viernes, 5 de mayo de 2017

Anastasia - Capítulo 23 y último - Al descubierto

Y Anastasia volvió a sus recuerdos que parecían tan lejanos, y sin embago habían ocurrido hacía a penas unos pocos meses.  Entornó los ojos y sonriente se dejó mecer por la suave brisa del prado y su olor a hierba y a flores.  Esa parte era la que más le gustaba de la casa, y en ella junto a Christian y los niños jugaban,  y , en solitario se amaban, mecidos por el suave viento de los verdes prados.


Y volvió al día del cumpleaños de Christian de su vigésimo octavo cumpleaños, en que todo se precipitó, en el que hubo alegría y felicitaciones, pero también descubrimientos insólitos que dejaron el camino libre de una parte de su vida, para convertirla en clara y diáfana.

" Los padres de Christian le habían preparado una fiesta, que por lo visto hacían todos los años, pero la de éste, resultaría insólita, perturbadora y finalmente feliz, muy feliz.  Llegamos a casa de los Grey y ya estaba todo preparado. Al entrar  recibidmos una buena reprimenda de una asustada Kate que debía creer que Christian poco menos que me tenía secuestrada y me llevaba por un camino a la perdición. Tuve que aclararle que transitaba por donde yo quería, por el sendero que me hacía plenamente feliz, y que ningún riesgo corría con él porque siempre me protegía, hasta de mí misma."

"Tras los abrazos con sus padres, Christian tomo dos copas de chmpan y una me la dio, con la otra alzándola brindó por la buena suerte que habían tenido Ross y él, pero no deseaba empañar ese día tan especial con un mal recuerdo. Cuando todos supieron lo que pensábamos  hacer, estallaron en un aplauso, sorprendidos por ello.  Nadie imaginó que Christian en tan pocos meses dejaría de ser un hombre solitario y triste al que no permitía que nadie se le acercara, en alguien totalmente distinto, sonriente y feliz.!"


"Sus padres y hermanos se acercaron a nosotros abrazándonos emocionados. El doctor Flynn, sorprendido también, aunque conocedor de la trayectoria de Christian, tampoco le pilló de sopresa.  Pero hubo alguien que clavó su mirada en mí, como si fuera un puñal; no dijo nada, ni siquiera se acercó a nosotros.  Torció el gesto y salió de la habitación.  Todo era alegría y buenos augurios.  Christian no me soltaba de la mano y Grace nos abrazaba alternativamente porque quizá pensaba que tenía que desquitarse de tantos años en que no lo pudo hacer.  Él me miraba y en sus ojos había una luz especial, mitad emoción y mitad alegría .  Yo flotaba en una nube.  No podía creer que fuera a casarme con el hombre de mis sueños, por el que daría mi vida entera.2

"Mia quiere consultrme algo y salimos al pasillo.  Me da una copa con un cóctel que ha hecho su padre y me pide consejo para atraer a Ethan:  Creo que se ha enamorado de él, pero no termina de decidirse. Me pregunta sobre sus gustos y le aconsejo que hable con Kate, porque nadie mejor que ella para decórselo.  A pesar de que le conozco hace tiempo,  mis conocimientos sobre él son muy limitados.  Me agradece el consejo y sale en busca de Kate.  Bebo un sorbo del brebaje que ha preparado Carrick, y aunque me agrada, noto que el alcohol reina  en la copa y por tanto habré de andar con cuidado. Voy a depositarla sobre una mesa, cuando alguien sale a mi encuentro y hace que deseche la idea."

"Elena está furiosa conmigo.  Es como si hubiéramos tenido que pedirle permiso para casarnos ¿ quién es ella para criticar nuestras decisiones?  Me interpela agriamente y llega a insultarme.  Yo le echo en cara su comportamiento con el joven Christian y nos enzarzamos en una serie de reproches que termino cuando arrojó el líquido de mi copa a su rostro."


"Christian iba buscándome y al pasar cerca escuchó las voces y al reconocerlas y presentir que algo grave ocurría decidió intervenir.  No deseo recordar el enfrentamiento que se produjo entre ellos, porque aún se me eriza el vello.  Pero lo que lamento profundamente es que Grace tuviera que enterarse de esa forma de la adolescencia de Christian y quién fue la culpable de ello.  La echó de su casa y ellos dos se quedaron a solas.  Era el momento en que él abriera su corazón y contase de una vez todo lo ocurrido entre ellos.2

"Estaba desolada. Un día que debiera ser tan feliz, esa maldita mujer lo había echado todo a rodar.  Sería imposible olvidarnos de ello.  Necesito reflexionar sobre todo lo ocurrido.  Lamento que Grace pase el mal trago de saber el estilo de vida que llevó su hijo inducido por esa mujer.  Me angustia, y necesito algún rincón lejos de la gente en el que pueda serenar mis nervios.  No hay un lugar sobre la tierra más aparente que el cuarto de Christian, y hacia allí me dirijo".

"Necesito rodearme de sus cosas, transportarme a  esa edad en que comenzó todo.  Es como si de esta forma pudiera ahuyentar todo lo que vino después; pero no se puede, ocurrió y será imborrable en nuestras vidas, pero también fue el motivo por el que comenzó nuestra relación y que culminará felizmente en casamiento. El tiempo pasa y me pregunto sobre lo sucedido entre madre e hijo. Ignoro si ha pasado una hora, o más, pero he de ir en su busca.  La fiesta era para él, para nosotros, y los invitados se extrañarán que no estemos ninguno de los dos".


"Bajo las escaleras que conducen a la planta de abajo, y veo que él sube buscándome.  En su cara se ha apagado la alegría de esta mañana. La arruga de su entrecejo es más profunda y en sus ojos hay una tristeza infinita.  Se me parte el corazón por este hombre al que le cuesta tanto ser feliz, y me arrojo en sus brazos.  Y le abrazo y le beso con toda mi alma, para ahuyentar o, al menos atenuar, la angustia que siente."

"Nos hemos incorporado a la fiesta y en un aparte me dice que tenemos que hacer algo. Me tiende su mano y voy tras él.  Le confiaría mi vida si fuera preciso.  Salimos al jardín y llegamos hasta el embarcadero.  De él sale una luz especial que me llama un poco la atención. " Ven ", me dice y abre la puerta cediéndome el paso.  Cuando entro me quedo quieta en el umbral ante lo que mis ojos están viendo: hay luces por todos sitios, y flores, muchas flores de distintos colores de maravillosas formas y tamaños, todo cubierto por ellas. Christian me abraza y me dice muy dulcemente pegado a mi oido " querías flores y corazones.  Mi corazón ya lo tienes , y aquí están..." y me señala el entorno de la estancia.  No puedo evitar echarme a llorar; la emoción me desborda, y veo que se arrodilla y de un bosillo extrae un estuche que abre ante mis ojos.  Me muestra un anillo de compromiso y nuevamente me pregunta si deseo casarme con él."


Anastasia, se había quedado dormida y tenía un maravilloso sueño.  Todo se había hecho realidad.  Habían formado una familia, la suya propia.  Se amaban más intensamente que el primer día y ahora todo era diáfano y claro en sus vidas.  Unos gritos infantiles terminaron de despertarla, cuando escuchó la voz de su marido llamando a Phoebe y pidiendo a Teddy encontrar a su madre.  Mientras ella, al escucharles,  sonreía feliz.  Allí estaba la vida: su marido y sus hijos, su familia.  Habían caminado por un tortuoso camino, pero al final todo es liso y diáfano porque él lo inunda todo de luz. Fue, es y será siempre el amor de su vida, al único hombre que ha amado y al único hombre al que pertenece y nada ni nadie pudo cambiar eso.

Autoría 1996rosafermu .  Basado en la trilogía de E L James Cincuenta sombras de Grey
Editado: Abril de 2017
Ilustraciones:  Archivo de 1996rosafermu
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS

jueves, 4 de mayo de 2017

Anastasia- Capítulo 22 - ¿ Qué será de mi ?

Por primera vez en mucho tiempo, estábamos los tres amigos reunidos.  Reíamos felices charlando y contándonos todas las anécdotas que nos habían ocurrido desde aquellos lejanos días en el apartamento de Portland. Miro el móvil; estaba indecisa al no saber exactamente si Christian vendría a reunirse con nosotros.  Elliot lo haría más tarde y Ethan , también está con nosotros.  Solamente escucha , , y rie,  por nuestras peripecias.

Suena el móvil de Kate y la risa se corta de improviso, me pasa el aparato y me avisa que Elliot quiere hablar conmigo

- Dime Elliot - le digo con las últimas risas de José y mías.- Ana, Christian no aparece
- ¿ Cómo que no aparece? ¿ Qué quieres decir ?
- Su helicóptero.  No han vuelto a tener conexión con la torre. Ha desaparecido
- Elliot ¿ me estás gastando una broma ?
- No se me ocurrríría Ana.  Estamos toda la familia reunida en  su apartamento
- Voy para allá inmediatamente

No dejo que termine la frase, porque sólo una sacude mi cabeza "Christian ha desaparecido".  Con la voz entrecortada, explico a todos lo que ha ocurrido.  Ethan abona la cuenta y salimos disparados rumbo al Escala.  Al entrar paseo la mirada por la estancia buscando a quién.  Sin duda a Christian.  Tenía la esperanza de que al llegar me dieran buenas noticias. Me dijeran que todo había sido una falsa alarma , pero que está bien y viene a casa.


Me basta observar el rostro de Grace para saber que es todo lo contrario, que no se sabe nada. Voy hacia ella y nos abrazamos bajo la paternal mirada de Carrick y el abrazo que se nos une de Mia.  Kate está preguntado a Elliot lo que ha ocurrido, y veo de soslayo, que se lleva las manos a la boca, para no dejar escapar alguna exclamación que nos alarme aún más.  He de sentarme, creo que me voy a derrumbar de un momento a otro.  Busco con la mirada a Taylor.  Él siempre le protege, pero esta vez no iba con él.  Su rostro es macilento y tiene la vista baja.  Con el walky en la mano, contacta constantemente con Sawyer y Ryan que están con la policia.  Por un momento nuestros ojos se cruzan, y los de Jason los veo brillantes y clava su mirada en mi, como si quisiera decir algo, pero da media vuelta y se dirige al despacho.

Kate Grace y Mia, se sientan a mi lado y toman mis manos entre las suyas.  No hablamos, sobran las palabras.  Veo que Elliot, Ethan y José forman un grupo aparte.  Carrick va y viene del despacho al salón y nos mira con la angustia reflejada en su rostro.  La señora Jones, prepara té para todos: estamos nerviosos, impacientes... y yo desesperada.

¿ Cómo es posible ? Tan sólo ayer éramos totalmente felices.  Visitábamos nuestro futuro hogar. Habíamos tenido una celebración muy especial marca Grey en el ascensor del club y aquí en casa. Y centro mi recuerdo en esta mañana, cuando estábamos totalmente ajenos de lo que se nos venía encima. Christian tenía que viajar a Portland con Ross, a la Universidad y a algo más que ignoro.  Me había despertado besándome, como hace cada mañana; estaba feliz, radiante y sonreía, con esa sonrisa dulce de niño bueno que pide perdón por todo,  sin haber hecho nada malo.  Y ahora está desaparecido.

 Me zumban los oidos.  Quiero vovler a recordar su cara, en cualquier momento de nuestra vida juntos, aunque fuera un mal recuerdo, porque no hay ninguno peor que el que estoy viviendo ahora mismo.

Grace está nerviosa, pasea de un lado a otro inquieta y me mira.  Mantengo mi vista fija en un mismo punto, y me acuno como si fuera una niña pequeña.  En realidad me siento indefensa, perdida sin Christian.  Él es mi fuerza, mi oxígeno, mi luz, mi vida.  ¿ Qué va a ser de mi, Christian ?  No quiero pensar en que no aparezcas.  ¿ Estás herido ?  Te imagino solo,  perdido en sabe Dios dónde, sangrando, pensando en tu madre a la que adoras y posiblemente también en mi, y borro esa imagen inmediatamente porque es preludio de despedida y no quiero que así sea.  Tenemos muchas cosas que solucionar, y lo haremos juntos.  Y no me importará que seas controlador, mandón, que interfieras en mi trabajo, inclusive ser tu sumisa, pero quiero tenerte.  Tenerte Christian a mi lado, porque sin tí seré una ser sin alma, sin vida, porque tú te la has llevado.  El llanto corre sin control por mi rostro y no intento disimular ni enjugarlo

Las horas pasan,  es casi media noche, y lleva horas desaparecido ¡ Dios mio cuídale, no puede haberle pasado nada! y rezo en voz baja y suplico para que le cuide.  Siento unos brazos que me rodean.  Levanto la cabeza y es Mia que está a mi lado. " Va volver, Ana, va a volver".  Creo que la miro por inercia como si mi cabeza fuese independiente de mi cuerpo.  Y vuelvo a buscar la mirada de él, y parece que le veo entrar a grandes zancadas, buscándome y dando órdenes.  Pero sólo es  imaginación mía.

Sólo está Grace paseando de un lado a otro.  Oigo el televisor a lo lejos que está dando noticias constantemente de su desaparición y que los equipos de rescate han suspendido la búsqueda. Y lloro, lloro, inconsolable.  Y escucho la voz de Grace que es un grito y levanto la cabeza bruscamente, porque ha pronunciado su nombre.  Me llevo las manos a mis oidos, porque no quiero escuchar la frase siguiente, pero mis ojos la siguen y siguen a la silueta que acaba de entrar en el salón. ¡ Christian, ha vuelto !. Y veo a Grce que se abraza llorando a su cuello y que Carrick sale corriendo del despacho y que Mia y Elliot se les unen y todos juntos forman una piña.  Creo que voy a desmayarme, e intento ponerme de pie, pero tiene que sujetarme Kate porque me voy a desplomar.  Mis piernas no me sujetan.  No puedo apartar la mirada de su rostro que me busca y nuestros ojos se cruzan y él me sonrie dulcemente y lloro, lloro de alegría cuando siento sus brazos que me rodean y besan mi pelo.  Yo no puedo hablar, sólo pronuncio su nombre una y otra vez para transmitirle todo el amor que siento por él y la devastación que he sufrido al creerle perdido.


miércoles, 3 de mayo de 2017

Anastasia - Capítulo 21 -Una habitación con vistas

Le he comprado un regalo, más simbólico que otra cosa, para su cumpleaños. Se lo entregaré antes de entrar a la consulta de Flynn, con la condición de que no debe abrirlo hasta el día de su onomástica. Voy por primera vez a la consulta del psiquiatra de Christian.  Llevo en mi cabeza miles de preguntas sin respuesta, y espero que él pueda aclararlas. Le ha hecho salir, porque veía que yo estaba algo cortada en su presencia; debía preguntarle referente a nuestra relación y necesito la seguridad de que él podría responder sobre la actual situación de Christian. Me ha dicho que está conforme con elegir ese camino, que por otra parte le fue indicado hace tiempo, pero que hasta que no le abandoné no se dio cuenta de que no volvería a los mismos parámetros que había marcado, y optó por cambiarlos si con ello volviese a su lado, algo que ha ocurrido.




También descubre mi inseguridad, no en Christian, sino en mi, al no ser capaz de satisfacer lo que él pueda necesitar. Por toda respuesta me dice que está locamente enamorado de mi y por ello hará todo cuanto esté en su mano para alcanzar la plenitud conmigo.No quiero ser causa de su perturbación, y me asegura que no lo soy, que ha conocido otra forma de vivir y ésta le satisface plenamente y está decidido a hacer todo cuanto sea necesario, todo, menos renunciar a mi. No debo centrarme en lo ocurrido, puesto que eso ya ha pasado y no puede darse marcha atrás, sino centrarnos en el objetivo a conseguir.

Cuando llegamos a este punto, de nuevo Christian entra nervioso y con la ansiedad por saber, reflejada en su rostro. Señala el reloj y advierte que ya ha pasado su hora.  Nos despedimos de Flynn y está impaciente por conocer qué le he preguntado y qué me ha respondido.  Se muestra nervioso, y a todas mis respuestas  piensa que algo  le oculto, y no es cierto.  Pero está tan nervioso que terminamos discutiendo.  Decido aparcar el coche y no continuar porque critica hasta mi forma de conducir. Recibo una llamada de José diciéndome que llevará los cuadros y que si le puedo albergar una noche en casa para dormir.  Al escuchar su nombre, Christian tuerce el gesto, pero le digo que sí que hay sitio de sobra, y en definitiva si quiere que vivamos juntos, he de tener libertad para recibir a mis amigos; creo que es algo justo.  No quiero empañar este día tan apasionante  y nos abrazamos en mitad de la calle, y por fin le convenzo que me  deje conducir mi coche, algo que no he tenido oportunidad de disfrutar.  Él cede y me indica el camino que debemos llevar "¿dónde vamos ?" - le pregunto, pero no dice nada. Y al poco entramos en una urbanización preciosa, con casas espectaculares, llenas de plantas con flores, y en su interior se ven niños jugando. Me hace parar delante de una verja blanca  de una casa de estilo colonial  que a mi me cautiva al instante ¿ por qué venimos aquí ? ¿ Será a alguien que vayamos a ver, para qué?

Después de teclear una combinación de números, la verja se abre y nos dirigimos a la entrada principal.  En la puerta nos aguarda una mujer relativamente joven, bien vestida y muy sonriente. ¡ Humm !.  Por la forma de saludarse, deduzco que ya se conocen.  Me toma de la mano y entramos al interior que está totalmente despoblado de muebles:  es una casa vacía, y sigo sin comprender nada.  Atravesamos un salón enorme y llegamos a unas escaleras que nos conducen al piso superior. Avanzamos por un pasillo y llegamos frente a una puerta que Christian abre cediéndome el paso.  Hay un gran ventanal frente al Sound, con unas vistas maravillosas que me paralizan.  La habitación es enorme; la repaso con la mirada recorriendo toda ella, pero me detengo especialmente en el paisaje de atardecer que tengo delante.


Sigo sin entender lo que hacemos allí ¿ será acaso que desea mostrarme el atardecer?  Le miro y él me sonríe suavemente, pero en su rostro hay inquietud ¿ qué le ocurre ? Y con ansiedad me pregunta si me gustaría contemplar ese paisaje el resto de mi vida.  Como una boba me quedo con la boca abierta porque imagino lo que piensa, pero no me atrevo a preguntar.

- Siempre que salgo a navegar, contemplo estas casas y me gustan muchísimo.  Esta estaba en venta y si te gusta, deseo comprarla y establecer en ella nuestro hogar. ¿ Te gusta Anastasia?

No sé si reír o echarme a llorar ¿ qué si me gusta ? Es una maravilla, y noto que se relaja.  Tan pendiente está de mi, que hasta el más mínimo detalle le sobrecoge hasta mi aprobación.  Le beso, y no me importa que esté delante la agente, que sonríe y vuelve la cabeza.  Entusiasmado vuelve a coger mi mano y me enseña las siguientes habitaciones, incluso me muestra una que podríamos dedicar a los "niños".  Volvemos al piso de abajo, y recorremos planta por planta toda ella. Me entusiasma y le hago notar que el prado que hay a  la entrada es delicioso para hacer picnics y que los niños jueguen sin peligro.  Se queda un poco sorprendido al mencionar la palabra niños.  Bueno, él la dijo primero.


Mientras doy un último repaso al salón, Christian habla con la agente y queda con ella para formalizar la compra.  Salimos de allí felices y vuelvo a mirar la fachada antes de introducirnos en el coche que nos llevara de regreso a la ciudad.  Durante todo el camino se muestra contento y feliz, y yo me siento igual que él.  Le veo tan pocas veces relajado y contento, que esto me emociona; quizás esté un poco sensible.  Los últimos días vividos han sido especialmente intensos. Va conduciendo y me dice que lo celebraremos en uno de sus clubes, y se refiere a mi ascenso en SIP y a la compra de nuestro futuro hogar. ¿ Qué tiene pensado para Escala? ¿ Desea dejar atrás todo lo que encierran sus paredes? ¿ Desea en verdad empezar una nueva vida conmigo?  Aprieto su rodilla y él me mira extrañado porque no lo suelo hacer, pero le besaría si no fuera conduciendo: es una forma de decirle que estoy encantada con la casa, y sobre todas las cosas con él y con que me haya pedido en matrimonio.  No me imaginaba hace unos pocos meses que acabaría siendo su esposa.  Aún nos queda mucho camino por recorrer, pero sé que lo haremos juntos, de la mano y el amor que sentimos, derribará todas las barreras que aún nos quedan, pero sin duda, juntos, podremos hacerlo.

martes, 2 de mayo de 2017

Anastasia - Capítulo 20 - Demasiadas cosas para una noche

Cuando le tengo frente a mi, observo en su rostro crispación, pero en sus ojos angustia y preocupación. Vuelve a formularme la misma pregunta, pero ésta vez el tono de su voz es más relajado " ¿donde has estado ?.  Mi respuesta es lacónica " tenía que pensar ".  Y nuevamente esas palabras le alertan de que algo puede ir mal, y sus manos tiemblan cuando acarician mis mejillas, y yo siento partirse mi corazón, porque tengo una lucha constante entre lo que mi cabeza dicta y lo que siente mi corazón. Sé que ha tenido miedo de que no regresara, y aún lo tiene, porque al contemplar mi cara descompuesta, sabe que algo por dentro ,me está alterando y trata por todos los medios de alejar ese pensamiento de él y de mi.


- Te hemos estado buscando por todos lados, y no aparecías. No llevabas tu móvil, ni tu bolso ni nada. Sawyer fue a tu apartamento y allí tampoco estabas ni Ethan tampoco. ¿ Qué has hecho durante estas horas?
- Ya te lo he dicho: pensar
- Pensar ¿ en qué ?
Christian sabes de sobra en lo que he pensado.  Te he visto comportarte con Leila, os he visto a los dos, y de repente, me sentí como una intrusa en mi propia casa.  Sabía que estaba estorbando, pero al mismo tiempo tenía miedo por ti, no por mi.  No quería dejarte allí,   con ella,   por temor a que te hiriese.  Pero luego os vi actuar , y supe que la que estaba de más era yo. Yo, que nunca podrá darte lo que ella te dio y que seguramente echas de menos. Teníais algo especial entro los dos: tu forma de mirarla, tus caricias sobre su cabeza, y la sumisión de ella...  Eso es lo que necesitas y que soy incapaz de darte.  Lo vi ¡ tan claro ... !  Necesito tiempo Christian.  Necesito pensar y plantearme nuestra situación, la tuya y la mia
- ¿ Qué quieres decir con eso? ¿ Vas a dejarme ? ¿ Te marchas otra vez ?
- Christian, sólo te pido tiempo.  Estoy en un callejón sin salida; por un lado quiero estar contigo, pero por otro sé que lo nuestro no se hará viejo, porque tu necesitas algo que nunca te daré y a la larga te ocurrirá como hoy. Se presentará alguna ocasión, y tú volverás a lo que verdaderamente sientes y necesitas que conmigo no tendrás.  Y te alejarás de mi, y me destrozarás rompiendo mi vida y mi corazón.


- No, no, Ana.  Eso no sucederá nunca. No lo necesito, no necesito de ellas.  Te necesito a tí, tal y como eres.  No quiero más.  Por favor Ana no vuelvas a pensarlo nunca;  tu eres lo que más necesito e importa ¿ Cómo voy a decírtelo ?

De repente sucede algo que me deja helada: se arrodilla frente a mi con la cabeza baja. Le miro horrorizada.  Se me está ofreciendo y siento que me desgarro por dentro ¿ en esto le he convertido ?  Tenía su mundo, equivocado o no, era su decisión, pero ahora se me ofrece como sumiso y yo no lo quiero de esa forma,   no le quiero así ¿ qué es lo que he hecho?

Mi voz desgarrada no puede salir de mi garganta.  Me atenaza el miedo y la pesadumbre.  Le insisto para que se levante, pero él parece no escucharme, y la figura de la señora Robinson riendo, se me ofrece ante los ojos que se llenan de lágrimas. No, no, no...  levántate del suelo.  No me escucha, no me hace caso, y entonces hago lo mismo.  Ya estamos los dos sometidos el uno al otro, de igual a igual.  Él levanta su rostro y me mira con ojos vidriosos, apagados y al mismo tiempo temerosos.

- No voy a irme a ninguna parte Christian.  Sólo te pido tiempo, nada más
- ¿ Es cierto ? ¿ No vas a irte ?
- No , nunca me marcharé ¿ cómo quieres que te lo diga ?
- Sólo hay una manera de que así sea
- ¿ Cuál ? ¿ De qué hablas ? - le repito desesperada tratando de que vuelva hasta mi
- Cásate conmigo


Me quedo mirándole fijamente y sé que he abierto los ojos desmesuradamente.  Y una vez más , Christian me desconcierta. Vuelve a mi mente una escena que imagino: la de un niño de cuatro años desorientado y solo,  ante una madre inerte a su lado. Y entonces no puedo más, y mi llanto se mezcla con una risa catártica, irrefrenable, que hace que me retuerza, pero no de satisfacción, sino de angustia por lo que todo ello representa.  Tiene miedo de que le abandone y me ofrece casarse conmigo.  No puedo parar de reir ante esta declaración tan extraña en una noche tan extraña.  Han ocurrido demasiadas cosas en este día, en esta noche.

Por fin, la risa cede al llanto y siento unos brazos fuertes, protectores, amados, que me rodean y besan mis lágrimas. Acaricio su rostro, y la tristeza sigue impresa en él.

- ¿ Te ha causado risa mi propuesta ?
- ¡ Oh, Christian ! Tienes el don de la oportunidad. Es la primera petición de matrimonio que alguien pide en una situación tan insólita como esta.  Aunque no debiera pillarme por sorpresa; ya me dijiste en una ocasión que no te iba lo romántico, y hoy lo he comprobado.
- ¿ Flores y corazones?

Le contesto afirmativamente con la cabeza.  El ha tomado mi mano y la ha depositado sobre su corazón, haciendo que nuevamente mi llanto se intensifique.  Está dispuesto a que le toque, a sabiendas que es algo insoportable para él.  Bajo mi mano siento el latir apresurado de su corazón y eso me conmueve, porque sé que está haciendo esfuerzos sobrehumanos para no retirarla.  Me inclino despacio, y deposito un ligero beso sobre cada una de sus cicatrices.  Él me observa entre incrédulo y expectante.

Ha cedido en todo cuanto le he pedido.  Está dispuesto a todo con tal  que no le abandone, y no pienso hacerlo porque le quiero tanto, le necesito tanto que no se da cuenta de que todos mis recelos son por él, porque se ha sacrificado por mi y no soy capaz de soportar algunos de sus juegos.  Me abrazo llorando y él me aprieta fuerte contra su pecho.  Acaba de romper la última barrera que nos separaba, la última sombra de su vida maltratada.