Nuestra cena transcurre tranquila y feliz. Estamos sentados en el mostrador de la cocina uno al lado del otro. Miro el perfil de Ana relajado y me alegra que coma con apetito. Se ha quedado muy delgada desde nuestra separación, pero he de decir que tiene un cuerpo precioso, y ha ganado en estilo. Es como si ahora hubiera cambiado también su forma de vestirse. Ya no rechaza si la compro ropa, y parece que todos los modelos le gustan. eso me complace. Nuestra charla se ve interrumpida por el clásico carraspeo de Taylor, cuando ha de anunciar algo y tiene que interrumpirnos. Levanto la mirada y le pregunto:
- ¿ Ocurre algo, Taylor ?
- Perdón, señorta Steele, señor Grey por la interrupción, pero tienen visita
- ¿ Visita, a estas horas? No espero a nadie ¿ quién puede ser ?
- La señora Lincoln, señor
- ¿ Elena ?
- Esta subiendo
Y antes de que terminemos de hablar, la puerta del ascensor se abre, dando paso a la esbelta figura de Elena. Como siempre vestida de negro, color que estiliza aún más su figura y resalta más el color de su cabello, que ahora lo lleva con un distinto corte y un rubio casi blanco. Dice que le hace más joven. Ella es joven aún. No entiendo porqué quiere aparentar menos edad. En fin, es una manía de las mujeres. Veamos qué es lo que quiere.
Se sorprende al ver que Anastasia esté sentada a mi lado y que los platos de la cena estén aún sobre la mesa sin terminar. Se disculpa con una sonrisa que se me antoja algo falsa. Hay una enemistad encubierta entre ambas, sencillamente no se soportan. Ana, porque está empeñada en calificarla como a una pervertidora de menores, y es algo que no me gusta, porque ella me ayudó mucho, y espero que algún día lo comprenda. Elena porque está empeñada en hacerme ver que no es mujer para mi ¿ de qué clase tiene que ser la mujer para mi, como una sumisa? No se da cuenta de que yo prefiero a Anastasia, que ella me ha dado algo que las otras nunca me dieron, incluida ella misma. Decido terminar cuanto antes y le pregunto a qué ha venido
- Creí que estabas solo. Hoy es lunes si no me equivoco
-Si, no te equivocas, es lunes. Pero Anastasia está ahora conmigo, y es mi novia- Observo que el gesto le cambia . Se muestra contrariada por mi respuesta ¿Qué esperaba ? Además es algo que no le importa. La pertenecí en una época muy lejana y no tengo porqué darle explicaciones de lo que hago con mi vida, al igual que yo no se las pido de la suya. Mira de reojo a Anastasia, que se da cuenta de que quiere quedarse a solas conmigo. Ana hace intención de irse, y se baja de la silla, pero yo tomo su mano y la retengo, al tiempo que respondo a Elena
- Ana está ahora conmigo. Puedes decirme lo que hayas venido a contar.
- Bien, si así lo quieres. Me están haciendo chantaje - Me quedo helado. No quiero ni pensar si alguien está enterado del estilo de vida que hemos llevado, y el que aún ella lleva. Rebusca en su bolso y saca una nota escrita con letra de palotes. Es corta pero clara y extraña. Me la ofrece y yo hago que la deje sobre el mostrador. No sé lo que saldrá de todo ésto, y si la policía debe intervenir; cuantas menos huellas haya en ese papel, mejor.
La cantidad que solicitan es irrisoria ¿ cinco mil dólares por un chantaje ? Es absurdo; no parece una cantidad adecuada. Pero a ella le preocupa y me dice que quería que yo lo supiera. Ana definitivamente, pretextando que está cansada se ha ausentado, dejándonos solos. Entonces ella, noto que se relaja. Mis sospechas están en lo cierto al ver la fría despedida que Ana ha dado al ausentarse: a penas un ligero movimiento de cabeza pronunciando su nombre.
Ofrezco a Elena mi ayuda si es que le preocupa la cantidad pedida, pero ella la rechaza. y le ofrezco las averiguaciones que puedan hacer mis investigadores. En un principio dice que no, que no desea que se sepa nada, pero finalmente quedamos en que Welch hará alguna investigación. La ofrezco una copa de vino, y más relajada, me dice que se me ve bien
- ¿ Cómo esperabas verme ? Estoy bien Elena, feliz. Por favor déjanos tranquilos. Ella no desea comer, ni cenar, ni salir contigo, déjala en paz.
- ¿ Pero por qué ? Yo sólo deseo ayudaros. Estoy feliz al veros juntos- Me dice sin mucha convicción
- No comprende lo que ocurrió entre nosotros, es así de sencillo
- Pues házselo comprender
- Ya basta Elena. Sé muy bien lo que he de hacer
-Es que me preocupas
- Yo también me preocupo por ti,. Sabes que te aprecio, pero ahora ella es mi mundo, y no quiero que el otro que viví se interponga entre nosotros. Y por favor otra vez que quieras hablar conmigo, anuncia tu visita
- Así lo haré, descuida. Te estás volviendo muy quisquilloso desde que estás con ella. Antes no tenías
ningún secreto para mi
- Elena, mi vida es otra y es con ella. Eres una buena amiga, pero sólo eso. Lo que tuvimos es ya pasado, así que deja de sacarlo constantemente, por favor. Y a propósito ¿ por qué la dijiste que te había llamado el sábado ?
- Quería que se enterara de lo mal que se comportó contigo
- Eso no es asunto tuyo, así que déjalo pasar, y te repito no intervengas en nuestras cosas, son sólo asunto nuestro y no tuyo.
-Está bien. No deseo perder tu amistad ni tu contacto.
- Y no la perderás, pero para ello has de dejarnos tranquilos y no ser insidiosa en algo que no te compete.
- De acuerdo. No me lo repitas más
- Taylor, la señora Linoln se marcha, acompáñala, por favor.
No me gusta que me bese, ni en la mejilla siquiera. Antes no me importaba, pero ahora se la contienda entre estas dos mujeres. Sé que a Anastasia no le gusta que lo haga,piensa que ella tiene unas atribuciones que Ana no posee. Está equivocada. ella tiene todas las prerrogativas. No entiende que ese ligero beso era toda la nota de cariño que yo admitía en mi vida, pero ahora todo es distinto. He conocido el sabor de besar los labios de Anastasia y el beso que ella me devuelve, pero sólo porque es Anastasia y sólo ella. No lo deseo ni lo admito de ninguna otra mujer.
Elena se ha marchado ya, y yo me dirijo a mi dormitorio. Allí me espera Anastasia. La visita inesperada me ha puesto de malhumor y Ana me lo pregunta,y la verdad es que me ha enfadado haberla visto, porque siempre me recuerda a mi antigua vida y a lo que me pronosticó y que después sucedió. Presiento que está celosa y ella me responde que no y que no le gusta que piense eso. Comprendo que ella esté ansiosa por saber cosas de mi pasado, pero eso es lo que es, pasado y no quiero volver una y otra vez a lo mismo Me dice que ha escuchado la conversación que hemos tenido Elena y yo, algo que no me gusta, pero que entiendo. Su cabeza no para de imaginar cosas, de hacerse preguntas y nunca obtiene respuestas. Es lógico que desee saber. Por fin más calmado la explico que nunca me había planteado la vida con otra persona, que nunca había tenido esa necesidad, hasta que ella entró en mi vida y lo cambió todo Decido explicarle algo del pasado y ella escucha con atención . Lo que no termina de entender es la seducción con un adolescente. Se que además de no entenderlo le lastima. Espero que algún día pueda hacérselo ver y al fin lo comprenda. No deseo un choque de trenes entre Elena y Anastasia; no quiero que mi pasado y mi presente estén enfrentados. Me dice que la permita conducir su coche nuevo para ir a la oficina, y mi respuesta es rotunda : NO. Y no sólo eso: irá con Sawyer, y esta vez espero me obedezca.
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- ¿ Ocurre algo, Taylor ?
- Perdón, señorta Steele, señor Grey por la interrupción, pero tienen visita
- ¿ Visita, a estas horas? No espero a nadie ¿ quién puede ser ?
- La señora Lincoln, señor
- ¿ Elena ?
- Esta subiendo
Y antes de que terminemos de hablar, la puerta del ascensor se abre, dando paso a la esbelta figura de Elena. Como siempre vestida de negro, color que estiliza aún más su figura y resalta más el color de su cabello, que ahora lo lleva con un distinto corte y un rubio casi blanco. Dice que le hace más joven. Ella es joven aún. No entiendo porqué quiere aparentar menos edad. En fin, es una manía de las mujeres. Veamos qué es lo que quiere.
Se sorprende al ver que Anastasia esté sentada a mi lado y que los platos de la cena estén aún sobre la mesa sin terminar. Se disculpa con una sonrisa que se me antoja algo falsa. Hay una enemistad encubierta entre ambas, sencillamente no se soportan. Ana, porque está empeñada en calificarla como a una pervertidora de menores, y es algo que no me gusta, porque ella me ayudó mucho, y espero que algún día lo comprenda. Elena porque está empeñada en hacerme ver que no es mujer para mi ¿ de qué clase tiene que ser la mujer para mi, como una sumisa? No se da cuenta de que yo prefiero a Anastasia, que ella me ha dado algo que las otras nunca me dieron, incluida ella misma. Decido terminar cuanto antes y le pregunto a qué ha venido
- Creí que estabas solo. Hoy es lunes si no me equivoco
-Si, no te equivocas, es lunes. Pero Anastasia está ahora conmigo, y es mi novia- Observo que el gesto le cambia . Se muestra contrariada por mi respuesta ¿Qué esperaba ? Además es algo que no le importa. La pertenecí en una época muy lejana y no tengo porqué darle explicaciones de lo que hago con mi vida, al igual que yo no se las pido de la suya. Mira de reojo a Anastasia, que se da cuenta de que quiere quedarse a solas conmigo. Ana hace intención de irse, y se baja de la silla, pero yo tomo su mano y la retengo, al tiempo que respondo a Elena
- Ana está ahora conmigo. Puedes decirme lo que hayas venido a contar.
- Bien, si así lo quieres. Me están haciendo chantaje - Me quedo helado. No quiero ni pensar si alguien está enterado del estilo de vida que hemos llevado, y el que aún ella lleva. Rebusca en su bolso y saca una nota escrita con letra de palotes. Es corta pero clara y extraña. Me la ofrece y yo hago que la deje sobre el mostrador. No sé lo que saldrá de todo ésto, y si la policía debe intervenir; cuantas menos huellas haya en ese papel, mejor.
La cantidad que solicitan es irrisoria ¿ cinco mil dólares por un chantaje ? Es absurdo; no parece una cantidad adecuada. Pero a ella le preocupa y me dice que quería que yo lo supiera. Ana definitivamente, pretextando que está cansada se ha ausentado, dejándonos solos. Entonces ella, noto que se relaja. Mis sospechas están en lo cierto al ver la fría despedida que Ana ha dado al ausentarse: a penas un ligero movimiento de cabeza pronunciando su nombre.
Ofrezco a Elena mi ayuda si es que le preocupa la cantidad pedida, pero ella la rechaza. y le ofrezco las averiguaciones que puedan hacer mis investigadores. En un principio dice que no, que no desea que se sepa nada, pero finalmente quedamos en que Welch hará alguna investigación. La ofrezco una copa de vino, y más relajada, me dice que se me ve bien
- ¿ Cómo esperabas verme ? Estoy bien Elena, feliz. Por favor déjanos tranquilos. Ella no desea comer, ni cenar, ni salir contigo, déjala en paz.
- ¿ Pero por qué ? Yo sólo deseo ayudaros. Estoy feliz al veros juntos- Me dice sin mucha convicción
- No comprende lo que ocurrió entre nosotros, es así de sencillo
- Pues házselo comprender
- Ya basta Elena. Sé muy bien lo que he de hacer
-Es que me preocupas
- Yo también me preocupo por ti,. Sabes que te aprecio, pero ahora ella es mi mundo, y no quiero que el otro que viví se interponga entre nosotros. Y por favor otra vez que quieras hablar conmigo, anuncia tu visita
- Así lo haré, descuida. Te estás volviendo muy quisquilloso desde que estás con ella. Antes no tenías
ningún secreto para mi
- Elena, mi vida es otra y es con ella. Eres una buena amiga, pero sólo eso. Lo que tuvimos es ya pasado, así que deja de sacarlo constantemente, por favor. Y a propósito ¿ por qué la dijiste que te había llamado el sábado ?
- Quería que se enterara de lo mal que se comportó contigo
- Eso no es asunto tuyo, así que déjalo pasar, y te repito no intervengas en nuestras cosas, son sólo asunto nuestro y no tuyo.
-Está bien. No deseo perder tu amistad ni tu contacto.
- Y no la perderás, pero para ello has de dejarnos tranquilos y no ser insidiosa en algo que no te compete.
- De acuerdo. No me lo repitas más
- Taylor, la señora Linoln se marcha, acompáñala, por favor.
No me gusta que me bese, ni en la mejilla siquiera. Antes no me importaba, pero ahora se la contienda entre estas dos mujeres. Sé que a Anastasia no le gusta que lo haga,piensa que ella tiene unas atribuciones que Ana no posee. Está equivocada. ella tiene todas las prerrogativas. No entiende que ese ligero beso era toda la nota de cariño que yo admitía en mi vida, pero ahora todo es distinto. He conocido el sabor de besar los labios de Anastasia y el beso que ella me devuelve, pero sólo porque es Anastasia y sólo ella. No lo deseo ni lo admito de ninguna otra mujer.
Elena se ha marchado ya, y yo me dirijo a mi dormitorio. Allí me espera Anastasia. La visita inesperada me ha puesto de malhumor y Ana me lo pregunta,y la verdad es que me ha enfadado haberla visto, porque siempre me recuerda a mi antigua vida y a lo que me pronosticó y que después sucedió. Presiento que está celosa y ella me responde que no y que no le gusta que piense eso. Comprendo que ella esté ansiosa por saber cosas de mi pasado, pero eso es lo que es, pasado y no quiero volver una y otra vez a lo mismo Me dice que ha escuchado la conversación que hemos tenido Elena y yo, algo que no me gusta, pero que entiendo. Su cabeza no para de imaginar cosas, de hacerse preguntas y nunca obtiene respuestas. Es lógico que desee saber. Por fin más calmado la explico que nunca me había planteado la vida con otra persona, que nunca había tenido esa necesidad, hasta que ella entró en mi vida y lo cambió todo Decido explicarle algo del pasado y ella escucha con atención . Lo que no termina de entender es la seducción con un adolescente. Se que además de no entenderlo le lastima. Espero que algún día pueda hacérselo ver y al fin lo comprenda. No deseo un choque de trenes entre Elena y Anastasia; no quiero que mi pasado y mi presente estén enfrentados. Me dice que la permita conducir su coche nuevo para ir a la oficina, y mi respuesta es rotunda : NO. Y no sólo eso: irá con Sawyer, y esta vez espero me obedezca.
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