martes, 12 de enero de 2021

Los Grey / Anastasia - Capítulo 2 - Algo desconcertante

Salgo lo más deprisa que puedo a la calle. Levanto mi rostro para recibir las gotas de lluvia que intermitentemente se producen, pero lo más importante, el suave viento que me da de lleno en la cara. Cojo aire para serenar  mi cuerpo¿ Qué es lo que me pasa? ¿ Qué me ha ocurrido? No acierto a comprender lo vivido veinte plantas más arriba. Me intimida, me hace pequeña, más aún de lo que soy.
Este hombre me sobrepasa. No querría volver a cruzarme con él, en mi vida

Hubiera querido que me tragase la tierra ante esa pregunta formulada, que por cierto, no le ha sentado nada bien. A mi me hubiera ocurrido lo mismo si alguien llega a hacérmela. ¿ Por qué Kate, no me advirtió? Ni siquiera imaginé que él pudiera ser tan joven, tan inquisidor y tan perturbador. Con esa mirada que lee dentro de ti. Y sin embargo ha sido educado, demasiado educado ante el espectáculo que he dado nada más entrar en su despacho.

Es un hombre acostumbrado a recibir personas de todo tipo y condición, especialmente de las altas esferas. Y mírame a mi cómo iba; empezando por mi ropa, totalmente inadecuada ante lo impoluta de las vestimentas de sus empleadas. Y qué curiosidad todas rubias, impecables y muy guapas. ¿ Será un enamoradizo? ¿ Tendrá algún lío con esa tal Andrea?

Pero al mismo tiempo, no quería que me despidiera, y a su secretaría le dijo que anulara todo lo que a continuación venía. Y me extraña sobremanera, puesto que en lugar de saludo, sólo dijo: " tengo diez minutos". No entiendo el por qué quería enseñarme toda la magnitud de sus oficinas. Y además me ofreció un puesto de becaria cuando me mudase a Seattle.  Es un hombre muy enigmático  e intimidante.

Esa seguridad que tiene en sí mismo y tan seguro cuando da una orden ¡ Cualquiera no obedece! No, ni hablar. No trabajaría  aquí ni por todo el té de la China.  Pero he de reconocer que tiene una elegancia innata, que es cortés, educado, pero demasiado mandón. No lo soportaría ni cinco minutos. Y cuando me ha ayudado a ponerme el abrigo, he sentido escalofríos por la espalda.

Esa mirada tan intensa, penetrante al despedirnos frente al ascensor.  Estoy muy confundida. Quizá es que los magnates Se comportan de la misma manera, algo a lo que yo no estoy acostumbrada.  Generalmente paso desapercibida  siempre, pero hoy, aquí, he notado algo muy extraño que no termino de comprender. Esa cara que me pareció disgustada por el adiós, pero ¿ por qué ? Seguro que está acostumbrado a alternar con mujeres despampanantes.

 Creí que iría elegante con mi falda marrón, ,i chaqueta azul marino y las  botas de piel hasta la rodilla. Nada que ver con el atuendo de la tal Andrea y de las demás muchachas de su plantilla. Seguro que le llamé la atención precisamente por eso, por lo desastroso de mi atuendo. ¡Si supiera que me puse lo mejor que tenía, se retorcería de la risa!

Hubo un momento en que noté tensión en él. Fue al hacerle "esa" pregunta. Vi cómo sus manos se tensaron en la mesa, apretando sus puños sobre ella. ¡Qué extraño! ¡ Claro que la preguntita se las traía! Noté en su entrecejo una arruga de enfado, pero nunca tuvo una mala palabra por ello. 
Creo que para no haberme fijado apenas, me he quedado con muchos de sus gestos. Me resulta muy perturbador. Si llegara, y es un suponer, a trabajar aquí, cosa que nunca ocurrirá,  creo que cada vez que me mirase, me estaría recordando la entrada triunfal y la pregunta del "millón·.  Me pondría del color de la granada y bajaría mi mirada, incapaz de sostener la suya.  Pienso  que habla con doble lenguaje, un lenguaje muy enigmático, leyendo en tu mente, intimidante y a la vez desconcertante.

Anastasia, poco a poco se ha ido serenando, pero no puede evitar recordar mentalmente todas las recomendaciones que Grey la hiciera al despedirse:


" Vaya con cuidado. La lluvia es muy resbaladiza". Es como si tuviera un doble lenguaje; te dice una cosa, pero me temo que significa otra. Me ponía muy nerviosa en los silencios que hacía, mirándome fijamente a los ojos. ¡ Como si nunca hubiera visto otros! Daría cualquier cosa por poder leer en su interior lo que pensaba durante esos momentos. Pero no me gustaría que leyera los míos. Me moriría de la vergüenza. No podía evitar fijarme en su boca ¡ Dios mío qué labios ! Debe ser una pasada cada vez que bese a su novia, si es que la tiene, o a la cita de turno. Esos labios que a veces sonríen, pero no por alguna gracieta que yo haya dicho, sino porque hay otra segunda versión de algo que no alcanzo a comprender.

¡ Y sus manos! ¡ Esos dedos largos y finos ! de pianista, delicados inquisitivos. Seguro que lo serán. 
Bueno, basta ya de divagar. Vamos Ana, modérate y arranca, de lo contrario llegarás tarde a Clayton´s. Tienes un largo camino todavía. Olvídate del Adonis que acabas de entrevistar y céntrate en lo importante.¡ Menos mal que no volveré a verle!

Pongo en mi bolso la grabadora, pero me doy cuenta de que las preguntas y las respuestas, no están.  ¡Las he perdido ! ¿ Cómo no me he dado cuenta al despedirme? Y es que este hombre me hace perder la noción y la importancia de las cosas. Es muy intimidante. Sé que  tardaré en olvidar la cara de Grey.


Autoría:  Relato libre de 1996rosafermu, basado en la trilogía de EL James, Cincuenta sombras de Grey
Editado: 2016
Ilustraciones: Cincuenta sombras de Grey
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS

domingo, 3 de enero de 2021

Los Grey - Capítulo 1 - PRÓLOGO

 El cláxon suena de nuevo, y en el interior Christian se impacienta y Taylor sonrie. Se abre la puerta de la casa y un torbellino de cabellos cobrizos viene corriendo, mientras come alguna dulce chuchería. Su padre enfadado  le recrimina que siempre ocurra lo mismo, pero ella sabe cómo aplacar el malhumor de su progenitor

- No te enfades, papi
-¿Qué no me enfade? La puntualidad no es lo tuyo. Y no comas tantas cosas de esas...
-Todas las mañanas me dices lo mismo
-Eres igual que tu madre: cabezota
- Pues ella dice lo mismo de ti -  rie la muchacha



Taylor ha arrancado, y como todas las mañanas sucede, sonríe beatíficamente. Recuerda cuando Sophie se comportaba igual.  La echaba de menos, pero estaba orgulloso de ella. En un tiempo no lejano entraría en la universidad, y se lo debía todo a ese hombre que viajaba junto a sus hijos en el asiento trasero.  ¡ Qué lejanos están ya los tiempos tormentosos de su vida !  En cierta ocasión, al principio de su relación con la señora, la dijo,  que era un buen hombre; es un buen hombre en grado extremo.  El coche se encamina hacia la parada del autobús que recogerá a Phoebe y a Teddy, y que por los pelos no han perdido. Da un beso a su padre y un toque cariñoso a Taylor.  Le conoce desde que nació y ha cuidado de todos ellos. Tanto él como Gail y Sophie, son de la familia.

-Todas las mañanas lo mismo. Lo que no entiendo es que si se levanta pronto ¿ qué es lo que hace para que siempre se le haga tarde?- refunfuña Grey
-Señor Grey, tiene quince años. Tiene que mirarse al espejo y cambiarse de ropa cincuenta veces Hágase a la idea de que le gustan los chicos y a ellos les gusta Phoebe.  Es una niña preciosa, y es lo natural y normal. Yo esa etapa la superé con Sophie,  Seguirá preocupándose por ella siempre, mientras viva.  Eso entra entre las instrucciones de ser padre. Y no se olvide de Teddy
- No me olvido, Jason, no me olvido. Con él estoy muy vigilante, por razones que tú conoces muy bien. La historia no se repetirá mientras yo pueda.

  Y llegan frente a Grey Enterprises.  Todo lo mismo, dia a dia.


Autora:1996rosafermu.  Basado en la trilogía de E L James, Cincuenta sombras de Grey )
Editada: Noviembre de 2016
Ilustraciones:  Internet / Cincuenta sombras
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS

martes, 29 de diciembre de 2020

Anastasia - Capítulo 18 -Algo ocurre con Ana

Nuestra convivencia se desenvuelve con normalidad, siempre que la normalidad sea al estilo de Christian Grey, lo que significa que hay sobresaltos de vez en cuando, pero juntos vamos superando todo aquello que sale a nuestro encuentro.  Por fin Kate y Elliot se deciden a regresar, aunque aún quedan un par de días.  Tengo ganas de ver a mi amiga;tenemos mucho de que hablar y ni siquiera imagina el vuelco que ha dado mi vida.  Espero no tenga una de sus clásicas reacciones y me siga tomando por una hermana pequeña a la que hay que abrir los ojos porque me tiene por una inocente criatura que no sabe donde se para. Y comienzo mi jornada laboral.  Llevo poco más de una hora en la editorial, cuando recibo una llamada a mi móvil



- ¡ Ana !,soy Ethan. ¡ Qué ganas tengo de verte ! No hace tanto: cuando la graduación, pero parece que hace siglos.
- ¡ Ethan ! yo también me alegro de escucharte. ¿ Ha venido Kate ?
- No, ellos se quedan un par de días más.  Yo no les aguantaba.  Son empalagosos a mas no poder. Me dije  un par de días es mucho para seguir aguántandoles.  Y aquí estoy de regreso y camino del apartamento.
- Tendrás que pasarte por mi trabajo, porque has escuchado bien: tengo un trabajo remunerado. Me es imposible reunirme contigo porque tengo reunión de jefazos, pero te dejaré la llave en Recepción. Estoy en la editorial SIP:  Está en el mismo centro de Seattle
- De acuerdo, pequeña.  Pasaré a recogerlas ¿ nos vemos esta noche a tu salida de la editorial?
- Posiblemente.  Se lo diré a Christian
- ¿ Estás con el magnate ? - Me rio de la forma en que Ethan se ha referido a Christian- ¿ Vais en serio ?
- Si, Ethan.  Muy en serio
- Bueno.  Me alegro por ti, deseo que seas feliz.  No te entretengo más. Nos vemos a la noche, entonces
- Hasta luego Ethan

Bajo inmediatamente a Recepción y le digo a la recepcionista que vendrán a recogerlas no tardando mucho.  Salgo como una exhalación y me incorporo a mi mesa.  Tenemos mucho trabajo y he de dar ejemplo de eficiencia.  Llamo a Christian y le anuncio que el hermano de Kate está de regreso y que vendrá a recoger las llaves. Pienso que debería acompañarle al apartamento,  al menos,  para mostrarle donde hemos colocado las cosas, las más imprescindibles que tenga que utilizar hasta que regrese Kate.  A Christian no le gusta mucho la idea, y a mi sugerencia de una cena con él, me dice que mejor los tres y que él invita. Me rio, porque sé con qué intención lo hace.

Cuando salgo de la editorial, ya está Christian aguardando mi salida, y le digo que vayamos al apartamento para recoger a Ethan que nos aguarda.  El me sonríe, me besa y aprieta mi mano, y pasea sus dedos sobre mis nudillos.  Es una costumbre que hemos adquirido, pero que a mi me reconforta y me hace sentir segura y querida.  Le comento  lo que Ethan me ha dicho de la pareja con la que ha estado de vacaciones, y Christian se ríe porque conoce a su hermano, y piensa que Kate o es de la misma forma de ser, o le sigue el rollo.

Estamos a punto de llegar y recibe una llamada de Ross. Taylor aparca el coche y le indico que tardaré cinco minutos en bajar con Ethan.  Pulso el portero automático e inmediatamente la puerta se abre.  Cuando llego al apartamento, observo que la puerta está abierta, algo que me extraña y me alarma un poco.  Llamo a Ethan y no me responde:  " estará en el baño ", me digo a mi misma.  Mientras, recojo algunas cosas que voy a llevarme al apartamento de Escala.   Bien ya lo tengo todo listo, pero Ethan sigue sin aparecer, y en  cambio una silueta difusa aparece ante mi.  Es la misma imagen que vi en lo que yo creía que era un sueño, pero no es así, es una chica portando un arma en su mano.  Me quedo sin sangre en las venas y lo primero que pienso es que Ethan esté herido. No sé qué hace, ni qué decir ante esa mujer con la piel macilenta, desarrapada que me mira fijamente apuntándome con un arma.  Las palabras se amontonan en mi cabeza y busco desesperadamente aquellas que me den una pista de lo que está ocurriendo y del por qué está allí amenazante.

La respuesta llega clara y evidente es por Christian, pero soy yo su objetivo.  Los nervios se van apoderando de mi al pensar que haya podido sufrir algo horrible al hermano de Kate, que está totalmente ajeno a nuestro asunto.  Trato sobre todo que abandone el arma y le doy un argumento para hacerla saber que Christian nos ve a todas igual y que todas nos parecemos.  Pero ella lo niega y me dice que duermo con él, cuando eso nunca lo ha hecho.  Y estoy segura de que no fue fruto de mi imaginación lo que vi aquella noche, sencillamente entró en el dormitorio de Christian y nos estuvo observando.

No sé qué mas hacer; la ofrezco un té y estoy poniendo el agua a calentar, cuando la puerta se abre de para en par y Christian y Taylor aparecen ante mi.  Están lívidos y no le quitan la vista a Leila. Chistian la mira fijamente a los ojos, y la murmura algo que no se escucha bien, pero ella se postra de rodillas y baja la cabeza, dejando la pistola en el suelo y que Christian recoge inmediatamente.

Estoy conmocionada, tanto, que escucho como una voz muy lejana la de Christian ordenando a Taylor que me lleve de allí.  Me es imposible moverme, es como si tuviera los pies clavados en el suelo.  Por segunda vez, la voz alterada de Christian me ordena que vaya con Taylor, pero no reacciono.  No puedo apartar la mirada del cuadro que tengo ante mi: Christian Amo, Leila sumisa.  Acaricia su cabeza baja con suavidad, con dulzura y yo me quedo aterrorizada.  Posiblemente ni él supiera lo que sentía por Leila.  Es la chica de la que más habla y de la que más se preocupa. Y de pronto lo veo todo claro diáfano:  ella si podía darle lo que necesita y yo no. Soy un novedad en su vida, pero hasta las novedades dejan de ser nuevas para pasar al terreno de lo cotidiano, y eso significa de yo seré en esta historia la número diecisiete, sin más.


 Y ese pensamiento me aterra sobremanera, porque no podría vivir sin que él me amase.  Las piernas comienzan a temblar y creo que voy a desmayarme, y nuevamente la voz imperiosa de Christian ordena a Taylor que me lleve de allí. Sus brazos me cogen en vilo y abandonamos el apartamento.

Estoy sobrepasada por lo ocurrido, y sobre el pecho del guardaespaldas  apoyo mi cabeza buscando algo de consuelo para lo que acabo de conocer: el lado oscuro de Christian, ese lado al que yo no podré acceder nunca.

Taylor debe imaginar lo que estoy pensando, y me dice con voz muy queda:  El señor Cavanagh está bien, abajo.  No se preocupe..  Cuando le veo se acerca a mi con preocupación en su cara; me abrazo a él llorando  desesperada por salir de allí, pero al mismo tiempo, necesito saber lo que ocurre.  Mis oídos se agudizan, quizá tratando de escuchar el sonido de otro disparo, pero todo es silencio.  Ethan me ofrece tomar una copa y yo acepto.  Señalo el pub de enfrente para poder ver desde allí lo que ocurre en el apartamento.

Autoría: Relato libre de 1996rosafermu, basado en la trilogía de EL James, Cincuenta sombras más oscuras
Editado: Año 2017
Ilustraciones: Cincuenta sombras más oscuras
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS