domingo, 12 de junio de 2016

Las obsesiones de Christian - Obsesión 5- Respuesta demorada

Habíamos quedado citados para discutir la parte del contrato en el que las normas eran algo a respetar estrictamente, pero Anastasia, ¡ cómo no ! diría la última palabra. En un principio parecía una mujer dócil, manejable, pero estaba visto que mi ojo clínico había errado con ella. Era una mujer de fuertes convicciones de las que no se apartaba nunca si creía que llevaba razón.Estoy siendo demasiado transigente con ella, y la verdad,  yo mismo me desconozco: siempre he sido implacable y a una orden mía, todo se ha cumplido a rajatabla.  Estuvo indagando, y había algo que la desagradaba.  Como siempre, se comunicó conmigo y me rechazó, algo que me sentó francamente mal.  Una vez más me repito ¿ qué me está pasando con esta cría ?  Tuve que demostrarle que no soy un hombre difícilmente rechazable, que cuando voy tras de algo, no paro hasta que lo consigo.  Y ella, claro, no fue una excepción.  Jugué mis armas de seducción, y la pobre,  inocente mía, cayó sin remedio.  El rechazo se tornó en una cita para discutir algunos puntos. Quedamos en cenar.  ¡ Estupendo, pasaremos una noche gloriosa !




- ¿ Ha quedado todo claro ?
-Si y no.  Algunas cosas no las tengo muy claras. Tu manejas la situación mejor que yo. Te aprovechas de que no tengo experiencia e ignoro todo esto.  Lo revisaré concienzudamente y te responderé dentro de algún tiempo
-¿ Algún tiempo? ¿ Qué más necesitas saber ? Creo que he sido sincero y muy claro contigo.  Incluso te he hecho algunas concesiones, de las que no estaba dispuesto a renunciar, y aún así no estás conforme.  Eres muy difícil de tratar; eres muy buena negociadora, he de reconocerlo, aunque sea yo el perjudicado en esta ocasión
-¿ En qué te perjudico yo ? Si no te interesan mis condiciones, te repito lo que me dijiste: déjalo y no ha pasado nada
- Pero el caso es que si ha pasado, Anastasia. Me siento muy atraído hacia ti, me has dado a beber algún brebaje que me ha hechizado.  Nunca he sido tan condescendiente como lo estoy siendo contigo. Ahora mismo esta conversación me está poniendo a cien, así que vámonos ¿ a tu casa o arriba a mi habitación ?
- Me voy, Christian.  Estoy cansada y mañana es un día importante para mi. He de relajarme, porque aunque no lo creas, cierro una etapa importante de mi vida y comienza otra totalmente diferente y desconocida, y es algo que me tiene preocupada
- ¿ Lo dices por lo nuestro ?
- No seas tan arrogante. Lo digo porque tengo que encontrar un trabajo, nos cambiamos de domicilio y también está lo tuyo, claro
- Lo has puesto en último lugar ¿ Es que no te interesa? Te lo repito: puedes dejarlo en cualquier momento. Nuestra relación no será convencional, ya lo sabes. No tengo los idealismos que tu, soy más práctico, o si quieres, piso más la tierra.  Tú estás influenciada por los personajes de los libros que te han fascinado, pero créeme, la vida real es otra cosa.


- Pero a mi me gusta ese tipo de vida.  Tu eres frío, todopoderoso, que consigue lo que deseas con el chasquido de un dedo, pero a mi me ha costado cuatro años de mi vida de no salir y disfrutar con amigos como lo hacen todos los jóvenes. No tienes ni idea de lo duro que es estudiar y trabajar al mismo tiempo.  Me he privado de muchas cosas porque quería hacer lo que por fin he conseguido. Es importante para mi, pero no estoy entrenada para un cambio tan radical de vida como el que voy a tener.Y eso me perturba.
- En ningún momento has mencionado lo nuestro, y eso me preocupa a mi también, porque yo me lo tomo muy en serio. ¿ Deseas que te envíe flores o bombones?  Por eso no sufras, el día de tu cumpleaños tendrás rosas y bombones exquisitos. Si es eso todo lo que deseas, por mi no hay inconveniente; los tendrás
- No es eso Christian: ¿ Qué tipo de relación vamos a tener? Seré tu amante ocasional los fines de semana. ¿ Sabes en que me convierte eso? Pues es algo que no entra en mis cálculos, la verdad
- Erres una mujer muy difícil, Anastasia Steele, y estoy comenzando a impacientarme ¿ Aceptas la relación si ó no ? Es muy sencillo.  Quiero una respuesta y la quiero ya
- Pues lo siento, señor Grey. En este momento no te la daré. Si no te conviene, lo dejamos y en paz. Tengo que madurar todo lo que me has expuesto y entonces te responderé. Podemos dejarlo aquí y ahora, pero reconoce que es algo que he de meditar
- Está bien Anastasia. No quiero que lo dejes; lo deseo muchísimo, pero contigo. Y tal y como estoy en este momento te necesito aún más.  Y te recuerdo que no me has respondido:  en tu casa, o en el hotel ?
- En ningún sitio Christian. Te he dicho que me voy. Ya te daré una respuesta
-Por Dios santo ¿ cuándo ?
- No lo sé.  Estudiaré las rectificaciones y entonces te lo haré saber.
- Está bien. Sea como quieras.

Anastasia, Anastasia...  Eres tozuda y difícil.  Sabes my bien qué cartas jugar. Eres lo mismo que ese caramelo que se le pone a un niño en la boca y cuando va a deleitarse con él, se lo quitan. Te he explicado todo, he sido sincero contigo porque deseo que lo nuestro funcione, pero tu,  erre, que erre, sigues en tus trece.  Y a ti Grey  ¿qué narices te pasa con esta chica? Debería hablar con Elena. Ella me aconsejaría; tiene más experiencia que yo, es decir yo no tengo ninguna más que con las sumisas. Pero Steele es diferente, muy diferente, y la verdad es que cada vez deseo más estar con ella y si he de hacer concesiones, las haré. Tampoco sería un sacrificio salir a cenar alguna noche; lo hago muy a menudo con Elena y no pasa nada.  Pero, Elena es un punto y aparte.  Ella me conoce, sabe del pié que cojeo. La llamaré un día de éstos y hablaré con ella de todo lo que me está pasando.  A ver qué me dice.  Seguro que ella me aclara las ideas.  Aunque, algunas veces, me insinúa algo  en lo que no quiero pensar.  Presiento que está empeñada en que volvamos a ser algo más que amigos, es decir amigos pero de otro calibre, como antaño, y yo no estoy dispuesto a ello.  Ella es mi mejor amiga, la debo mucho, pero también es muy absorbente.  No, ni hablar, no sería buena idea. Además está Anastasia.  tendría que cortar con ella, y a eso no estoy dispuesto, ni hablar.  Aprecio a Elena, pero no estoy enamorado de ella. Lo de entonces fue algo especial porque la circunstancia era especial, pero ahora no quiero atarme a nada ni a nadie. Seguiré siendo libre, volando a mi aire .  Iré con quién quiera y cuando quiera; Elena querría algo fijo y no estoy dispuesto a ello.


 Rotundamente no.  Mi objetivo es otro, que por ahora me entusiasma; ya veremos lo que  dura la novedad. La pequeña Steele es exquisita y el sexo con ella es especial, pero veremos lo que nos dura esta relación.  Durará lo que todas: cuando se instale la rutina y me canse corto y adiós muy buenas.  Pero de verdad lamentaría que fuera breve. Con ella todo es distinto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario