúe, y la propia emoción del momento hace que mis lágrimas se intensifiquen.
Me voy relajando mientras ella sigue besando mis cicatrices y yo las recibo como el maná. Me hace una pregunta, que es clave y otra alta barrera a derribar. pero tengo miedo de nuevo, mucho miedo, porque en esa pregunta está la clave de toda mi existencia
- ¿ Por qué tienes miedo de que te deje ? Te lo he repetido mil veces. Nunca voy a dejarte
Inspiro para llenar de aire mis pulmones. No hay escapatoria,. Ha llegado el momento y de él depende mi vida. Pero estoy decidido a que esta noche terminen mis pesadillas, mis miedos y mis sombras. Mi oscuridad más grande. Mi confesión sé que no la espera, y sin rodeos la digo.-
- Ana ... soy un sádico
Ella protesta y me dice que la mentí cuando ella me lo preguntó y he de convencerla de que no lo hice a propósito y que ni yo mismo sabía que lo era. Pero ya he empezado y he de seguir, de concluir de una vez con lo que me atormenta. Siempre he sido sincero con ella, y en este momento clave de mi vida, he de serlo aún más.
- Me gustáis morenas y menudas, porque os parecéis a mi madre. Todas vosotras. Os elijo así por ese motivo.
Anastasia, no dice nada; se ha quedado muda . No sé lo que está pensando, pero se que algo es y tengo miedo de que lo exprese en voz alta. Y nuevamente sus palabras resuenan como un latigazo sobre mi
- Entonces, si que lo necesitas. Somos incompatibles porque yo no puedo darte lo que precisas
Y el horror vuelve a instalarse en mi . Y no puedo más que repetirla una y otra vez que no, que lo supe cuando me dejo. Que me hizo ver la vida desde otra perspectiva. v que Flynn me lo había dicho muchas veces y nunca quise hacerle caso, pero que esta vez es distinto. Nunca podría hacerla daño; no necesito ni látigos, ni varas, ni cinturones, nada de eso. Estoy en vías de rehabilitación y Flynn me ayudará a conseguirlo. La pregunto, la insisto una vez más que si se marcha, y ella me repite hasta la saciedad que no se irá, y hasta creo que la enoja que se lo pida tantas veces. Entonces furiosa me hace una pregunta
- ¿ Cómo demonios quieres que te diga que no voy a irme a ningún lado ?
Y entonces de mi boca sale una frase llena de esperanza en la que deposito todo mi corazón, y aguardo su respuesta con el alma en un hilo, porque de su respuesta depende mi vida y mi felicidad
- Sólo de una smanera. Cásate conmigo
- ¿ Qué te ocurre Ana ? - Ella me responde con otra pregunta. Quiere saber dónde está Leila
- ¿ Dónde está ? ¿ Has avisado a la policia? ¿ Qué has hecho con ella ?
- Te dije que necesitaba ayuda y eso es lo que he hecho. Flynn se ha hecho cargo de ella y está en una residencia donde se recuperará. No, la policia no ha intervenido. No es una delincuente y no es su intervención lo que ella necesita.
- Pero... se agredió así misma y me apuntó con un arma. Eso sin contar con la agresión a mi coche. Creo que si es algo delincuente
- No, no lo es. Está enferma, sólo eso - La respondo algo airado y ella baja la vista y hace un gesto extraño. Quizá piensa que estoy interesado en ella sexualmente, y eso no tiene nada que ver. Me siento obligado a ayudarla, porque ella y otras chicas fueron mis juguetes sexuales durante un tiempo. A todas las que quisieron irse, se fueron y las compensé, a todas, incluida Leila. Pero de ninguna de ellas he sabido nunca nada, sólo ella y no sé porqué. Es posible que desee recuperarme, algo ya imposible, porque nunca pensé en ella en el mismo sentido que Leila, ahí mi responsabilidad. ¿ Hice o dije algo que la hizo concebir algún remoto pensamiento de mi acercamiento a ella? Al verme con Ana, quizá fuera el detonante. No lo sé, pero no deseo seguir pensando en ese tema. Le daré mi ayuda y punto final. De repente Ana levanta su cabeza y, retorciéndose los dedos me dice algo que me deja petrificado.
- Os he visto, Christian, y en ese momento he tenido la certeza que yo no soy suficiente para tí. Te he visto como acariciabas su cabeza, cómo la mirabas, cómo la ordenabas, y ella, se transformó en ese momento. Era como si se hubiera transfigurado y toda su neura se hubiera borrado de una vez.
No Ana, no vayas por ese camino. No lo repitas de nuevo, no vayas a dejarme otra vez, porque no creo que pudiera resistirlo. ¿ Cómo decirte que eres todo y más cuanto yo deseo? No necesito otra cosa más que tu presencia, que estés siempre a mi lado, que Leila, Elena y todas son el pasado, y que no quiero volver a él. Quiero mi presente contigo. Deseo nuestras discusiones, nuestras reconciliaciones, nuestras charlas, nuestra intimidad, nuestra sensualidad increíble nunca antes vivida con nadie. Métete eso en la cabeza con NADIE antes que tú. ¿ Cómo decírselo y convencerla de una vez por todas ' Que lo que necesito es a ella, su voz, su presencia, sus caricias y sus miradas. A toda ella.
¿ Está decidida a marcharse otra vez ? Eso volvería a destrozarnos. Ella está llorando quedamente, sin aspavientos pero con dolor. ¿ Por qué quieres irte, cómo he de decírtelo No son suficientes mis palabras y la angustia que debe reflejar mi rostro. Ella ni me mira, no quiere mirarme. Nervioso comienzo a pasear por el apartamento buscando algo a lo que aferrarme. No, puede ser, no puede ser. Meso mis cabellos como si en ellos pudiera encontrar las palabras que mi boca no sabe pronunciar para disuadirla. Mi angustia crece por momentos, y entonces se me ocurre algo que es como una plegaria: la imploro ... me someto a ella... a su voluntad. Y me pongo de rodillas agachando la cabeza. Si. De repente he vuelto a ser un sumiso, pero no como en tiempos de Elena. No. Es que no se me ocurre nada para demostrarle que ella es el eje de mi vida y si la pierdo, perderé el rumbo.
Presiento que tiene los ojos muy abiertos ante mi de rodillas. Insiste, insiste en que me levante, pero no puedo hacerlo, no hasta que ella se de cuenta de lo que verdaderamente siento . Sin mirarla, sé que está llorando; me ordena que me levante y yo, levanto la cabeza y la miro. Tiene la cara lívida y actúa nerviosa, juntando sus manos como si rezara. Se muestra insegura ante mi no sabe qué hacer ni que decir. Me pide perdón por haberme hecho ésto ¿ Esto, a qué se refiere? ¿ Piensa que me ha sometido ?. No pequeña no me has destrozado, al contrario me has enseñado el camino que he de seguir y lo quiero recorrer contigo.
Cálmate, no me has hecho daño. Con sus manos levanta las mias y las aprisiona entre ellas y me suplica de rodillas también, que nos levantemos del suelo. No desea verme así, no conoce a este Christian, y sin embargo ha existido y aún existe por ella, pero no por su causa, porque sería capaz de hacer cualquier cosa con tal de no volverla a perder. Me repite una y otra vez que me quiere y que si la abandonase se quedaría a oscuras, sin luz en la vida. Eso lo conozco perfectamente, porque es así como me sentí cuando se marchó " No voy a dejarte, no voy a dejarte ", me repite insistentemente y esas palabras me hacen entornar los ojos y son un bálsamo para mi alma atormentada. Tenía tanto miedo de que me dejaras.
Comienzo a explicarla lo que sentí cuando vi a Ethan y comprendí inmediatamente que algo estaba ocurriendo y subí rápidamente . Cuando vi que te amenazaba, al instante supe lo que hacer para recuperar ese arma con el que te apuntaba . Estabas en peligro y yo podría ser el causante, de ello el desencadenante de ello. Y tu no te movías no querías irte, tozuda como siempre.
Toda la angustia vivida hace que de una vez por todas termine con una barrera, con una de mis sombras, por mucho que me cueste. Lo resistiré por ella . Tomo su mano, y la deposito sobre mi corazón. Mi respiración se acelera desbocada. Me falta el aire; respiro rápido, pero resisto. Ella retira su mano y me dice que no es necesario. Pero yo si lo necesito; deseo su contacto en mi pecho. Y lo vuelvo a intentar y esta vez aprieto su mano contra mi y reprimo unas lágrimas que suben hasta mis ojos, y ella se da cuenta y su llanto se hace más profundo. Se queja, se lamenta y no comprende quién me ha hecho eso que me traumatiza hasta el punto de no poderme tocar.. Ella se inclina y se que desea besarme, y yo respiro profundo y acepto sin palabras y ella deposita un suave beso sobre cada una de mis cicatrices, y esos dulces besos, son como agua de lluvia en terreno desierto y seco. Sus lágrimas mojan mi pecho, y entreabro los labios para respirar mejor, pero deseo que continúe, y la propia emoción del momento hace que mis lágrimas se intensifiquen.
Me voy relajando mientras ella sigue besando mis cicatrices y yo las recibo como el maná. Me hace una pregunta, que es clave y otra alta barrera a derribar. pero tengo miedo de nuevo, mucho miedo, porque en esa pregunta está la clave de toda mi existencia
- ¿ Por qué tienes miedo de que te deje ? Te lo he repetido mil veces. Nunca voy a dejarte
Inspiro para llenar de aire mis pulmones. No hay escapatoria,. Ha llegado el momento y de él depende mi vida. Pero estoy decidido a que esta noche terminen mis pesadillas, mis miedos y mis sombras. Mi oscuridad más grande. Mi confesión sé que no la espera, y sin rodeos la digo.-
- Ana ... soy un sádico
Ella protesta y me dice que la mentí cuando ella me lo preguntó y he de convencerla de que no lo hice a propósito y que ni yo mismo sabía que lo era. Pero ya he empezado y he de seguir, de concluir de una vez con lo que me atormenta. Siempre he sido sincero con ella, y en este momento clave de mi vida, he de serlo aún más.
- Me gustáis morenas y menudas, porque os parecéis a mi madre. Todas vosotras. Os elijo así por ese motivo.
Anastasia, no dice nada; se ha quedado muda . No sé lo que está pensando, pero se que algo es y tengo miedo de que lo exprese en voz alta. Y nuevamente sus palabras resuenan como un latigazo sobre mi
- Entonces, si que lo necesitas. Somos incompatibles porque yo no puedo darte lo que precisas
Y el horror vuelve a instalarse en mi . Y no puedo más que repetirla una y otra vez que no, que lo supe cuando me dejo. Que me hizo ver la vida desde otra perspectiva. v que Flynn me lo había dicho muchas veces y nunca quise hacerle caso, pero que esta vez es distinto. Nunca podría hacerla daño; no necesito ni látigos, ni varas, ni cinturones, nada de eso. Estoy en vías de rehabilitación y Flynn me ayudará a conseguirlo. La pregunto, la insisto una vez más que si se marcha, y ella me repite hasta la saciedad que no se irá, y hasta creo que la enoja que se lo pida tantas veces. Entonces furiosa me hace una pregunta
- ¿ Cómo demonios quieres que te diga que no voy a irme a ningún lado ?
Y entonces de mi boca sale una frase llena de esperanza en la que deposito todo mi corazón, y aguardo su respuesta con el alma en un hilo, porque de su respuesta depende mi vida y mi felicidad
- Sólo de una smanera. Cásate conmigo
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