domingo, 18 de septiembre de 2016

La liberación de Christian - Liberación 9 - Sudes

Cada vez mi intranquilidad va en aumento ¿ Quién puede ser? ¿ Leila ? No, seguro. Está en una clínica y las noticias que recibo son esperanzadoras; además Flynn me lo hubiera dicho rápidamente.  No Leila, imposible. ¿ Algún enemigo empresarial ? No que yo conozca. No he hecho nada malo a nadie.  Mis negocios han sido limpios y a plena satisfacción por ambas partes. ¿ Será por Ana o por mi ?  Recibo una nueva llamada:




-¿ Qué pasa ?- respondo a  Sawyer-.  Haced todo lo posible por estar detrás de nosotros. No me gusta nada esta situación.  Comprobad si es algún adelantamiento o simplemente..., ya sabéis lo que quiero decir.- Y cuelgo

Miro de reojo a Anastasia, que va totalmente concentrada en la carretera.  Se ha percatado que algo no anda bien.  Trato de quitar importancia al asunto, pero es difícil conociéndola y sosteniendo la  conversación con los guardaespaldas.  Lleva las manos agarrotadas sobre el volante, y ni siquiera pestañea.  Sabe que lo que quiera que suceda es algo grave, aunque no exprese su preocupación, hace lo mismo que yo: lo ocultamos, disimulamos.  Pero nos conocemos muy bien, y se que está inquieta, nerviosa y tiene miedo.

-Acelera Ana, y en la primera desviación entra.  Nada más pasar el puente- Ella no replica, pero sigue mis instrucciones al pie de la letra.

Mi cabeza funciona a pleno rendimiento ¿ qué hacer ?. Antes de poder decir nada, Anastasia adelanta a camiones y a particulares, nada correctos con ella, que le hacen la peineta.  Ella ni se fija, sin embargo yo si les respondo del mismo modo.  Son unos completos gili...  Hay momentos en que ella gira su cabeza para mirarme, para constatar que lo que está ocurriendo no es una situación normal.  Estamos atravesando el puente y a continuación le digo que acelere cuanto pueda  y tome la primera desviación, que nos conducirá a una avenida que conecta directamente con nuestra casa.  Pero también hay semáforos. Que se los salte.  La situación se está tornando peligrosa.  Hemos comprobado que las matrículas están trucadas y quién conduce, no estamos seguros sea un hombre o una mujer, es difícil saberlo.Está comprobado: vienen a por nosotros

Mientras tanto mis guardaespaldas no han parado de hacer averiguaciones, sin aclarar nada.  Anastasia va muy tensa, y yo también.  Después del desvío hay un semáforo en rojo, y el sudes viene pisándonos los talones

- Sáltatelo - la ordeno.  Ella me mira un instante y acelera, haciendo chirriar las ruedas.  El sudes realiza la misma operación.  A penas nos separan unos cuantos metros, y los detectives van detrás, pero no consiguen aislarnos de quien nos persigue..

Noto que la cara de Ana cambia de color y le meto prisa para que tome la avenida que va directa a casa  Ella aterrorizada no puede reaccionar. Doy un volantazo, y el coche gira en la dirección paralela a donde queríamos ir. Veo un parking, y entonces la ordeno que entre en él rápidamente. De momento el sudes no aparece tras  nosotros,   y aprovecho para darle instrucciones de que aparque el coche en alguna plaza libre y que no se divise desde la calle.  Así lo hace, y en el segundo piso encontramos lo que buscamos. Informo a Sawyer y a Ryan de nuestro escondite, y ellos dicen que van trás él,  que ha pasado de largo por el aparcamiento y se dirige a la avenida directa con Escala.

Sin poder evitarlo, lanzo un suspiro de alivio y miro a mi mujer, que sigue aferrada al volante con cara de espanto.

- ¿ Han averiguado algo ? - me dice con un hilo de voz
- De momento nada fiable.  Puede ser un hombre o una mujer.  Los cristales le camuflan bien
- ¿ Leila ?- me pregunta
-No, ella no es. Y la verdad es que no tengo ni idea
-¿ Alguna sumisa descontenta? ¿ Elena ?
- No, Ana.  Negativa a ambas respuestas. No lo sé,sencillamente, no lo sé.

Vuelve a vibrar el teléfono y son mis hombres que van tras el sudes que está saliendo de nuevo a la autovía en dirección Portland.

- Vamos tras él, señor Grey.  Pueden regresar a casa
- No le perdáis de vista
-Así será.  Tranquilícense y felicite a la señora Grey. Ha resultado toda una experta. Regresen a casa cuanto antes
- Asi lo haremos Sawyer.  Gracias y...  tened cuidado.


- Bien, pues ya lo has escuchado. Un ex agente del FBI, felicita a mi mujer por su colaboración. Volvamos a casa. Yo conduzco
- No puedo Christian
- ¿ Cómo que no puedes ?
- No. No puedo moverme.  Mis piernas y brazos están agarrotados.
- Ven aquí.  Yo te ayudaré

Acaricio su rostro para relajarla, al tiempo que tiro de ella y la siento sobre mi regazo.  Entierra su cabeza en mi pecho y comienza a llorar, quedamente, abrazada a mi cuello.  Está totalmente tensa; ejerce una fuerza inusitada   sobre mi cuello.  La beso y acaricio su espalda para calmarla, pero sé que sólo algo puede destensar sus nervios. La beso en el cuello en los labios y poco a poco noto que va relajándose, pero aún no lo consigo del todo.  He de hacer algo y rápido; no podemos estar aquí por tiempo indefinido.  Pueden descubrirnos o vernos alguien que interprete que estamos haciendo algo deshonesto, que es justo lo que vamos a hacer en este preciso momento.

Desabrocho su vestido dejando al descubierto su busto que acaricio y beso. Aprieto y masajeo sus pechos y automáticamente ella responde con un ligero gemido.  Levanto la falda de su vestido dejando libre sus piernas que acaricio. Suavemente avanzo por sus muslos hasta su sexo que acaricio también, y ella está rendida  totalmente. Aprieta sus manos sobre mis hombros y beso su boca. La levanto y le doy la vuelta hasta situarla encima de mi erección y apoyada en el salpicadero, con sus piernas abrazando las mias.. Acaricio su parte más dulce y le pido que se de prisa, pero los mismos nervios pasados, impiden llegar al climax. Bajo mi bragueta y sus bragas, La penetro y ella acompasa su cuerpo al mio mientras gime, echa la cabeza hacia atrás y yo me acelero, y me doy cuenta que yo también estoy tenso, y que ésto es lo que ambos necesitábamos para liberarnos de la tensión sufrida durante nuestro regreso a casa.


- Anda, nena. Date prisa - Ella sólo pronuncia mi nombre, pero la misma tensión impide que le llegue el orgasmo. Yo estoy a punto, pero quiero que sea ella la que se libere para evitarle más tensión.  Vuelvo a acariciar su parte más íntima y entonces con un grito ahogado ambos llegamos al final,  a un tiempo.  Hemos de quedarnos unos segundos en la misma posición, incapaces de movernos. Al final, vuelvo a levantarla de su postura y bajo del coche, dejando que se siente junto a mi, que iré al volante.  Poco a poco, Ana se relaja y hasta se permite alguna broma, que yo agradezco

- ¡ Hemos hecho el amor en el coche, en un aparcamiento ! - me dice sonriendo como si se diera cuenta en ese momento y hubiese olvidado todo lo que nos llevó a esa situación
- ¿ Estás bien ?- la pregunto - ¿ Podemos irnos ya ?
- Más que bien - me responde ella- Ha sido un polvo en toda regla- me responde.  Yo rio, no se si porque me hace gracia o porque aún estaba tenso.

Nuevamente Sawyer me anuncia que van hacia Portland siguiendo al sudes pero que aún no han averiguado quién es. Les anuncio que salimos del aparcamiento y vamos hacia casa.  Aparco el coche en mi plaza y al salir, Ana acaricia su carrocería con satisfacción, y me dice

- No me extraña que le quieras tanto, es un coche excelente, si señor.  Puedes regalarme uno para mi cumpleaños... blanco.

Me quedo sorprendido; es la primera vez que me pide algo.  Creo que aún está bajo los efectos de los nervios y de nuestro polvo pervertido en un aparcamiento.Quizá debiera repetir la sesión, pero esta vez encima de la carrocería, se ,lo hago saber y ella se rie, aprobando la idea, pero...

Un coche se acerca y por tanto no podemos llevar a cabo nuestros planes.  la miro riendo y la digo "otra vez será ".  La tomo de la mano y nos dirigimos hacia el ascensor.  Mientras esperamos su llegada, se nos une un nuevo vecino. En realidad no se si es nuevo.  Nunca coincido con ninguno.  Es un chico amable de unos treinta y tantos años, que mira insistentemente a Anastasia.  Yo la tomo de la cintura y la acerco a mi.  El se da cuenta  y comienza una conversación muy de ascensor ¿ a qué piso van ?  Hace calor, o hace frio, según convenga.  Llega a su planta e introduzco la clave para ir a la nuestra.


.Descorcho una botella de vino blanco, fresco, agradable y escancio una copa para cada uno.  Creo que nos vendrá bien; yo al menos tengo la boca seca y creo que Anastasia también, pues se bebe media copa de una sola vez.

- ¿Estás mejor, más calmada ?- Ella me sonrie y me responde
-Estoy mejor, pero quiero mas
- ¿ Más ?
-Si, más señor Grey.  Y lo quiero ...tú sabes...
-¿ Lo se yo ? - La pregunto irónico, porque he entendido perfectamente lo que desea. Posiblemente la adrenalina, los nervios, la persecución, aún no se ha liberado del todo de su cuerpo
- No se haga el desentendido señor Grey. Sabe perfectamente a lo que me refiero.  Lo quiero arriba
-¿Arriba ?
- Si y ha de ser duro
- ¿ Duro ? Señora Grey, estoy muy, muy sorprendido
- Yo también- dice riendo
- Muy bien. Sea; estoy atendiendo peticiones. Subamos pues
- Cuarto rojo.... Allá vamos -. dice Anastasia riendo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario