miércoles, 31 de agosto de 2016

Las oscuras sombras de Christian - Sombra 30 - Pastel de chocolate

Después de todos los excesos sexuales, ambos estamos hambrientos. Decido que tengo que hacer unas llamadas mientras ella prepara algo de comida.

- Algo ligero.  No te entretengas. Terminaré pronto y tengo mucha hambre - Se lo digo con mi característica sonrisa que ella sabe interpretar perfectamente, y me lanza una sonrisita, mientras tapa su boca con una mano, como para ocultar  que sabe lo que he querido decir.

Se pone a ello, mientras Taylor y yo entramos en el despacho de vigilancia. Ya han localizado al Charlie Tango, y viene camino de Seattle.  Veremos a ver lo que dicen los ingenieros.  Lamentaría profundamente tener que prescindir de él. En fin,  ya veremos.  Mi otra llamada, la más importante, es para el padre de Ana .Deseo pedirle su mano. Se muestra bastante sorprendido y me hace una serie de preguntas lógicas del caso, que creo hacen todos los padres cuando alguien pide la mano de su hija,  cuando van a dar un paso tan trascendente como el que nosotros vamos a dar.


- Christian, eres un excelente partido, y se os ve muy enamorados, pero hace poco que os conocéis y el matrimonio es algo para toda la vida, o al menos así debiera ser. ¿ Ella qué piensa ?
- Ray. Lo mismo que yo. Créeme nos conocemos lo suficiente y estamos convencidos del paso que vamos a dar. Por eso te pido tu autorización, porque estamos seguros de ello
- ¿ Puedo hablar con ella un momento ?
- Claro.  Ahora te la paso.

Con el teléfono en la mano, me encamino hacia la cocina. Está terminando de marinar un salmón con una pinta estupenda.  Tapo el auricular y se lo entrego.  Ella me mira como diciendo ¿ quién es ?. Yo respondo sin más "· tu padre ".  Abre desmesuradamente los ojos; yo le entrego el aparato y les dejo solos. Vuelvo al despacho y llamo a casa de mis padres: he de hablar con Mia referente a mi encargo

- Christian.  El pabellón está lleno de hombres haciendo no sé que cosas, con luces y flores y plantas por todos lados ¿ Qué es lo que pretendes?
- No tengo tiempo de explicártelo ahora.  Déjales trabajar.  Ellos saben lo que tienen que hacer. Tú sólo faciilítales la entrada y procura que no vaya nadie por el pabellón. Es una sorpresa
- Pero...
- Mia, hazme caso y déjales hacer. Tengo prisa. Ana me espera para comer. Adiós. Nos vemos esta tarde.

Cuando quiere mi  hermana es insufrible. La he cortado la conversación porque de lo contrario sería una rueda, volviendo  una y otra vez a lo mismo. ¡ Caramba , que haga lo que la he dicho ! Simplemente eso.
Ana permanece en el puerta. Cree que he discutido y no se atreve a entrar.



- ¿ Has hablado con tu padre ?
- ¿ Por qué has hecho eso? No sabía qué decirle a todo lo que me preguntaba
- Es costumbre pedir la mano de la hija a su padre, bien yo lo he hecho
- Christian, a veces me sorprende lo moderno y lo antiguo que eres al mismo tiempo. Mientras se termina de hacer la comida,, voy a llamar a mi madre. No me perdonaría que no se lo dijera y se enterara por él.
- Ve. Yo mientras pondré la mesa.

Terminamos con el último bocado de comida. Estoy satisfecho.  Mi chica cocina muy bien. Se lo alabo y ella se ruboriza. De pronto me viene a la cabeza lo que me dijo esta mañana al entrar en el cuarto rojo.  No había pensado en ello hasta ahora, pero me intriga su petición. ¿ Por qué me pidió eso ?

La respuesta que me da, me deja algo descolocado. Parece ser que buscando el pantalón y la corbata, ha encontrado una caja que contiene esas fotografías de mis sumisas. ¿ Cómo es posible ? Las dejé en mi caja fuerte y me había olvidado totalmente de ellas.  Ella no las ha cogido, porque además de negarlo, no sabe la combinación para abrirla, e inmediatamente en mi cabeza salta la respuesta. Leila, el día que estuvo aquí.  Las romperé,se lo hago saber a Anastasia, no quiero más sorpresas.  No me interesan en ningún sentido; ha pasado mucho tiempo, y exceptuando Leila y Susan, todas las demás tienen su vida con otras personas, y yo no he vuelto a saber nada ., ni me interesan tampoco.  Espero haberla convencido del motivo de su existencia, aunque no estoy muy seguro de ello. La beso y miro de frente a sus ojos.


- Creí que todo había quedado claro esta mañana. No quiero esa vida, la quiero contigo. Ese es el pasado y deseo el presente y el futuro a tu lado.  No pienses en ello. Las romperé.

Lo que no acabo de entender, aunque no se lo digo, es cómo Leila ha podido abrir la caja.  La guardo en una carpeta especial, escondida en otra caja fuerte, sin señas de identidad, pero ella ha estado mucho tiempo por aquí, y es probable que husmeara en mis cosas y la descubriera.  De cualquier modo las destruiré.

Aunque me cuesta separarme de ella he de resolver varios asuntos antes de esta tarde.  Entre ellos el problema del helicóptero.   Mira el reloj y me dice algo que me llena de ilusión.  Aunque deseo que mi pasado no exista, hay algunos pasajes que permanecen en mi memoria.  Son recuerdos agradables, pocos, pero los tuve, cuando mi madre biológica charlaba conmigo y me sonreia y me horneaba un pastel para mi cumpleaños. Para un día como el de hoy.  No recuerdo bien si fue mi cuarto o tercer cumpleaños. Lo que si se, es que sería  el último, aunque entonces no lo sabía.

Sonrie abiertamente y me dice que tiene tiempo de confeccionar uno. ¡ Santo cielo, un pastel para mi ! Me alegra que lo haga.  Le he dicho que me gustan de chocolate y ella me sonrie y me dice que así será, pero que tiene que salir a comprar algunos ingredientes que le faltan.

- ¿ Vas a vestirte ?-  Ella mira su atuendo y no entiende mi pregunta, y yo le respondo
- No se te ocurrirá bajar con ese vestido.  Es demasiado corto.

Como siempre, ella me lleva la contraria y yo me enfado. Se si agacha se le verá el trasero.  No me gusta que vista tan descarada. Es cierto que en casa, aunque están los guardaespaldas, prácticamente estamos solos ella y yo, pero salir a la calle así...  Es un vestido playero  no para ir por la ciudad.  Me dice que no debí  elegirlo, porque es uno de los que encargué para ella.  Pero yo lo encargué para eso, para la playa, y no para que vaya al supermercado.  Sale corriendo, y yo trato de darle alcance,pero esta vez ha sido más rápida y se mete en el ascensor.

No tarda mucho en regresar, pero aún estoy dolido por su desobediencia. La veo entrar en le despacho, y yo me hago el desentendido.  Ella camina hacia mi, me besa y pide disculpas por haber sido tan impulsiva. Y yo no tengo más remedio que abrazarla y acariciar sus muslos suaves y tersos que lleva al descubierto.  Está sentada a horcajadas y su proximidad hace que me alborote, que nos alborotemos, y allí mismo, le quito su ropa interior y lentamente tomo posesión de su cuerpo, y su cuerpo responde al mío, una vez mas. Y nuestras bocas se unen y nuestras manos juguetean:  las de ella con mi pelo, del que tira y me sujeta para que permanezca pegado a su boca y mis manos paseando por sus nalgas desnudas. Y nuevamente nos perdemos ambos  en esa unión tan espontánea y tan dulce.


De nuevo regresa a la cocina y desde la puerta se vuelve hacia mi y con la más dulce de sus sonrisas me dice   "¿me has perdonado ? lo siento tienes razón, es demasiado corto. Pero creo que la reconciliación ha merecido la pena ". Y no tengo más remedio que reirme, levantarme de mi asiento y abrazarla mientras la beso y le doy un cachete en el culo.  La empujo suavemente para que salga de allí, porque mucho me temo que la escena volverá  a repetirse.  Transcurre no demasiado tiempo, y me avisa que el pastel está preparado para comerlo. Lo ha dispuesto todo y en el centro, una vela que enciende y que apago de un soplo. Mi deseo es ella, siempre ella; pero no puedo evitar evocar una escena con mi madre, cuando me sonreia con dulzura y yo le devolvía la sonrisa. Ocurría ¡ tan pocas veces.!..Partimos un trozo y descorcho una botella de champan.  Brindamos por nosotros; más tarde lo haremos con todos. Pero lo hacemos porque estamos juntos, porque ayer a esta misma hora no sabíamos nuestro destino, que creí perdido y porque dentro de nada será mi esposa. Mi muy amada esposa para siempre, y para siempre será mia, aunque ya lo es, pero lo haremos oficial ante todos .

Paro el coche frente a la verja de la casa de mis padres. La tomo de la mano y caminamos por la vereda que conduce a la entrada ¿ Preparada?, la digo, y ella firmemente me dice que si con la cabeza. Mis padres nos aguardan a la entrada y nos reciben con evidentes muestras de cariño y con una sonrisa especial, de parte de mi madre, para Anastasia.  Ella gira su cabeza y me sonrie, pero también me pregunta sin palabras, si Grace lo sabe. Digo si sutilmente, y ella dice sí con la cabeza. ¡ Cómo no iba a anunciárselo a mi madre !

Las dos mujeres más importantes de mi vida, permanecen abrazadas bajo la complacida mirada de mi padre y mia.  Grace acaricia suavemente sus mejillas y a continuación me mira, y en sus ojos veo un brillo especial de emoción contenida.  Entramos todos juntos.  Nos disponemos a  entrar al salón, cuando se dirige hacia nosotros una furibunda Kate ¿ Qué demonios le pasa a ésta ?  En su mirada hay ira y en la forma de dirigirse a nosotros, hace que Carrick se quede cortado, formulándose en su interior la misma pregunta que me hago yo.  Nos deja solos y vamos hacia un salón.  Cierra la puerta, y nos muestra un papel esgrimiéndolo en su mano ¿ Qué coño es eso, qué le pasa a esta neurótica ?


 Ana y yo nos miramos sin comprender lo que ocurre. Ana me dice que me vaya; ella si sabe a lo que se refiere, pero no estoy dispuesto a irme, sino a aclarar lo que sucede.  Al final consigo saberlo. El papel es el contrato que hice a Anastasia cuando empezamos la relación. ¿ Habrá comentado con Elliot algo ? Asegura que no y Anastasia y yo mismo nos esforzamos por aclararle la situación; no parece muy convencida y me veo obligado a decirle que vamos a comprometernos esa misma tarde.  Se queda paralizada;no se lo esperaba.  Entonces, parece que se convence y se abraza a Ana, y de pasada a mi también.  ¡ Menos mal, porque mi madre entra en escena y no debe enterarse de nada.


2 comentarios: