sábado, 23 de diciembre de 2017

Grey - LA TRANSFORMACIÓN - Capítulo 6


Y en la academia que Elena le había indicado, aprendió y supo lo que era el poder. El manejar las situaciones a su antojo, cuando él quería y como  quería. Se sintió dueño absoluto de su vida. Nunca había conocido la sensación de tener en sus manos el poder y el respeto de cuantos le rodeaban.
Su actitud cambió radicalmente. Ya no organizaba peleas con sus compañeros. Bien es cierto que tampoco tenía amigos. No los necesitaba. Le bastaba con ver el rostro feliz de su madre y la tranquilidad de su padre. Se llevaba bien con sus hermanos, pero absolutamente nadie sabía a qué se debía el gran cambio experimentado en su vida. Todos lo achacaron a que ya era mayor y a punto de entrar en la universidad. Esperaban que allí se echara amigos, y quizá con algo de suerte, conociera a alguna chica que le enamorara. Con Elena se veía poco, y ambos ocultaban su relación.  Ningún descuido. No se lo podían permitir, porque no sólo, si algo se descubría sería su relación, sino lo tormentosa de ella. Aprovechaban que Linc estaba fuera para encontrarse , siempre por separado, en su lugar secreto.
Allí se sentían libres. Actuaban como ellos querían. Seguía siendo salvaje, pero con la diferencia de que era Christian quién dirigía todo y Elena la complaciente amante. El placer de ambos se mantenía en auge, máxime que cada vez que se veían, utilizaban distintos juguetes para darse placer mutuamente.
En los espacios en que descansaban, después de sexo duro, tumbados en la cama y abrazados, cada uno de ellos, hacía confidencias al otro. Con ella, no tenía que fingir. No la ocultaba nada, y atendía atento los consejos que le daba. Ella se encargaba de recordarle de vez en cuando, que por su influencia, había cogido el buen camino, abandonando las peleas y la bebida en la que se estaba iniciando cuando se hicieron amantes.
Christian no sabía si aquello que sentía por ella, era enamoramiento o simplemente estaba seducido por sus encantos. El sexo con ella era salvaje ¿ sería lo mismo en todas las parejas? No había conocido a otra mujer para poder comparar. Le tenía totalmente para ella sola. No le había tentado ninguna chica de la universidad. Charlaba con ellas amigablemente, como compañeros, pero ninguna cita, ningún beso robado, ni nada más allá del compañerismo. Tampoco tenía mucho interés en cambiar las cosas. Elena era todo su objetivo. No había nada que él no hiciera por ella. Era casi una obsesión, pero todo lo achacaba al sexo, y no al amor.
Hacía el segundo año de económicas y al mismo tiempo ciencias políticas. Era un alumno con una extraordinaria inteligencia, pero se aburría mortalmente en las clases universitarias. No terminaba de encajar allí. Tenía ambiciones, y las quería conseguir ya, y para ello maduraba en su cabeza un plan: dejar los estudios y emprender algún negocio. Había cumplido veinte años y se sentía capacitado para ello.
Decidido, una noche mientras cenaban, toda la familia reunida, planteó el tema.. Las voces de Carrick retumbaron en toda la casa. Era un hombre difícilmente alterable, pero al escuchar lo que su hijo le planteaba, no pudo por menos que enfurecerse
- Esta conversación se ha terminado - dijo dando un puñetazo en la mesa, que hizo saltar los cubiertos-. ¿ Sabes la locura que acabas de decir? Ahora, cuando tu vida se ha encarrilado, se te ocurre tamaña locura. Lo entendería si tu inteligencia fuera más limitada, o no te gustase lo que has elegido. Porque fuiste tú quién eligió esa carrera, y tu inteligencia es más que brillante. No, no y no.  Seguirás estudiando hasta que la termines. No hay más que hablar
Grace miraba atónita a su marido y a Christian. Lejos de estar enfurecido, el muchacho esperaba paciente a que su padre terminara de hablar, y cuando lo hizo, con toda la calma del mundo explicó
- Papá, no te exaltes de esa manera porque es inútil. He tomado mi decisión y cuando termine el curso, terminaré mi carrera universitaria. Escucha por favor lo que he planeado. Comenzaré con un negocio pequeño, pero confío en que pueda hacerlo mayor. No inmediatamente, por supuesto, pero si me ayudas, llegarás a estar orgulloso de mi
- Estamos orgullosos de ti - interrumpió Grace que ante una mirada de Carrick, guardó silencio
- Christian, te he dicho que terminarás la carrera. Si no lo haces, sintiéndolo mucho no tendrás nuestra ayuda. Si decides cometer la locura que nos has anunciado, tendrás que valértelas por ti mismo, porque yo no te daré ni un centavo. Que lo sepas. Si quieres ser independiente, empieza por serlo en todo
-¡ Carrick ! ¿ cómo puedes decir eso ? - exclamó furiosa Grace
- Es por tu bien, aunque ahora no lo veas claro. Pero quiero que mis hijos terminen sus estudios y que no dependan de sus padres para abrirse camino en la vida. ¿ Ha quedado claro ? pues bien doy por terminada la conversación
- De acuerdo - replicó Christian - Pero que lo sepas, este curso será el último. Y no te preocupes, me las arreglaré. Y ahora, sigamos la cena en paz
Tanto sus padres como sus hermanos, le miraban atónitos. Hasta no hace mucho tiempo, esa conversación hubiera sido motivo de un disgusto, y sin embargo ahora, con toda la calma del mundo proseguía partiendo su entrecot, como si tal cosa.
Sin embargo en la soledad de su habitación, repasaba dolorido la actitud de su padre, que comprendía, pero que no compartía. Allí no podía comentarlo con ninguno de ellos. Ni con Grace, porque compartía el criterio de Carrick. Ni con Elliot porque era de la opinión de ellos, ni con Mia, que por su juventud no sabía qué aconsejarle. Y su pensamiento voló hacia Elena. Ella le conocía bien y seguro que le apoyaría. Hablaría con ella, para despejar sus dudas y buscaría un trabajo para reunir algo de dinero y comenzar lo que tenía en mente.
Se reunieron a mediodía . No era extraño que les vieran juntos en un restaurante. Se trataba del hijo de unos amigos. Si acaso Linc se enteraba, eso le diría. Christian la contó lo que había hablado con sus padres, y la negativa de ellos a ayudarle. La dijo que buscaría un trabajo y ahorraría dinero, y cuando tuviera cierta cantidad emprendería un negocio. Comenzaría con tecnología. Conocía a un chico de la universidad que era un cerebrito. Había hablado con él, y estaba de acuerdo. En cuanto pudieran emprenderían el negocio.
Elena le escuchaba atentamente, y cuando Christian terminó le dijo rotunda algo que él no esperaba, y ni siquiera se le había pasado por la imaginación
- ¿ Cuanto dinero necesitarás para comenzar? - le dijo pausadamente
- Yo calculo que unos cincuenta mil dólares- respondió Christian
- Muy bien. Yo te prestaré cien mil. Cuando lo hayas puesto en marcha y comiences a ganar dinero, ya me los devolverás
- ¿ Me lo dices en serio ? ¿ Dispones de esa cantidad ?
- Por supuesto. Es tanto mio como de mi marido. Así que si lo tengo. Sólo habré de buscar una excusa para justificarlo. El sabe que me encanta la peluquería. Le diré que voy a poner una y que necesito el dinero para la fianza e instalación del local
- ¿ Vas a ponerlo de verdad?
-Naturalmente que no. Es una excusa
- Pero si pasado el tiempo ¿ no la pones ?
- Ya se me ocurrirá algo.¿ Para cuándo lo necesitas?
- Primero terminaré este curso. Sólo faltan tres meses. Cuando termine, me despediré de la universidad.
- Muy bien. Cuenta con ello
Y el tiempo siguió su curso, y con ello el final de estudios y de la universidad. Pero comenzaba algo nuevo para él que cambiaría su vida, y la de Elena.


Autora:  1996rosafermu, basado en la novela de E.L. James Cincuenta sombras de Grey
Fotografías: Archivo de 1996rosafermu

domingo, 18 de junio de 2017

Christian Flores y corazones

Dormimos poco aquella noche.  El accidente y nuestro posterior encuentro nos mantuvo en vela, pero al despertar Ana me felicitó de nuevo. Éramos completamente felices y durante la fiesta de celebración de mi cumpleaños, íbamos a anunciar nuestro compromiso.



Y felices y contentos acudimos a casa de mis padres para celebrar mi veintiocho cumpleaños. Una fecha que nunca había sido especialmente feliz para mi, pero la de este año si lo sería. o al menos eso pensábamos.  Todo iba normal.  Nuestros amigos, allí reunidos nos abrazaban dándonos la enhorabuena, pero hubieron dos personas que se sorprendieron especialmente: Elena y Flynn.




Ninguno de los dos lo esperaban.  El médico,  francamente alegre, Elena...,  no tanto. Aún, a pesar del tiempo transcurrido, me pregunto por qué.  ¿ Creyó perder influencia sobre mí? ¿ Celos de Ana ? Nunca había sentido tanto rechazo con una mujer, al contrario siempre había sido ella la que me las buscaba, hasta que tomé yo la iniciativa.


Pero con Ana ha sido distinto.  Todo ha sido diferente con ella y es que con las otras mujeres que pasaron por mi vida, fueron sólo juguetes, pero Ana lo es todo, absolutamente todo: mi guia, mi norte y mi esperanza.  Eso es lo que no soporta.



Nunca me hubiera imaginado un enfrentamiento como el de aquella tarde en el que el suelo se abrió a mis pies,  .  Los reproches de ambas, hasta los insultos por parte de Elena.   Nunca lo hubiese imaginado,. cuando las vi , a una con la cara chorreando licor y,  a la otra con los ojos desmesuradamente abiertos, sin duda asombrada ella misma de lo que acababa de hacer.  Pero a continuación entró en escena mi madre, y eso me dolió profundamente, porque iba a enterarse de que su hijo más querido, al que siempre había protegido frente a todos, había llevado una vida un tanto extraña, lo mismo que extraña era la amistad que me había unido a Elena..

Tuve que contárselo todo mientras ella gemía quedamente culpándose de no haber estado más atenta a mi comportamiento. Al no haber pensado que todo lo vivido en mi niñez, me pasaría factura, y que no bastaría sólo con su amor. El haber sido ella misma quién le contase a Elena todas mis peculiaridades, creyéndola una fiel y leal amiga.  La dolía el corazón por mi sufrimiento y por la deslealtad de Elena.


La abracé por primera vez en mi vida y ella se refugió en mi pecho. ¿ Por qué nunca lo había hecho adorándola como la adoro? Probablemente porque no quería sentir amor por nadie , para que nadie me rompiera el corazón nuevamente. Traté de calmarla; la pedía perdón, pero se seguía culpando, cuando la única culpable era la persona que salió desairosa de aquella habitación después de haber sido increpada por Anastasia.

¡ Qué ceguera tan grande sufrí durante años ! Nada más conocer   Anastasia la verdad de mi pasado, la calificó como lo que ea y que tardé años en descubrir, porque me negaba a reconocerlo, pensando que había sido la persona que me había ayudado más en la vida.  Y eso no era cierto, porque las personas que más lo habían hecho estaba una entre mis brazos llorando,  y la otra, no sabía dónde estaría.

He de ir a buscarla.  He de confesarle oficialmente mi devoción hacia ella y mi firme propósito de hacerla mi esposa. Y de que al fin, podamos celebrar este cumpleaños que no se borrará nunca de mi cabeza.

¿ Será verdad que soy un romántico?  Ella me lo había dicho, pero me he dado cuenta, como otras tantas cosas, de que es posible que así sea.  Ella me ha cambiado hasta en eso, y tendrá flores y corazones como siempre había deseado.  / #1996rosafermu


viernes, 16 de junio de 2017

Reflexiones, pensamientos de Christian - Firme decisión

Había tomado una decisión sin contar con Ana.  No sabía si ella estaría de acuerdo, pero la solución no podía demorarse más. Era un peligro constante si con cualquier descuido  Phoebe ó Teddy, llegaran a descubrir su gran secreto.  Cerró su portátil, y entornando los ojos, recostó la cabeza en el respaldo del sillón y entonces, comenzó a evocar  pasajes de lo que había sido su vida.


Lo había meditado, y creía su deber el hacerlo. Sus hijos eran adolescentes, en esa edad peligrosa, en la que se creen que lo saben todo, cuando en realidad no saben nada. Estaban en la edad en que, las chicas tienen su primera experiencia sexual. Le daba miedo, de nuevo sentía pavor y se acordó de su mujer. Trató no causarle traumas y pensaba que lo había conseguido
 Pero al tomar esa decisión no sólo se trataba de sus respectivas apetencias sexuales, sino que estaban por medio sus hijos, y no quería que ellos supieran qué tipo de sexo mantenían sus padres.

Bien cierto era , que su vida sexual sólo les competía a ellos, pero... ¿ lo entenderían si llegaran a saberlo ? Era difícil visto desde afuera , sin conocer los sentimientos que ellos experimentaban y el camino, largo camino,  que tuvieron que recorrer hasta llegar a la actualidad.  Era hombre que cuando tomaba una decisión,difícilmente se volviera atrás. Y el desmantelar el cuarto rojo, fue una de ellas desde hacía mucho tiempo.


Habían llegado a una comunión absoluta, a una compenetración que difícilmente se daba en la pareja. Habían sido afortunados, pero ellos también habían sido sus artífices, ya que cada uno  tuvo que ceder ante el otro.

Se acariciaba la barbilla y sonreía al recordar el primer encuentro sexual con la que hoy es su mujer. Recuerda que se enfureció cuando ella le confesó que era vírgen. ¡ Cómo era posible que una chica de veintiún años, en la época actual, no haya tenido ninguna experiencia sexual !  No terminaba de creérselo, pero ya entonces se sintió atraído hacia ella ¿ Qué debía hacer, mandarla de vuelta a su casa? Y si no soy yo ¿ en qué manos puede caer ?


¿ Asumió ese rol por lástima o fue porque ya la amaba?  Fue cuidadoso, la mimó y protegió en ese acto tan importante para una mujer, en el que de ello depende su feliz o infeliz vida sexual.  A partir de ese momento fue una escalada al tratar de llegar a un fin, a un plan que él  se había trazado, pero que al final la jugada quedó en tablas, y nunca, jamás , se arrepintió de ello.

Peo ahora todo había cambiado, se trataba de sus hijos  y no sería él quién tomase las riendas de sus apetencias.  Tenía que estar seguro de que irían por el camino adecuado.  Probablemente no entenderían el por qué aún conservaban esa habitación con esa extraña decoración si algún día llegasen a verla. Ignoraban que ahora era  Ana quién le pedía la llevase a ella; él no quería, no lo necesitaba, aunque también participaba grandemente de su disfrute.
Probablemente si Phoebe o Teddy lo descubrieran, querrían probarlo, pero para ello se necesitaban dos personas, y no tenía seguridad de cómo serían tratados por la pareja.  No, mejor deshacerse de ella de una vez


No le diría nada a Anastasia, tendría que aceptarlo ante los hechos consumados.  Contaría con la colaboración de una antigua sumisa que conocía bien, y sabía que su secreto estaría a salvo. Le debía mucho de su actual estatus de vida y siempre se había mostrado ser una leal y agradecida  amiga.

Se incorporó en su asiento, y lentamente marcó un número que sólo él conocía.  Ella se encargaría de todo.  Le regalaría todo el atrezzo que estaba impecable y siempre la había encantado.  Sería todo para ella, sólo con la condición de que fuese lo antes posible.  Y así se hizo, siendo con ello el broche final de una larga etapa de su vida ( 1996rosafermu )

jueves, 15 de junio de 2017

Reflexiones, pensamientos - Las súplicas de Christian

He descargado mi conciencia y mi alma con mi madre.  Ella en lugar de hacerme reproches, me ha hecho ver lo difícil de la situación y el error que he cometido. Pero también ha acariciado mi cara y mi pelo, como hacía cuando era niño.  Me ha dado su ternura en estos momentos que tan necesitado estoy de cariño verdadero.  Ana no puede dármelo en estos momentos. Miro su cara impávida, sus manos quietas sobre la blanca sábana, dormida, igual a la princesa del cuento, sólo que con mis besos no se despierta,

Me asfixia tener este peso sobre mi conciencia. Yo la empujé a cometer esa locura, yo soy el causante de todo. Yo, que sólo deseo protegerla y cuidarla, la he empujado a este estado  desconcertante  e incógnito.  Ana, Ana.. es inútil cuantas veces la llame , no me responde. ¿ Y si escuchara ? ¿ Podrá oír ? Los médicos dicen que si...  Le repito,  una y otra vez,  que la amo, que necesito que vuelva a mi ¿ Me escuchará ? Si al menos moviese un dedo... Mi madre se ha marchado y yo vuelvo a mi asiento junto a su cabecera



 Necesito hablarle, pero ¿ de qué ? No importa,  de lo que sea.  De algo que la recuerde nuestra vida que ha sido difícil, pero que supimos encontrar el equilibrio entre nosotros. Que cedimos de nuestro terreno para llegar hasta el otro. Que estuvimos dispuestos a luchar con todas nuestras fuerzas para llegar a buen puerto. ¡El Grace ! ¡ Claro, nuestra escapada en el yate ! ¿ Recuerdas Ana, cuando Lian bajó a tierra ?



 Juntos hacemos que tiemble la tierra; nuestra conexión es especial, única.  Nuestros encuentros en cada rincón del apartamento: en el ascensor, sobre la mesa del vestíbulo, en mi despacho, contra la pared....En cualquier lugar y momento, porque siempre deseo estar contigo, eres mi adicción, Ana.  Y ahora te veo ahí, quieta, impasible a todo lo que ocurre a tu alrededor.



No es posible que los recuerdos de esos momentos vividos no te hagan volver a mi. Seguramente conoces el infierno que estoy pasando.  Que he sido yo quién lo ha provocado, por unos absurdos celos tuyos, pero mi culpa es mayor por haberte tratado de esa forma, cuando debí abrazarte y decirte cuánto te amo y cuánto deseo ese hijo tuyo y mio. Y que mis miedos serán amortiguados por ti, porque siempre serás la parte más fuerte de nosotros dos.


Acaricio tu rostro amado y hasta mis ojos acude el llanto,  ante la incertidumbre de nuestro futuro.  ¿Volverás Ana? ¿ Me seguirás amando cuando regreses? ¿ Habrá cambiado todo entre nosotros ? ¿ Cómo pude ser tan estúpido ? El recordar tu rostro incrédulo ante mi reacción, hace que me odie a mi mismo, y ciertamente no me cuesta trabajo hacerlo, porque no soy merecedor de tu amor, de ese caudal de amor y bondad que derrochas conmigo.  Vuelve Ana por favor, vuelve.  Volvamos a vivir nuestras noches locas de pasión incontenible ante la sensación de pertenecernos mutuamente, porque siempre serás mía en la misma medida que yo siempre lo seré tuyo. Regresa a mi Ana, por favor, regresa. ( 1996rosafermu )


viernes, 5 de mayo de 2017

Anastasia - Capítulo 23 y último - Al descubierto

Y Anastasia volvió a sus recuerdos que parecían tan lejanos, y sin embago habían ocurrido hacía a penas unos pocos meses.  Entornó los ojos y sonriente se dejó mecer por la suave brisa del prado y su olor a hierba y a flores.  Esa parte era la que más le gustaba de la casa, y en ella junto a Christian y los niños jugaban,  y , en solitario se amaban, mecidos por el suave viento de los verdes prados.


Y volvió al día del cumpleaños de Christian de su vigésimo octavo cumpleaños, en que todo se precipitó, en el que hubo alegría y felicitaciones, pero también descubrimientos insólitos que dejaron el camino libre de una parte de su vida, para convertirla en clara y diáfana.

" Los padres de Christian le habían preparado una fiesta, que por lo visto hacían todos los años, pero la de éste, resultaría insólita, perturbadora y finalmente feliz, muy feliz.  Llegamos a casa de los Grey y ya estaba todo preparado. Al entrar  recibidmos una buena reprimenda de una asustada Kate que debía creer que Christian poco menos que me tenía secuestrada y me llevaba por un camino a la perdición. Tuve que aclararle que transitaba por donde yo quería, por el sendero que me hacía plenamente feliz, y que ningún riesgo corría con él porque siempre me protegía, hasta de mí misma."

"Tras los abrazos con sus padres, Christian tomo dos copas de chmpan y una me la dio, con la otra alzándola brindó por la buena suerte que habían tenido Ross y él, pero no deseaba empañar ese día tan especial con un mal recuerdo. Cuando todos supieron lo que pensábamos  hacer, estallaron en un aplauso, sorprendidos por ello.  Nadie imaginó que Christian en tan pocos meses dejaría de ser un hombre solitario y triste al que no permitía que nadie se le acercara, en alguien totalmente distinto, sonriente y feliz.!"


"Sus padres y hermanos se acercaron a nosotros abrazándonos emocionados. El doctor Flynn, sorprendido también, aunque conocedor de la trayectoria de Christian, tampoco le pilló de sopresa.  Pero hubo alguien que clavó su mirada en mí, como si fuera un puñal; no dijo nada, ni siquiera se acercó a nosotros.  Torció el gesto y salió de la habitación.  Todo era alegría y buenos augurios.  Christian no me soltaba de la mano y Grace nos abrazaba alternativamente porque quizá pensaba que tenía que desquitarse de tantos años en que no lo pudo hacer.  Él me miraba y en sus ojos había una luz especial, mitad emoción y mitad alegría .  Yo flotaba en una nube.  No podía creer que fuera a casarme con el hombre de mis sueños, por el que daría mi vida entera.2

"Mia quiere consultrme algo y salimos al pasillo.  Me da una copa con un cóctel que ha hecho su padre y me pide consejo para atraer a Ethan:  Creo que se ha enamorado de él, pero no termina de decidirse. Me pregunta sobre sus gustos y le aconsejo que hable con Kate, porque nadie mejor que ella para decórselo.  A pesar de que le conozco hace tiempo,  mis conocimientos sobre él son muy limitados.  Me agradece el consejo y sale en busca de Kate.  Bebo un sorbo del brebaje que ha preparado Carrick, y aunque me agrada, noto que el alcohol reina  en la copa y por tanto habré de andar con cuidado. Voy a depositarla sobre una mesa, cuando alguien sale a mi encuentro y hace que deseche la idea."

"Elena está furiosa conmigo.  Es como si hubiéramos tenido que pedirle permiso para casarnos ¿ quién es ella para criticar nuestras decisiones?  Me interpela agriamente y llega a insultarme.  Yo le echo en cara su comportamiento con el joven Christian y nos enzarzamos en una serie de reproches que termino cuando arrojó el líquido de mi copa a su rostro."


"Christian iba buscándome y al pasar cerca escuchó las voces y al reconocerlas y presentir que algo grave ocurría decidió intervenir.  No deseo recordar el enfrentamiento que se produjo entre ellos, porque aún se me eriza el vello.  Pero lo que lamento profundamente es que Grace tuviera que enterarse de esa forma de la adolescencia de Christian y quién fue la culpable de ello.  La echó de su casa y ellos dos se quedaron a solas.  Era el momento en que él abriera su corazón y contase de una vez todo lo ocurrido entre ellos.2

"Estaba desolada. Un día que debiera ser tan feliz, esa maldita mujer lo había echado todo a rodar.  Sería imposible olvidarnos de ello.  Necesito reflexionar sobre todo lo ocurrido.  Lamento que Grace pase el mal trago de saber el estilo de vida que llevó su hijo inducido por esa mujer.  Me angustia, y necesito algún rincón lejos de la gente en el que pueda serenar mis nervios.  No hay un lugar sobre la tierra más aparente que el cuarto de Christian, y hacia allí me dirijo".

"Necesito rodearme de sus cosas, transportarme a  esa edad en que comenzó todo.  Es como si de esta forma pudiera ahuyentar todo lo que vino después; pero no se puede, ocurrió y será imborrable en nuestras vidas, pero también fue el motivo por el que comenzó nuestra relación y que culminará felizmente en casamiento. El tiempo pasa y me pregunto sobre lo sucedido entre madre e hijo. Ignoro si ha pasado una hora, o más, pero he de ir en su busca.  La fiesta era para él, para nosotros, y los invitados se extrañarán que no estemos ninguno de los dos".


"Bajo las escaleras que conducen a la planta de abajo, y veo que él sube buscándome.  En su cara se ha apagado la alegría de esta mañana. La arruga de su entrecejo es más profunda y en sus ojos hay una tristeza infinita.  Se me parte el corazón por este hombre al que le cuesta tanto ser feliz, y me arrojo en sus brazos.  Y le abrazo y le beso con toda mi alma, para ahuyentar o, al menos atenuar, la angustia que siente."

"Nos hemos incorporado a la fiesta y en un aparte me dice que tenemos que hacer algo. Me tiende su mano y voy tras él.  Le confiaría mi vida si fuera preciso.  Salimos al jardín y llegamos hasta el embarcadero.  De él sale una luz especial que me llama un poco la atención. " Ven ", me dice y abre la puerta cediéndome el paso.  Cuando entro me quedo quieta en el umbral ante lo que mis ojos están viendo: hay luces por todos sitios, y flores, muchas flores de distintos colores de maravillosas formas y tamaños, todo cubierto por ellas. Christian me abraza y me dice muy dulcemente pegado a mi oido " querías flores y corazones.  Mi corazón ya lo tienes , y aquí están..." y me señala el entorno de la estancia.  No puedo evitar echarme a llorar; la emoción me desborda, y veo que se arrodilla y de un bosillo extrae un estuche que abre ante mis ojos.  Me muestra un anillo de compromiso y nuevamente me pregunta si deseo casarme con él."


Anastasia, se había quedado dormida y tenía un maravilloso sueño.  Todo se había hecho realidad.  Habían formado una familia, la suya propia.  Se amaban más intensamente que el primer día y ahora todo era diáfano y claro en sus vidas.  Unos gritos infantiles terminaron de despertarla, cuando escuchó la voz de su marido llamando a Phoebe y pidiendo a Teddy encontrar a su madre.  Mientras ella, al escucharles,  sonreía feliz.  Allí estaba la vida: su marido y sus hijos, su familia.  Habían caminado por un tortuoso camino, pero al final todo es liso y diáfano porque él lo inunda todo de luz. Fue, es y será siempre el amor de su vida, al único hombre que ha amado y al único hombre al que pertenece y nada ni nadie pudo cambiar eso.

Autoría 1996rosafermu .  Basado en la trilogía de E L James Cincuenta sombras de Grey
Editado: Abril de 2017
Ilustraciones:  Archivo de 1996rosafermu
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS

jueves, 4 de mayo de 2017

Anastasia- Capítulo 22 - ¿ Qué será de mi ?

Por primera vez en mucho tiempo, estábamos los tres amigos reunidos.  Reíamos felices charlando y contándonos todas las anécdotas que nos habían ocurrido desde aquellos lejanos días en el apartamento de Portland. Miro el móvil; estaba indecisa al no saber exactamente si Christian vendría a reunirse con nosotros.  Elliot lo haría más tarde y Ethan , también está con nosotros.  Solamente escucha , , y rie,  por nuestras peripecias.

Suena el móvil de Kate y la risa se corta de improviso, me pasa el aparato y me avisa que Elliot quiere hablar conmigo

- Dime Elliot - le digo con las últimas risas de José y mías.- Ana, Christian no aparece
- ¿ Cómo que no aparece? ¿ Qué quieres decir ?
- Su helicóptero.  No han vuelto a tener conexión con la torre. Ha desaparecido
- Elliot ¿ me estás gastando una broma ?
- No se me ocurrríría Ana.  Estamos toda la familia reunida en  su apartamento
- Voy para allá inmediatamente

No dejo que termine la frase, porque sólo una sacude mi cabeza "Christian ha desaparecido".  Con la voz entrecortada, explico a todos lo que ha ocurrido.  Ethan abona la cuenta y salimos disparados rumbo al Escala.  Al entrar paseo la mirada por la estancia buscando a quién.  Sin duda a Christian.  Tenía la esperanza de que al llegar me dieran buenas noticias. Me dijeran que todo había sido una falsa alarma , pero que está bien y viene a casa.


Me basta observar el rostro de Grace para saber que es todo lo contrario, que no se sabe nada. Voy hacia ella y nos abrazamos bajo la paternal mirada de Carrick y el abrazo que se nos une de Mia.  Kate está preguntado a Elliot lo que ha ocurrido, y veo de soslayo, que se lleva las manos a la boca, para no dejar escapar alguna exclamación que nos alarme aún más.  He de sentarme, creo que me voy a derrumbar de un momento a otro.  Busco con la mirada a Taylor.  Él siempre le protege, pero esta vez no iba con él.  Su rostro es macilento y tiene la vista baja.  Con el walky en la mano, contacta constantemente con Sawyer y Ryan que están con la policia.  Por un momento nuestros ojos se cruzan, y los de Jason los veo brillantes y clava su mirada en mi, como si quisiera decir algo, pero da media vuelta y se dirige al despacho.

Kate Grace y Mia, se sientan a mi lado y toman mis manos entre las suyas.  No hablamos, sobran las palabras.  Veo que Elliot, Ethan y José forman un grupo aparte.  Carrick va y viene del despacho al salón y nos mira con la angustia reflejada en su rostro.  La señora Jones, prepara té para todos: estamos nerviosos, impacientes... y yo desesperada.

¿ Cómo es posible ? Tan sólo ayer éramos totalmente felices.  Visitábamos nuestro futuro hogar. Habíamos tenido una celebración muy especial marca Grey en el ascensor del club y aquí en casa. Y centro mi recuerdo en esta mañana, cuando estábamos totalmente ajenos de lo que se nos venía encima. Christian tenía que viajar a Portland con Ross, a la Universidad y a algo más que ignoro.  Me había despertado besándome, como hace cada mañana; estaba feliz, radiante y sonreía, con esa sonrisa dulce de niño bueno que pide perdón por todo,  sin haber hecho nada malo.  Y ahora está desaparecido.

 Me zumban los oidos.  Quiero vovler a recordar su cara, en cualquier momento de nuestra vida juntos, aunque fuera un mal recuerdo, porque no hay ninguno peor que el que estoy viviendo ahora mismo.

Grace está nerviosa, pasea de un lado a otro inquieta y me mira.  Mantengo mi vista fija en un mismo punto, y me acuno como si fuera una niña pequeña.  En realidad me siento indefensa, perdida sin Christian.  Él es mi fuerza, mi oxígeno, mi luz, mi vida.  ¿ Qué va a ser de mi, Christian ?  No quiero pensar en que no aparezcas.  ¿ Estás herido ?  Te imagino solo,  perdido en sabe Dios dónde, sangrando, pensando en tu madre a la que adoras y posiblemente también en mi, y borro esa imagen inmediatamente porque es preludio de despedida y no quiero que así sea.  Tenemos muchas cosas que solucionar, y lo haremos juntos.  Y no me importará que seas controlador, mandón, que interfieras en mi trabajo, inclusive ser tu sumisa, pero quiero tenerte.  Tenerte Christian a mi lado, porque sin tí seré una ser sin alma, sin vida, porque tú te la has llevado.  El llanto corre sin control por mi rostro y no intento disimular ni enjugarlo

Las horas pasan,  es casi media noche, y lleva horas desaparecido ¡ Dios mio cuídale, no puede haberle pasado nada! y rezo en voz baja y suplico para que le cuide.  Siento unos brazos que me rodean.  Levanto la cabeza y es Mia que está a mi lado. " Va volver, Ana, va a volver".  Creo que la miro por inercia como si mi cabeza fuese independiente de mi cuerpo.  Y vuelvo a buscar la mirada de él, y parece que le veo entrar a grandes zancadas, buscándome y dando órdenes.  Pero sólo es  imaginación mía.

Sólo está Grace paseando de un lado a otro.  Oigo el televisor a lo lejos que está dando noticias constantemente de su desaparición y que los equipos de rescate han suspendido la búsqueda. Y lloro, lloro, inconsolable.  Y escucho la voz de Grace que es un grito y levanto la cabeza bruscamente, porque ha pronunciado su nombre.  Me llevo las manos a mis oidos, porque no quiero escuchar la frase siguiente, pero mis ojos la siguen y siguen a la silueta que acaba de entrar en el salón. ¡ Christian, ha vuelto !. Y veo a Grce que se abraza llorando a su cuello y que Carrick sale corriendo del despacho y que Mia y Elliot se les unen y todos juntos forman una piña.  Creo que voy a desmayarme, e intento ponerme de pie, pero tiene que sujetarme Kate porque me voy a desplomar.  Mis piernas no me sujetan.  No puedo apartar la mirada de su rostro que me busca y nuestros ojos se cruzan y él me sonrie dulcemente y lloro, lloro de alegría cuando siento sus brazos que me rodean y besan mi pelo.  Yo no puedo hablar, sólo pronuncio su nombre una y otra vez para transmitirle todo el amor que siento por él y la devastación que he sufrido al creerle perdido.


miércoles, 3 de mayo de 2017

Anastasia - Capítulo 21 -Una habitación con vistas

Le he comprado un regalo, más simbólico que otra cosa, para su cumpleaños. Se lo entregaré antes de entrar a la consulta de Flynn, con la condición de que no debe abrirlo hasta el día de su onomástica. Voy por primera vez a la consulta del psiquiatra de Christian.  Llevo en mi cabeza miles de preguntas sin respuesta, y espero que él pueda aclararlas. Le ha hecho salir, porque veía que yo estaba algo cortada en su presencia; debía preguntarle referente a nuestra relación y necesito la seguridad de que él podría responder sobre la actual situación de Christian. Me ha dicho que está conforme con elegir ese camino, que por otra parte le fue indicado hace tiempo, pero que hasta que no le abandoné no se dio cuenta de que no volvería a los mismos parámetros que había marcado, y optó por cambiarlos si con ello volviese a su lado, algo que ha ocurrido.




También descubre mi inseguridad, no en Christian, sino en mi, al no ser capaz de satisfacer lo que él pueda necesitar. Por toda respuesta me dice que está locamente enamorado de mi y por ello hará todo cuanto esté en su mano para alcanzar la plenitud conmigo.No quiero ser causa de su perturbación, y me asegura que no lo soy, que ha conocido otra forma de vivir y ésta le satisface plenamente y está decidido a hacer todo cuanto sea necesario, todo, menos renunciar a mi. No debo centrarme en lo ocurrido, puesto que eso ya ha pasado y no puede darse marcha atrás, sino centrarnos en el objetivo a conseguir.

Cuando llegamos a este punto, de nuevo Christian entra nervioso y con la ansiedad por saber, reflejada en su rostro. Señala el reloj y advierte que ya ha pasado su hora.  Nos despedimos de Flynn y está impaciente por conocer qué le he preguntado y qué me ha respondido.  Se muestra nervioso, y a todas mis respuestas  piensa que algo  le oculto, y no es cierto.  Pero está tan nervioso que terminamos discutiendo.  Decido aparcar el coche y no continuar porque critica hasta mi forma de conducir. Recibo una llamada de José diciéndome que llevará los cuadros y que si le puedo albergar una noche en casa para dormir.  Al escuchar su nombre, Christian tuerce el gesto, pero le digo que sí que hay sitio de sobra, y en definitiva si quiere que vivamos juntos, he de tener libertad para recibir a mis amigos; creo que es algo justo.  No quiero empañar este día tan apasionante  y nos abrazamos en mitad de la calle, y por fin le convenzo que me  deje conducir mi coche, algo que no he tenido oportunidad de disfrutar.  Él cede y me indica el camino que debemos llevar "¿dónde vamos ?" - le pregunto, pero no dice nada. Y al poco entramos en una urbanización preciosa, con casas espectaculares, llenas de plantas con flores, y en su interior se ven niños jugando. Me hace parar delante de una verja blanca  de una casa de estilo colonial  que a mi me cautiva al instante ¿ por qué venimos aquí ? ¿ Será a alguien que vayamos a ver, para qué?

Después de teclear una combinación de números, la verja se abre y nos dirigimos a la entrada principal.  En la puerta nos aguarda una mujer relativamente joven, bien vestida y muy sonriente. ¡ Humm !.  Por la forma de saludarse, deduzco que ya se conocen.  Me toma de la mano y entramos al interior que está totalmente despoblado de muebles:  es una casa vacía, y sigo sin comprender nada.  Atravesamos un salón enorme y llegamos a unas escaleras que nos conducen al piso superior. Avanzamos por un pasillo y llegamos frente a una puerta que Christian abre cediéndome el paso.  Hay un gran ventanal frente al Sound, con unas vistas maravillosas que me paralizan.  La habitación es enorme; la repaso con la mirada recorriendo toda ella, pero me detengo especialmente en el paisaje de atardecer que tengo delante.


Sigo sin entender lo que hacemos allí ¿ será acaso que desea mostrarme el atardecer?  Le miro y él me sonríe suavemente, pero en su rostro hay inquietud ¿ qué le ocurre ? Y con ansiedad me pregunta si me gustaría contemplar ese paisaje el resto de mi vida.  Como una boba me quedo con la boca abierta porque imagino lo que piensa, pero no me atrevo a preguntar.

- Siempre que salgo a navegar, contemplo estas casas y me gustan muchísimo.  Esta estaba en venta y si te gusta, deseo comprarla y establecer en ella nuestro hogar. ¿ Te gusta Anastasia?

No sé si reír o echarme a llorar ¿ qué si me gusta ? Es una maravilla, y noto que se relaja.  Tan pendiente está de mi, que hasta el más mínimo detalle le sobrecoge hasta mi aprobación.  Le beso, y no me importa que esté delante la agente, que sonríe y vuelve la cabeza.  Entusiasmado vuelve a coger mi mano y me enseña las siguientes habitaciones, incluso me muestra una que podríamos dedicar a los "niños".  Volvemos al piso de abajo, y recorremos planta por planta toda ella. Me entusiasma y le hago notar que el prado que hay a  la entrada es delicioso para hacer picnics y que los niños jueguen sin peligro.  Se queda un poco sorprendido al mencionar la palabra niños.  Bueno, él la dijo primero.


Mientras doy un último repaso al salón, Christian habla con la agente y queda con ella para formalizar la compra.  Salimos de allí felices y vuelvo a mirar la fachada antes de introducirnos en el coche que nos llevara de regreso a la ciudad.  Durante todo el camino se muestra contento y feliz, y yo me siento igual que él.  Le veo tan pocas veces relajado y contento, que esto me emociona; quizás esté un poco sensible.  Los últimos días vividos han sido especialmente intensos. Va conduciendo y me dice que lo celebraremos en uno de sus clubes, y se refiere a mi ascenso en SIP y a la compra de nuestro futuro hogar. ¿ Qué tiene pensado para Escala? ¿ Desea dejar atrás todo lo que encierran sus paredes? ¿ Desea en verdad empezar una nueva vida conmigo?  Aprieto su rodilla y él me mira extrañado porque no lo suelo hacer, pero le besaría si no fuera conduciendo: es una forma de decirle que estoy encantada con la casa, y sobre todas las cosas con él y con que me haya pedido en matrimonio.  No me imaginaba hace unos pocos meses que acabaría siendo su esposa.  Aún nos queda mucho camino por recorrer, pero sé que lo haremos juntos, de la mano y el amor que sentimos, derribará todas las barreras que aún nos quedan, pero sin duda, juntos, podremos hacerlo.

martes, 2 de mayo de 2017

Anastasia - Capítulo 20 - Demasiadas cosas para una noche

Cuando le tengo frente a mi, observo en su rostro crispación, pero en sus ojos angustia y preocupación. Vuelve a formularme la misma pregunta, pero ésta vez el tono de su voz es más relajado " ¿donde has estado ?.  Mi respuesta es lacónica " tenía que pensar ".  Y nuevamente esas palabras le alertan de que algo puede ir mal, y sus manos tiemblan cuando acarician mis mejillas, y yo siento partirse mi corazón, porque tengo una lucha constante entre lo que mi cabeza dicta y lo que siente mi corazón. Sé que ha tenido miedo de que no regresara, y aún lo tiene, porque al contemplar mi cara descompuesta, sabe que algo por dentro ,me está alterando y trata por todos los medios de alejar ese pensamiento de él y de mi.


- Te hemos estado buscando por todos lados, y no aparecías. No llevabas tu móvil, ni tu bolso ni nada. Sawyer fue a tu apartamento y allí tampoco estabas ni Ethan tampoco. ¿ Qué has hecho durante estas horas?
- Ya te lo he dicho: pensar
- Pensar ¿ en qué ?
Christian sabes de sobra en lo que he pensado.  Te he visto comportarte con Leila, os he visto a los dos, y de repente, me sentí como una intrusa en mi propia casa.  Sabía que estaba estorbando, pero al mismo tiempo tenía miedo por ti, no por mi.  No quería dejarte allí,   con ella,   por temor a que te hiriese.  Pero luego os vi actuar , y supe que la que estaba de más era yo. Yo, que nunca podrá darte lo que ella te dio y que seguramente echas de menos. Teníais algo especial entro los dos: tu forma de mirarla, tus caricias sobre su cabeza, y la sumisión de ella...  Eso es lo que necesitas y que soy incapaz de darte.  Lo vi ¡ tan claro ... !  Necesito tiempo Christian.  Necesito pensar y plantearme nuestra situación, la tuya y la mia
- ¿ Qué quieres decir con eso? ¿ Vas a dejarme ? ¿ Te marchas otra vez ?
- Christian, sólo te pido tiempo.  Estoy en un callejón sin salida; por un lado quiero estar contigo, pero por otro sé que lo nuestro no se hará viejo, porque tu necesitas algo que nunca te daré y a la larga te ocurrirá como hoy. Se presentará alguna ocasión, y tú volverás a lo que verdaderamente sientes y necesitas que conmigo no tendrás.  Y te alejarás de mi, y me destrozarás rompiendo mi vida y mi corazón.


- No, no, Ana.  Eso no sucederá nunca. No lo necesito, no necesito de ellas.  Te necesito a tí, tal y como eres.  No quiero más.  Por favor Ana no vuelvas a pensarlo nunca;  tu eres lo que más necesito e importa ¿ Cómo voy a decírtelo ?

De repente sucede algo que me deja helada: se arrodilla frente a mi con la cabeza baja. Le miro horrorizada.  Se me está ofreciendo y siento que me desgarro por dentro ¿ en esto le he convertido ?  Tenía su mundo, equivocado o no, era su decisión, pero ahora se me ofrece como sumiso y yo no lo quiero de esa forma,   no le quiero así ¿ qué es lo que he hecho?

Mi voz desgarrada no puede salir de mi garganta.  Me atenaza el miedo y la pesadumbre.  Le insisto para que se levante, pero él parece no escucharme, y la figura de la señora Robinson riendo, se me ofrece ante los ojos que se llenan de lágrimas. No, no, no...  levántate del suelo.  No me escucha, no me hace caso, y entonces hago lo mismo.  Ya estamos los dos sometidos el uno al otro, de igual a igual.  Él levanta su rostro y me mira con ojos vidriosos, apagados y al mismo tiempo temerosos.

- No voy a irme a ninguna parte Christian.  Sólo te pido tiempo, nada más
- ¿ Es cierto ? ¿ No vas a irte ?
- No , nunca me marcharé ¿ cómo quieres que te lo diga ?
- Sólo hay una manera de que así sea
- ¿ Cuál ? ¿ De qué hablas ? - le repito desesperada tratando de que vuelva hasta mi
- Cásate conmigo


Me quedo mirándole fijamente y sé que he abierto los ojos desmesuradamente.  Y una vez más , Christian me desconcierta. Vuelve a mi mente una escena que imagino: la de un niño de cuatro años desorientado y solo,  ante una madre inerte a su lado. Y entonces no puedo más, y mi llanto se mezcla con una risa catártica, irrefrenable, que hace que me retuerza, pero no de satisfacción, sino de angustia por lo que todo ello representa.  Tiene miedo de que le abandone y me ofrece casarse conmigo.  No puedo parar de reir ante esta declaración tan extraña en una noche tan extraña.  Han ocurrido demasiadas cosas en este día, en esta noche.

Por fin, la risa cede al llanto y siento unos brazos fuertes, protectores, amados, que me rodean y besan mis lágrimas. Acaricio su rostro, y la tristeza sigue impresa en él.

- ¿ Te ha causado risa mi propuesta ?
- ¡ Oh, Christian ! Tienes el don de la oportunidad. Es la primera petición de matrimonio que alguien pide en una situación tan insólita como esta.  Aunque no debiera pillarme por sorpresa; ya me dijiste en una ocasión que no te iba lo romántico, y hoy lo he comprobado.
- ¿ Flores y corazones?

Le contesto afirmativamente con la cabeza.  El ha tomado mi mano y la ha depositado sobre su corazón, haciendo que nuevamente mi llanto se intensifique.  Está dispuesto a que le toque, a sabiendas que es algo insoportable para él.  Bajo mi mano siento el latir apresurado de su corazón y eso me conmueve, porque sé que está haciendo esfuerzos sobrehumanos para no retirarla.  Me inclino despacio, y deposito un ligero beso sobre cada una de sus cicatrices.  Él me observa entre incrédulo y expectante.

Ha cedido en todo cuanto le he pedido.  Está dispuesto a todo con tal  que no le abandone, y no pienso hacerlo porque le quiero tanto, le necesito tanto que no se da cuenta de que todos mis recelos son por él, porque se ha sacrificado por mi y no soy capaz de soportar algunos de sus juegos.  Me abrazo llorando y él me aprieta fuerte contra su pecho.  Acaba de romper la última barrera que nos separaba, la última sombra de su vida maltratada.


jueves, 27 de abril de 2017

Anastasia - Capítulo 17 - El asombro de Elena

Hemos hablado, hemos discutido, y se nos ha pasado el enfado.  Todo vuelve a ser normal en nuestra especial relación. La señora Jones nos ha preparado uno de los platos que más me gusta, y siento que tengo hambre.  Después de servirnos, se retira para dejarnos a solas, e iniciamos a conversación sobre nuestros trabajos, y parece ser que el de Christian ha sido todo un éxito, porque se muestra sumamente encantado con el proyecto que ha puesto en marcha.  Se nota cuando algo le satisface, porque no para de hablar de ello, y a detallarme la técnica, algo de lo que no tengo ni la más mínima idea, pero me conmueve su entusiasmo, su alegría por el excelente resultado obtenido.





A pequeños sorbos bebemos del vino que más complace a Christian y poco a poco damos por terminada nuestra cena, que ha sido edificante después de las discusiones de las últimas horas.  Nos volvemos a una, cuando un carraspeo rompe nuestra sobremesa.  Es Taylor anunciándonos la llegada de la señora Robinson.
¿ Qué quiere ahora ? - le pegunto a Christian
- No tengo ni idea- me responde él
-¿ Hablaste con ella?
- Si lo hice, y la expliqué que no quieres ir a comer  con ella, y aunque no lo entendía, tuve que explicarla  es debido a la relación que tuvimos en tiempos y que no entiendes.
- Sí que la entiendo. Eres tú el que no quieres ver la realidad.

Y nuevamente una interrupción de Taylor   "La señora está subiendo"

Hago intención de irme, pero Christian me retiene al tiempo que la puerta del ascensor se abre, dando paso a Elena, que por unos instantes se detiene antes de entrar en el salón. Noto perplejidad en su rostro, como si el verme allí fuera lo más extraño del mundo.  ¿ A qué habrá venido? ¿ Sentirá celos y quiere volver a pisar el terreno firme que pisó hace tiempo?  La mano de Christian sobre mi brazo, está tensa, apretada contra mi carne, hasta casi producirme dolor.  Me mira de reojo, pero yo mantengo mi vista fija en la mujer que le sedujo y le iniciara en esa relación absorbente y dominante a la que le sometió durante años.

- Es lunes ¿ verdad ? - dice dirigiéndose a Christian e ignorándome por completo
- Si lo es - la responde él
- Pensé que estarías solo


Y en el acto deduzco a qué se debe su asombro:  ella creía que nuestro encuentro terminaba el domingo por la noche, y que ni por asombro imagina que vivimos juntos.  En mi interior me regocijo al pensar que quizá esté perdiendo la influencia obre él, que por otra parte es más que evidente, sólo que quizá ella no quiere verlo.  Me asombra la voz de él, cuando prosigue hablando

- Ana está conmigo ¿ A qué has venido Elena?
- Me mira perpleja, dirigiendo la mirada de uno a otra.  Y nuevamente hago intención de irme y dejarles solos.  Está visto que ella lo prefiere así y yo no deseo estar en el mismo espacio que ella.  Christian intuye lo que deseo hacer, y me sigue reteniendo.

- Elena, no tengo secretos para ella.  Conoce todo mi pasado y además estamos juntos. Te repito ¿ a qué has venido Elena ?
- Bien...  Me alegro por vosotros

Manipula dentro de su bolso y saca una nota doblada al tiempo que se dirige a Christian diciendo que la están haciendo chantaje.  Se me pone la piel de gallina pensando que alguien haya descubierto su modo de vida.  No me importa el de ella, pero no quiero bajo ningún concepto que eso alcance a Christian, y precisamente es lo que me alarma.  Le tiende la nota, pero él la indica que la deje sobre la encimera y que la abra. La pregunta si ha ido a la policía, y ella lo niega.

Después de que Christian haya leído el chantaje, se echa a reír, y mirándola la dice que eso es una bobada

- Alguien que chantajea no pide esa cantidad ridícula. Debe tratarse de una broma. ¿ Sospechas quién puede ser ? - Ella niega con la cabeza y yo ya he escuchado lo suficiente. Alego que estoy cansada y decido retirarme.  No quiero saber nada de los asuntos de esa mujer. Cuando voy en dirección al dormitorio, decido escuchar de lo que hablan.  Sigue la conversación referente al chantaje y Christian la ofrece que Welch averigüe algo, y ella acepta.

- Se os ve bien - le dice
- Soy muy feliz- la responde
-¿ Por qué no quiere nada conmigo? Insiste ella
-Elena, no entiende lo que tuvimos, así que por favor déjala , déjanos en paz.  Ahora soy feliz; tengo lo que antes nunca tuve, así que no interfieras en nuestros asuntos. De verdad te digo, déjala en paz.
- Está bien.  Es que me preocupo por ti
-Ya lo sé, te lo agradezco, pero ahora es ella mi mundo, así que no interfieras. Y por favor la próxima vez que quieras hablar conmigo, comunícamelo antes
- Está bien, así lo haré. Sabes que tu amistad es muy importante para mi. De ahora en adelante así lo haré.


Se están despidiendo y yo, sigilosamente me apresuro a ir al dormitorio.  Me pongo la camiseta y me meto en la cama rápidamente antes de que Christian pille que les he estado espiando.

Auditoría: Relato libre de 1996rosafermu, basado en la trilogía de EL James, Cincuenta sombras de grey
Editada:  Año 2017
Ilustraciones: Cincuenta sombras más oscuras
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS

miércoles, 26 de abril de 2017

Anastasia - Capítulo 16 - La agresión

Puedo decir, y no me equivoco, que de todos los días complicados que he tenido últimamente, éste de hoy, ha sido uno de ellos.  El día anterior, terminó..., como terminó. Y ahora, cuando ya ha caído la noche, e intento dormir abrazada a Christian, hago un recuento, y aún me producen escalofríos las imágenes que acuden a mi memoria.


La tensión entre Jack Hyde y yo, era algo más que tensa, y no se porqué, aunque lo imagino.  Esta tarde hemos de dejar todo ultimado: mañana sale para Nueva York..., sin mi. Y aún estoy algo enfadada con Christian, porque ha provocado una relación muy fría entre mi jefe y yo. A veces me trata con algo de mala educación, y yo comienzo a cansarme porque no tengo el por qué aguantar sus inconveniencias.  Me hace corregir los trabajos, por el simple hecho de fastidiarme, y es algo que, encima, no puedo comentar con Christian, porque conozco cuál sería su reacción.

Este trabajo es lo que siempre he soñado, pero he tenido la mala suerte de haber entrado en una empresa que ha comprado mi novio y cuyo editor principal, no sólo es mi jefe, sino que ha establecido una rivalidad, que desde ahora sé que tiene las de perder, pero mientras se da cuenta, creo que me va a hacer la vida imposible.

Me ha pedido que tengo que quedarme hasta más tarde, con motivo ¡ vaya por Dios ! de mi negativa a ir a Nueva York.  Por lo visto he de prepararle un informe en el que no hace más que destacar las faltas que cometo. ¡ Qué casualidad ! hasta ayer, era perfecta, pero ahora soy nefasta.  No sé cómo voy a luchar con este frente que se me ha abierto sin que Christian llegue a enterarse.  Preparo sus cafés, voy a por su bocadillo, y todo lo hago con el mejor de los humores, aunque francamente está comenzando a fastidiarme.  Menos mal que el fin de semana está cercano.  Me centro en que lo pasaré con Christian y eso hace que disipe, en parte, mis sinsabores.


Estamos solos en la oficina.  Al fin parece que está conforme con todo el trabajo realizado, y yo me preparo para salir. Apilo los informes que ha de llevarse  y lo dejo todo despejado, de papeles, para que no se confunda y lleve lo que corresponde, y no otros.  Me doy cuenta que no he probado bocado en todo el día, y mientras él termina lo que quiera que esté haciendo, me dirijo a la sala que tenemos de descanso y busco algo de comer, algunas galletas, o algún dulce que haya quedado olvidado.

Por le rabillo del ojo, veo que una silueta se acerca hacia mi  ¿Qué demonios hace aquí ?  Creo que es la primera vez que entra.  Mi sexto sentido me alerta y trato de poner la máxima distancia entre él y yo.  Me corta la retirada, y me arrincona contra una puerta dificultando mi salida con sus brazos.  Está muy cerca de mi cara, y eso, además de molestarme, me da miedo.  Veo fiereza en sus ojos, y en su boca un rictus que no me gusta nada.  Empieza a dirigirme algunos insultos que me ofenden porque no son ciertos ¿consentida yo ? ¡ Es mi novio ! Y además ese no es su problema.  Se sigue acercando hasta que su aliento repugnante me da de lleno en la cara.  Huele a alcohol, y eso me alarma aun más, porque debe haber bebido bastante a tenor del olor que desprende su boca.

Hace cosas que me están asustando por momentos, acaricia mi mejilla y el lóbulo de mi oreja, algo que no debo permitirle, pero sigue bajando su mano por mi escote y se detiene en uno de mis pechos. ¡ Oh no !.  Ni siquiera puedo mirar por si veo a alguien y pedir ayuda. ¡ Estamos solos ! y él no tiene buenas intenciones, así que decido poner mi plan en marcha.


A mi memoria llega el recuerdo de defensa personal que me enseñó mi padre y sin pensarlo mas lo pongo en práctica.  Le dejo primero que se recree un instante en su tocamiento, de modo que no se de cuenta de lo que va a venir ahora, ya...  Levando doblada una de mis rodillas, y con todas mis fuerzas la dirijo a su parte más íntima y delicada. ¡ Bingo, acierto de pleno !  Inmediatamente retira su mano de mi, y se dobla dando un alarido de dolor.  Salgo corriendo, recojo mi bolso y ni siquiera espero al ascensor; bajo las escaleras con toda la rapidez que mis piernas me permiten.  Estoy a punto de caer, cuando uno de los tacones de mis zapatos, se tuerce , pero me rehago enseguida y salgo rápidamente a la puerta de entrada.

Me paro en el quicio, ya en la calle, porque el aliento me falta y parece que el corazón se me saliera por la boca.  Las piernas me tiemblan  y siento que voy a caerme.  Unos brazos fuertes, me sujetan cuando estoy a punto de desplomarme.  Miro horrorizada, y compruebo que se trata de Christian.  Siento un gran alivio, pero no escucho lo que me dice.  Intuyo que me pregunta algo,  y yo por inercia le respondo " Jack... "

No puedo seguir diciendo nada más.  Taylor entra resuelto en las oficinas y Christian me lleva hasta el coche mientras le explico lo ocurrido. Me deja sentada y cierra el coche.  Vuelve sobre sus pasos y veo que entra en SIP. Estoy muy asustada y preocupada, porque a pesar de que tanto Christian como Taylor, son más fuertes que Jack, me da miedo la furia desatada de ese hombre.



Antes de entrar veo a Christian hablar por su móvil con alguien y mi preocupación va en aumento. Ni siquiera puedo bajar un poco los cristales, ya que él se ha asegurado de que estuviera protegida dentro del coche.  No sé cuánto tiempo ha transcurrido, pero al cabo de bastante, veo que se abren las puertas de la editorial y por ella aparece Jack portando una caja llena de cosas.  Está escoltado por el guardia de seguridad.  Se mete en un taxi, que posiblemente será el que debía recogerle para llevarle al aeropuerto, y parte de allí a toda prisa.

Poco rato después,  veo que Christian y Taylor salen del edificio y se dirigen hacia el coche.  Christian se monta a mi lado, puesto que estoy en el asiento del copiloto y Taylor en la parte de atrás.  Tiene las mandíbulas contraías, y no me mira ¿ encima ? Yo no he provocado esa agresión.  Deseo protestar, pero pienso que mejor callo; está muy nervioso y alterado.  Tiempo tendremos de hablar sobre lo ocurrido.


Autoría: Relato libre de 1996rosafermu, basado en la trilogía de EL James, Cincuenta sombras de Grey
Editado: Año 2017
Ilustraciones: Cincuenta sombras más oscuras
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS

sábado, 22 de abril de 2017

Anastasia - Capítulo 12 - Huida

Noto que Christian se pone nervioso.  Inmediatamente llama a los guardaespaldas y simplemente les dice:

-Revisad todo.  Está aquí

En realidad no sé lo que ocurre,  qué es lo que causa tanta alarma y al preguntárselo me dice que se trata de Leila. Y recuerdo lo que ha ocasionado el que me despertara y al decírselo empieza a dar órdenes inmediatamente que entran  Taylor y Sawyer..  Me ha dado unos pantalones de chándal de él y me saca una chaqueta vaquera también de él. Estoy con la camiseta de dormir, y la ropa que llevo puesta es treinta tallas más grandes que la mía.  Pero no hay tiempo; yo también estoy nerviosa.


Taylor llega con unas deportivas para mi, que es lo único que es de mi tallaje, y un maletín con algo de ropa para ambos. Le dice que reserve habitaciones en algún hotel y que lo haga a su nombre.  Nos marchamos rápidamente.  Todo ha surgido a velocidad de vértigo, sin a penas dar tiempo a procesar todo lo ocurrido. Y de pronto recuerdo que me dijo Leila había comprado un arma. ¡ Dios mio ! Pero...  si quería usarla contra mi, me hubiera disparado mientras dormía, y no lo hizo.

Trato de tranquilizarle con esa reflexión, pero el está concentrado en revisar bien la autopista y que no nos siga nadie; pisa a fondo el acelerador.  Sólo nos alumbran las farolas de la autovía.  No hay nadie ni cerca ni lejos de nosotros. Cuando comprende que efectivamente no nos sigue nadie, toma una salida que va directamente al centro de Seattle.  Vamos al hotel Fairmont Olympic:  allí Taylor nos ha reservado una suite.

Me he olvidado del cansancio atroz que tenía, y el sueño ha huido de mi.  Christian está muy preocupado y no sé cómo relajar su tensión. ¿ Va a por Christian por haberla rechazado , o va a por mi por ser ahora su pareja?  Eso es lo que también piensa Christian, y la incertidumbre es abrumadora.  En el fondo pienso que quién corre verdaderamente peligro, si es que quiere hacer daño, soy yo, por competidora.  Sencillamente no esperaba que Christian pusiera sus ojos en otra chica.


 Por fin llegamos al hotel.  El más lujoso de Seattle, y yo voy con unas pintas para salir en una revista.  Menos mal que a penas hay gente en el vestíbulo, pero las pocas personas con quienes nos cruzamos, me miran extrañadas.  Tengo que sujetarme los pantalones del chándal, porque se me van cayendo de grandes que me están. La chaqueta , a pesar de haberme doblado las mangas, las hombreras me llegan a medio brazo.  Pero no tengo tiempo de avergonzarme; es demasiado tremendo lo que nos está ocurriendo.

Ya estamos en nuestra suite. Christian se recuesta en la puerta de entrada, como respirando aliviado, y de pronto descubro cuál es su preocupación, no es por él, sino por mi, por tenerme protegida y que no me ocurra nada.  Bebemos una copa; creo que nos la merecemos.  Ha sido una noche para no olvidar,  en todos los sentidos.

Dentro de poco amanecerá y siento una sensación como si los brazos se me separaran del cuerpo.  Los músculos se me han relajado pero el cansancio me pesa enormemente. Quiero ir a la cama, pero al mismo tiempo deseo que Christian se tranquilice, que no se preocupe tanto. No importa lo de mi coche, ni la carta de la intrigante Elena invitándome a comer juntas, ni siquiera la aparición del fantasma Leila que ha alterado nuestras vidas.  Estamos juntos, estamos bien y eso es lo que importa.

Y ahora soy yo la que debo procurar que Christian se relaje también, y sé el método que debo emplear para ello.  Le tomo de la mano y vamos al dormitorio.  Felizmente consigo que siga mi juego. Y volvemos a encontrarnos porque ambos necesitamos librarnos de tantos nervios y preocupaciones pasadas, y de la única forma en que sabemos hacerlo, es poseernos mutuamente, con ardor, con delirio, olvidando todo lo que nos ha llevado hasta allí.  Y nos entregamos al sumo placer de estar juntos y ser uno del otro sin importar que el mundo entero, fuera de ese hotel, esté tratando de ¿ qué? ¿ de hacernos daño? No tengo ni idea de lo que persiguen; tenemos varios frentes abiertos que posiblemente lo deseen.   pero juntos conjuraremos el peligro porque nos protegemos mutuamente.

Estamos agotados por todo lo vivido desde que amaneció el día de ayer: nuestro encuentro amoroso, la fiesta de la mascarada y por si fuera poco el salir huyendo de casa perseguidos por quién sabe quién, por quién sabe qué.  Nos quedamos dormidos, rendidos y abrazados como si nos protegiéramos con nuestros cuerpos.

Me ha anunciado que me dará una sorpresa.  Por fin conseguimos relajarnos y cuando ya el sueño comienza a cerrar nuestros ojos, rememoro el tiempo que acabamos de tener con nuestro encuentro sexual, tan especial hoy, por las circunstancias vividas.  Y mañana, cuando amanezca, será otro día.  Porque con Christian vas a velocidad de vértigo, no te da tiempo ni a pensar, ni a aburrirte.

Le miro; ya se ha dormido y me fijo en los rasgos de su rostro que aún están algo crispados y suavemente, para no interrumpir su sueño acaricio su mejilla y yo también me entrego al sueño.



Autoría: Relato libre de 1996rosafermu, basado en la trilogía de EL James, Cincuenta sombras de Grey
Editado: Año 2017
Ilustraciones: Cincuentas sombras más oscuras
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS